Origen de la Educación Biocentrica

La pasión de Rolando Toro por la vida y el profundo deseo de rescatar a la humanidad de su nostalgia de amor, germinan en el seno de su familia probablemente desde su abuelo materno que ya era profesor en la cuidad de Cañete (Chile), en la Escuela que todavia lleva su nombre «Escuela Leoncio Araneda», su mamá, siete de sus tías y dos de sus hermanos también profesores. El propio Rolando Toro impulsado por el amor a la educación se gradua como profesor de primaria el año 1940 ejerciendo durante dieciseis años aproximadamente, en los que evidenció la ausencia de vínculo con la vida que ofrece la educación tradicional.

Según narra su esposa Claudete Sant’Anna, Rolando fue ejercitando su trayectoria como profesor en diferentes escuelas donde aplicaba una metodología más vivencial. Llevaba a los niños de excursión  a la naturaleza para desarrollar los temas que después seguirían trabajando en las aulas con la expresión artística en la que tenía especial interés, especialmente la pintura. Las obras de los niños tenían gran fuerza y colorido y llegaron a ser expuestas en Het Palet de Holanda, Royal Institute de Londres y Centre National de l’Enfant en París.

Como profesor en Valparaíso,  Rolando propuso una nueva metodología para aprender a leer y escribir centrada en el aprendizaje vivencial integrando la afectividad y el disfrute de la vida. El propio Rolando cuenta que en «1950, propuse el concepto de Escuela Universo, con el objetivo de dar una visión más amplia de las relaciones del niño con la naturaleza. En 1970, la llamé Educación Holística, influido por la visión del mundo como Holograma. Posteriormente, la llamé Educación Salvaje, apelando a la importancia de los instintos como fuerzas innatas de supervivencia y evolución.» 

El desarrollo de una enseñanza experimental le llevó a crear un Laboratorio de Psicología en la Escuela de Educación de la Universidad de Concepción. Posteriormente se formó como psicólogo en la Escuela de Psicología del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile y ocupó el puesto de Profesor Agregado a la Docencia del Centro de Estudios de Antropología de Medicina donde pudo ensayar diferentes sistemas terapéuticos con enfermos mentales, dando origen a lo que primero fue denominado como Psicodanza y posteriormente Biodanza, la danza de la vida.

La Biodanza así como la Educación Biocéntrica, como denominó definitivamente a lo que él llamaba Educación Salvaje ( Rolando dice al respecto» En un diálogo con Ruth Cavalcante, ella me propuso el nombre de Educación Biocéntrica, teóricamente más coherente con el Principio Biocéntrico. Esta designación me pareció apropiada»), se fundamentan en el Principio Biocéntrico formulado por Rolando Toro el año 1970.

El Principio Biocéntrico se inspira en el pensamiento de que el Universo está organizado en función de la vida, lo que significa que la vida es una condición esencial en la génesis del universo conduciendo así la evolución del cosmos. Recupera el sentimiento sacralidad de la vida y goce de vivir,  ofreciéndonos una estructura reeducativa a todos los niveles, resignifcando nuestro cuerpo como fuente de placer e intercambio donde cada uno es uno con todo.

Educación Biocéntrica, Biodanza y la estructura teórica del Principio Biocéntrico son indivisibles ya que la educación sin vivencia se convierte en enseñanza, y la vivencia sin educación afectiva es lo que llamamos «ejercicios».

Rolando Toro

Rolando acredita que «la educación, inspirada en el Principio Biocéntrico, tiene una fuerza revolucionaria y puede enseñar la más subversiva de todas las disciplinas: aquella que se basa en el respeto a la vida, en la alegría de vivir, en el derecho al amor y al contacto». Rolando Toro

Gracias Rolando por tu legado. Estas en mi en cada sesión que preparo, en cada palabra dicha en mis clases, en cada danza, en cada gesto, en cada encuentro, inspirandonos en nuestra misión de facilitar espacios-amor donde encontrarnos para ejercer el amor, apliar la conciencia iluminada, crecer, expandirnos, ser, estar y brillar sin fin.

Según tus propias palabras » En realidad la iluminación, de la que se habla frecuentmente como un fenómeno excepcional lleno de connotaciones místicas, misteriosas y ocasionales, es una condición natural de todos los seres humanos. Se trata de un cambio de visión de nosotros mismos y del significado de la vida. Es un nuevo modo de vincularse a los otros y enfrentar las dificultades como parte de nuestro trabajo alquímico, aceptando la abundancia y la belleza que genera el amor». 

Bibliografía:
– Toro Araneda, R. Educación Biocéntrica. Módulo de Formación Docente.
– Gonsalvez, E. Educación Biocéntrica. El presente de Rolando Toro para el pensamiento pedagógico.
– Cavalcante R, Wagner C, Diogenes F, Arraes C, Regina C. Educación Biocéntrica: un movimiento de construcción dialógica.
– Carta de Rolando Toro a la comunidad biocéntrica de Fortaleza (Brasil) Misión del facilitador

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