Todos los organismos, incluyendo a los humanos, se comunican e interpretan su entorno mediante la evaluación de campos de energía. Puesto que los humanos somos tan dependientes del lenguaje hablado y escrito, hemos descuidado nuestro sistema sensorial de comunicación basado en la energía. Igual que con cualquier otra función biológica, la falta de uso conduce a la atrofia. Dr. Bruce H Lipton en La Biología de la creencia.
Rolando Toro, el creador del Sistema de integración humana Biodanza, enfatiza la necesidad de reencuentro con nuestra naturaleza instintiva, olvidada tras pesados telones de costumbres, cultura y hábitos modernos que disocian cuerpo-mente-alma de forma que normalizamos la enfermedad como una manifestación más de nuestro estar en el mundo.
Nuestra naturaleza instintiva sigue los mismos procesos fisiológicos básicos de la vida que se dan en los organismos más primitivos de la tierra (los procariotas): una bacteria come, digiere, respira, excreta los desperdicios, muestra procesos «neurológicos» como percibir dónde se encuentra el alimento e impulsarse hacia ese lugar, y reconocer toxinas y depredadores que activan maniobras de evasión para salvar la vida. Hasta aquí podemos decir que nosotros tenemos las mismas respuestas pero nuestra mente, el entrenamiento al que somos sometidas las personas en escuelas, familia y trabajo, termina por disociarnos de tal modo de nuestra naturaleza instintiva, que nuestras maniobras de supervivencia básica se ven alteradas y mutadas por dependencias emocionales que adoptamos como verdades.
Biodanza es un aliento fresco de Vida en esta locura de posibilidades atroces a las que parece que estamos predestinados. Su abordaje profundamente biológico, incide en nuestra percepción del conocimiento de la Vida y de qué hacemos en Ella. Parece una barbaridad hablar de Ser en la Vida sin más, ni adjetivos ni otros aditivos que el Verbo Ser; es una barbaridad a la que no podemos poner palabras, solo sentires.
¿Qué es Ser en la Vida? intenta contestarlo con la mente de una criatura infante, un niño o una niña que sólo conocen el mundo a través de sus percepciones aún no demasiado contaminadas por la mirada del adulto grandilocuente que todo pretende saber. Ser en la Vida sólo puede ir acompañado de Yo Soy – YoSoY y de SomoS. ¿Te has fijado en la estructura de estas palabras? Pueden leerse de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Esto tiene un nombre pero ese nombre no es importante, lo que realmente importa es la dimensión que ocupan en el entendimiento de la Vida.
Cuando decimos YoSoY, estamos activando patrones geométricos sagrados porque activan la construcción de la Vida en su multidimensionalidad transversal, simultánea, quántica, numinosa, viva. ¿Por qué te cuento todo esto con referencia a Biodanza? Porque Biodanza celebra la corporeidad como algo sagrado y dionisíaco, con alegría, placer y comunidad, donde poder danzar al son de la propia vida y nombrar con palabras aquello que genera vida. Puede que no entiendas nada de lo que te estoy contando; no te extrañe si así es porque mi lenguaje no se dirige a tu mente pensante sino a tu ser sintiente, a la vibración que te mueve, al impulso que resuena en tu interior cuando algo lo mueve por dentro.
En Biodanza vas a reconectarte progresivamente con ese impulso vital interno que emerge del subconsciente profundo para que lo dejes danzar sin etiquetas ni restricciones hasta que se canse de dominar el escenario de tu hacer. Entonces y sólo entonces, podrás danzar tu oscuridad sin sufrimiento porque en ella se encuentra la Gran Escuela a la que tu te entregaste para experimentar qué es eso de Ser Humano. ¿Sabes de qué te estoy hablando?. De reirte porque sí, de quedarte mirando a alguien mientras también eres mirada y dejas que eso pase sin más; de embelesarte con la lluvia que cae en tu piel mientras sonríes inocente sin pensar si tienes ropa de recanvio; de emocionarte al ver la profundidad de unos ojos o un gesto que dice más que habla,… Biodanza es también esa poética, con toda una base epistemológica que corrobora sus efectos, sus acciones y su manera de hacer para que la magia de la Vida vuelva a correr por tus venas, proporcionándote una clara y profunda sensación de estar Viva. ¿Te acuerdas de qué es estar viva?
Se puede ser feliz sin sentirte culpable por ello; puedes estar orgullosa de ti prescindiendo de ser egoísta y monstruosa como nos han contado,… Eres un Ser Perfecto al que se le ha olvidado de dónde procede de tanto decirte que esta vida es un valle de sudor y lágrimas. Puedes recomponerte solo, sola, pero te aseguro que en comun-unidad es mucho más agradable, más liviano, más profundo, más rápido, más divertido y sobre todo más natural, porque somo seres gregarios, seres de piel con piel, donde nos nutrimos unas a otras porque esa es nuestra naturaleza primaria: la comunidad.
Podría seguir hablándote toda la noche de todo lo que aporta la Biodanza a la vida, pero seguiria siendo poco hasta que no te decidas tú a salir de ese lugar conocido donde, aunque no eres suficiente feliz, te aferras por miedo a experimentarte, pensando que hay tanto para sanar. Biodanza te facilitará un espacio protegido para que la alegría de estar vivo, viva, emerja de forma natural y, mientras emerge, el grupo te devolverá todo el amor que necesitas para seguir adelante experimentándote en tu singularidad, aceptándote en tu proceso de aprender a Ser Humano, celebrando los logros y abrazando las recaídas que te hacen más fuerte, más digna, cada vez más quien tu eres.
No te olvides que en la estructura de la Vida, en todos los organismos vivos, la resonancia armónica incide en la dimensión atómica y libera el potencial que espera para servir a la Vida de la mejor manera posible. Tu, Yo, Somos organismos vivos hechos con los mismos patrones vitales; por eso SomoS (de izquierda a derecha, de derecha a izquierda y leas como lo leas.