Biodanza

Manifestando sueños con Biodanza. La Epifanía

Monográfico de Biodanza y Educación Biocéntrica (6 enero 2021)

Hace ya unos años que Navidad, el período que comprende del 24 de diciembre hasta el 6 de Enero, tiene un carácter sagrado para mí. Lejos de las campañas publicitarias y de las falacias grotescas con que desvirtúan estas fechas de conexión con la Consciencia planetaria y Cósmica, este año decidí que el día de la Epifanía, el 6 de enero en el calendario gregoriano, iba a celebrarlo danzando el don de Soñar y manifestar nuestros Sueños. Deciros que este don existe en nosotras sólo por el hecho de ser, aunque nos hayamos olvidado a fuerza de palos; la buena noticia es que con la buena práctica, las acciones correctas y la constancia de la mano de la paciencia y la alegría, se reactiva sin pérdida alguna de su perfección innata.

La Epifanía, más conocida en España como el día de los Reyes Magos, es una celebración que proviene de culturas muy antiguas, mucho antes de lo que conocemos como Navidad. En fechas concretas asociadas a los solsticios, se congregaban sabios y sabias de todos los lugares para celebrar la llegada del Sol, el resurgimiento del Padre Creador, del Hacedor de Vida, el Gran Espíritu, Wakantanca, Gran Misterio,…. En esta Celebración Epifánica que duraba días, entre cánticos, danzas, ágapes, ceremonias y fuego, se recibían visiones, señales que desvelaban la senda correcta para Caminar en la Belleza, como cuentan nuestros hermanos de la nación sioux. Todos los pueblos originarios de la Tierra tienen estas celebraciones, todos, pues somos Uno y esto no es nuevo, es de siempre.

Escuché los tambores que sonaban a ritmo de vida; los cantos de la Tierra hacían eco en mi corazón; percibí el perfume de las cabelleras lisas, negras y brillantes, la tez rojiza, sus pinturas de paz en el rostro y el pecho, la hoguera al centro. Su cuerpo erguido y digno, estaba al pie de la montaña mirándome y guiando en silencio cada paso. Me entregué a la vivencia y esbocé el programa de una sentada. Diseñé la publicidad con un Atrapasueños al frente, reconociendo y honrando su poder; y lo compartí en la Red desprendida del resultado. Al tercer día, el grupo estaba formado. Todo seguía adelante.

El Ritual tiene la función de conectar presencia y conciencia. De ésta unión surge la sacralidad como una vivencia de integración humana

Ritualizar es una práctica olvidada. En Biodanza y sobre todo en Educación Biocéntrica, rescatamos los rituales de vínculo para recordarnos (volver a pasar por el corazón) la sacralidad de la Vida. El ritual generador de nuestra propuesta era la creación del Atrapasueños según la técnica tradicional de nuestros hermanos sioux. – Más abajo del texto, encuentras la explicación.

Para llegar a la creación del Atrapasueños con plena conciencia del acto creativo, debíamos generar el ambiente adecuado (mi maestra Ruth Cavalcante dice la ambiência en portugués, que según ella no tiene traducción en español pues engloba cuerpo y alma), así que lo primero que hicimos, antes de entrar a la sala, fue un baño de pies y manos con hidrolato de romero (solución de agua por destilación de romero fresco) – Si te interesa cómo se llega al hidrolato, te dejo el link de un vídeo que lo explica muy bien. No sólo es una medida de higiene, dadas las circunstancias del momento; sin pandemia lo hubiéramos hecho igual. Se trata de un hermoso ritual de bienvenida, honrando la presencia del otro ser.

La Vara o bastón de intenciones: Yo Puedo, Yo Sé, Yo Soy.

Después confeccionamos la Vara de intenciones o Bastón de poder.

La “Vara o bastón de intenciones” es un gesto ancestral de apertura de encuentro, recordando el Poder (Yo puedo), el Saber (Yo Sé) y el Ser (Yo Soy). Tenemos ejemplos muy comunes que nos pasan desapercibidos, como son el bastón de la pastora y el pastor para dirigir el rebaño; el bastón del peregrino para apoyarse en su camino y defenderse; el bastón de las ceremonias sagradas que atestigua el poder de la Palabra; el bastón que remueve el fuego para avivarlo, el bastón de mando de los/las líderes comunitarios, …

Cuando voy a pasear al bosque con mi perro Roc, suelo recoger ofrendas que los seres guardianes del bosque dejan a las caminantes en forma de varas, piedras, hojas, flores, semillas,… La vara que hicimos servir para nuestro ritual de inicio de jornada, se encontraba en casa desde hacía tiempo, recogida en uno de mis paseos con Roc, a la espera de un buen uso, y un día de estos en que vas diseñando el taller, me llamó: la rama de árbol quería ser Vara de Poder, así que la pulí con mi Dremel, le gravé un intento de símbolo que quedó en sólo un algo desfigurado (tengo que aprender más) y la dejé preparada en la sala. La rama de árbol estaba bien satisfecha, a la espera del día de ser nombrada oficialmente Vara de Poder.

En ella depositamos nuestras mejores intenciones para la jornada, con palabras que surgieron del alma, hilos de colores y flores tejidas a ganchillo por mi mamá, que de alguna manera quise honrarla.

I así, la rama se convirtió en una hermosa y satisfecha Vara de Poder.

Después creamos nuestro altar donde los cinco elementos (tierra, aire, agua, fuego y éter) se hicieron presentes para inspirarnos en nuestra hermosa jornada. Entre todas las personas participantes, habíamos traídos piedras especiales, plumas, abalorios, incienso, velas, agua,…

Creación del altar: agradeciendo a la divinidad que Todo habita. Yo Soy

Altar, del latín altus=elevado, elevación. Como indica la palabra, era un lugar donde encontrarse con Dios, la Divinidad, el Ser Supremo, el Gran Misterio, la Gran Madre; un lugar donde elevar el estado de consciencia para dar y recibir. Antiguamente solía ser un montículo, una piedra o una cavidad en cuevas, tabernáculos y espacios del bosque. Allí se hacían ofrendas (ofrecer alimentos y adornos artesanales como muestra de agradecimiento por las buenas cosechas y otros acontecimientos) y sacrificios (oficios sagrados, generalmente con sangre (símbolo de vida) de un animal «sacrificado» o matado para el sacro oficio. Con el tiempo los sacrificios dejaron de ser de sangre y se quedaron en actos simbólicos de renuncia interior.

Después danzamos, ¡Cómo no!. El grupo estaba preparado para encontrarnos con gestos de pleno sentido, con el corazón sensible, con el alma despierta. La ambiência la habíamos conseguido entre todas con éxito. Danzamos celebrando el encuentro y la intención, y después nos dispusimos a compartir la comida.


Ritual del ágape

El ágape es la comida de celebración del afecto, del amor. En Educación Biocéntrica, rescatamos su significado originario y lo celebramos reuniéndonos todas las personas participantes del encuentro (profesoras, alumnas, cocineras, y todo el personas que hubiera si estuviéramos en un lugar hospedadas) al rededor de la mesa y bendecirla (bien decir). En nuestro caso, toda la comida la hicimos nosotras así que nos reunimos al rededor de la hermosa mesa llena de platos exquisitos, cocinados con la intención amorosa de compartir y cogidas de las manos, agradecimos cada una a su forma, tanta abundancia y belleza. – Nadie hizo fotografías, así que tendrás que imaginarte la diversidad de colores, texturas, formas que formaban nuestro hermoso ágape biocéntrico-. Sentarse a la mesa después de bendecir los alimentos, imprime conciencia de la generosidad de la Vida en su cuido hacia sus criaturas.

Después del ágape, vino el momento creativo: crear nuestro Atrapasueños con plena conciencia en todos los pasos y el simbolismos de todas sus partes. Aquí te dejo el link con todas las explicaciones.

Pasos para hacer un Atrapasueños originario.

No basta crear con las manos; hay que activar los propósitos, las intenciones, así que recitamos la Oración Lakota, explicando el significado de las palabras (aquí encuentras toda la información) y después danzamos para que la intención se impregnara en cada célula y cada átomo de nuestro ser, reconociendo la semilla de Luz que nos habita y hace posible que los Sueños -los nobles, los dignos, los benefactores- se manifiesten, y los perturbadores se disuelvan con los rayos de la Luz interior, reflejo del Sol.

Terminamos con un Círculo de Cultura y las bendiciones de la Hermana Cierva.

Doce días después, hicimos el ritual de cierre, encendiendo una pequeña hoguera donde quemamos las palabras de nuestra Vara de Poder para que se fundieran con el polvo de las estrellas, pues ya está todo hecho. Después cantamos, reímos y agradecimos todo lo vivido.

Aho!.

A continuación de dejo un vídeo-síntesis de la experiencia. Gracias

Amor y Servicio.

Video-síntesis de Manifestando Sueños con Biodanza con Teresa Tendero
6 de enero de 2021
http://www.universbiocentric.com