Con el tiempo he ido constatando que la meditación diaria, el compromiso de tomarme tiempo para cuidar mis pensamientos y alinearlos con propósito existencial, es fundamental para mantenerme consciente, despierta, atenta a ir verdaderamente por donde quiero seguir. No es fácil con tanto ruido fuera que se filtra sin percatarme.
Cuando me inicié en la práctica de la meditación diaria ignoraba el camino interior que me llevaría a recorrer, los escondrijos de mis mentiras, allí donde habitan las creencias instaladas como verdades, los conflictos que desencadenan acciones y reacciones, la constante práctica de error/acierto a la que debería dedicarme para aprender a vivir con mayor consciencia, y lo que queda.
En estos momentos el maestro Deepak Chopra está siendo un referente para mí para enfocarme en la realización de mis deseos más profundos. Una de mis dificultades reiteradas ha sido distinguir los detalles de lo que deseo realizar. Sï, ser feliz es un gran deseo general pero cómo ser feliz, qué propósito persigo para la felicidad, cómo defino los detalles de mi felicidad, qué es felicidad para mi.
Hoy me vuelven a sorprender las palabras y cómo inciden en nuestra consciencia. Desde hace muchos años vengo estudiando la Ley del Karma; han sido muchas lecturas de distintos enfoques y todas ellas me han enseñado y ayudado a configurar la comprensión de la Vida, pero nunca había escuchado la definición de la palabra sánscrita Kar (órgano de acción) Ma (Pensador), como toma consciente de decisiones.
Tomar consciencia de las decisiones de cada día, a cada instante, en las cosas más insignificantes que me pasan desapercibidas, es conquistar un poco más mi libertad. Plena consciencia en lo que escojo comer, en el manejo de mis finanzas, en la queja que se me escapa, el juicio y la crítica que aparecen sin darles permiso,… cosas que hasta ahora reconozco no he considerado con suficiente consciencia de creación y cocreación. Tal lo que hago, tal lo que recibo; acción/reacción, causa/efecto, … pero hoy Chopra ha abierto una ventana en mi despertar que me llena de aire fresco y me place saberme despierta y escoger tomar consciencia hoy y cada de todas las decisiones de mi vida. Hoy y cada día; este es el reto.
Cómo utilizamos las palabras puede abrir mares de comprensión que amplían horizontes conocidos y simplifican tareas. Conversar para comunicar verdades; decir para compartir lo que soy; dialogar para reverenciar la vida, parlamentar para ejercer la cocreación de la vida que queremos vivir.
Gracias Chopra, gracias universo, gracias vida.
Reblogueó esto en spatiotempo arsy comentado:
Este post lo escribí el 16 de enero del 2015 en mi blog http://www.universbiocentric.wordpress.com donde cuento mis experiencias como facilitadora de Biodanza. No me acordaba de haberlo escrito; ha sido gracias a un «Me gusta» de Luis Irles escritor de «El Faro del fin del mundo. Gracias Luis por la posibilidad de recordarlo.
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