Biodanza

Manifestando sueños con Biodanza. La Epifanía

Monográfico de Biodanza y Educación Biocéntrica (6 enero 2021)

Hace ya unos años que Navidad, el período que comprende del 24 de diciembre hasta el 6 de Enero, tiene un carácter sagrado para mí. Lejos de las campañas publicitarias y de las falacias grotescas con que desvirtúan estas fechas de conexión con la Consciencia planetaria y Cósmica, este año decidí que el día de la Epifanía, el 6 de enero en el calendario gregoriano, iba a celebrarlo danzando el don de Soñar y manifestar nuestros Sueños. Deciros que este don existe en nosotras sólo por el hecho de ser, aunque nos hayamos olvidado a fuerza de palos; la buena noticia es que con la buena práctica, las acciones correctas y la constancia de la mano de la paciencia y la alegría, se reactiva sin pérdida alguna de su perfección innata.

La Epifanía, más conocida en España como el día de los Reyes Magos, es una celebración que proviene de culturas muy antiguas, mucho antes de lo que conocemos como Navidad. En fechas concretas asociadas a los solsticios, se congregaban sabios y sabias de todos los lugares para celebrar la llegada del Sol, el resurgimiento del Padre Creador, del Hacedor de Vida, el Gran Espíritu, Wakantanca, Gran Misterio,…. En esta Celebración Epifánica que duraba días, entre cánticos, danzas, ágapes, ceremonias y fuego, se recibían visiones, señales que desvelaban la senda correcta para Caminar en la Belleza, como cuentan nuestros hermanos de la nación sioux. Todos los pueblos originarios de la Tierra tienen estas celebraciones, todos, pues somos Uno y esto no es nuevo, es de siempre.

Escuché los tambores que sonaban a ritmo de vida; los cantos de la Tierra hacían eco en mi corazón; percibí el perfume de las cabelleras lisas, negras y brillantes, la tez rojiza, sus pinturas de paz en el rostro y el pecho, la hoguera al centro. Su cuerpo erguido y digno, estaba al pie de la montaña mirándome y guiando en silencio cada paso. Me entregué a la vivencia y esbocé el programa de una sentada. Diseñé la publicidad con un Atrapasueños al frente, reconociendo y honrando su poder; y lo compartí en la Red desprendida del resultado. Al tercer día, el grupo estaba formado. Todo seguía adelante.

El Ritual tiene la función de conectar presencia y conciencia. De ésta unión surge la sacralidad como una vivencia de integración humana

Ritualizar es una práctica olvidada. En Biodanza y sobre todo en Educación Biocéntrica, rescatamos los rituales de vínculo para recordarnos (volver a pasar por el corazón) la sacralidad de la Vida. El ritual generador de nuestra propuesta era la creación del Atrapasueños según la técnica tradicional de nuestros hermanos sioux. – Más abajo del texto, encuentras la explicación.

Para llegar a la creación del Atrapasueños con plena conciencia del acto creativo, debíamos generar el ambiente adecuado (mi maestra Ruth Cavalcante dice la ambiência en portugués, que según ella no tiene traducción en español pues engloba cuerpo y alma), así que lo primero que hicimos, antes de entrar a la sala, fue un baño de pies y manos con hidrolato de romero (solución de agua por destilación de romero fresco) – Si te interesa cómo se llega al hidrolato, te dejo el link de un vídeo que lo explica muy bien. No sólo es una medida de higiene, dadas las circunstancias del momento; sin pandemia lo hubiéramos hecho igual. Se trata de un hermoso ritual de bienvenida, honrando la presencia del otro ser.

La Vara o bastón de intenciones: Yo Puedo, Yo Sé, Yo Soy.

Después confeccionamos la Vara de intenciones o Bastón de poder.

La “Vara o bastón de intenciones” es un gesto ancestral de apertura de encuentro, recordando el Poder (Yo puedo), el Saber (Yo Sé) y el Ser (Yo Soy). Tenemos ejemplos muy comunes que nos pasan desapercibidos, como son el bastón de la pastora y el pastor para dirigir el rebaño; el bastón del peregrino para apoyarse en su camino y defenderse; el bastón de las ceremonias sagradas que atestigua el poder de la Palabra; el bastón que remueve el fuego para avivarlo, el bastón de mando de los/las líderes comunitarios, …

Cuando voy a pasear al bosque con mi perro Roc, suelo recoger ofrendas que los seres guardianes del bosque dejan a las caminantes en forma de varas, piedras, hojas, flores, semillas,… La vara que hicimos servir para nuestro ritual de inicio de jornada, se encontraba en casa desde hacía tiempo, recogida en uno de mis paseos con Roc, a la espera de un buen uso, y un día de estos en que vas diseñando el taller, me llamó: la rama de árbol quería ser Vara de Poder, así que la pulí con mi Dremel, le gravé un intento de símbolo que quedó en sólo un algo desfigurado (tengo que aprender más) y la dejé preparada en la sala. La rama de árbol estaba bien satisfecha, a la espera del día de ser nombrada oficialmente Vara de Poder.

En ella depositamos nuestras mejores intenciones para la jornada, con palabras que surgieron del alma, hilos de colores y flores tejidas a ganchillo por mi mamá, que de alguna manera quise honrarla.

I así, la rama se convirtió en una hermosa y satisfecha Vara de Poder.

Después creamos nuestro altar donde los cinco elementos (tierra, aire, agua, fuego y éter) se hicieron presentes para inspirarnos en nuestra hermosa jornada. Entre todas las personas participantes, habíamos traídos piedras especiales, plumas, abalorios, incienso, velas, agua,…

Creación del altar: agradeciendo a la divinidad que Todo habita. Yo Soy

Altar, del latín altus=elevado, elevación. Como indica la palabra, era un lugar donde encontrarse con Dios, la Divinidad, el Ser Supremo, el Gran Misterio, la Gran Madre; un lugar donde elevar el estado de consciencia para dar y recibir. Antiguamente solía ser un montículo, una piedra o una cavidad en cuevas, tabernáculos y espacios del bosque. Allí se hacían ofrendas (ofrecer alimentos y adornos artesanales como muestra de agradecimiento por las buenas cosechas y otros acontecimientos) y sacrificios (oficios sagrados, generalmente con sangre (símbolo de vida) de un animal «sacrificado» o matado para el sacro oficio. Con el tiempo los sacrificios dejaron de ser de sangre y se quedaron en actos simbólicos de renuncia interior.

Después danzamos, ¡Cómo no!. El grupo estaba preparado para encontrarnos con gestos de pleno sentido, con el corazón sensible, con el alma despierta. La ambiência la habíamos conseguido entre todas con éxito. Danzamos celebrando el encuentro y la intención, y después nos dispusimos a compartir la comida.


Ritual del ágape

El ágape es la comida de celebración del afecto, del amor. En Educación Biocéntrica, rescatamos su significado originario y lo celebramos reuniéndonos todas las personas participantes del encuentro (profesoras, alumnas, cocineras, y todo el personas que hubiera si estuviéramos en un lugar hospedadas) al rededor de la mesa y bendecirla (bien decir). En nuestro caso, toda la comida la hicimos nosotras así que nos reunimos al rededor de la hermosa mesa llena de platos exquisitos, cocinados con la intención amorosa de compartir y cogidas de las manos, agradecimos cada una a su forma, tanta abundancia y belleza. – Nadie hizo fotografías, así que tendrás que imaginarte la diversidad de colores, texturas, formas que formaban nuestro hermoso ágape biocéntrico-. Sentarse a la mesa después de bendecir los alimentos, imprime conciencia de la generosidad de la Vida en su cuido hacia sus criaturas.

Después del ágape, vino el momento creativo: crear nuestro Atrapasueños con plena conciencia en todos los pasos y el simbolismos de todas sus partes. Aquí te dejo el link con todas las explicaciones.

Pasos para hacer un Atrapasueños originario.

No basta crear con las manos; hay que activar los propósitos, las intenciones, así que recitamos la Oración Lakota, explicando el significado de las palabras (aquí encuentras toda la información) y después danzamos para que la intención se impregnara en cada célula y cada átomo de nuestro ser, reconociendo la semilla de Luz que nos habita y hace posible que los Sueños -los nobles, los dignos, los benefactores- se manifiesten, y los perturbadores se disuelvan con los rayos de la Luz interior, reflejo del Sol.

Terminamos con un Círculo de Cultura y las bendiciones de la Hermana Cierva.

Doce días después, hicimos el ritual de cierre, encendiendo una pequeña hoguera donde quemamos las palabras de nuestra Vara de Poder para que se fundieran con el polvo de las estrellas, pues ya está todo hecho. Después cantamos, reímos y agradecimos todo lo vivido.

Aho!.

A continuación de dejo un vídeo-síntesis de la experiencia. Gracias

Amor y Servicio.

Video-síntesis de Manifestando Sueños con Biodanza con Teresa Tendero
6 de enero de 2021
http://www.universbiocentric.com

Biodanza

La consigna de Biodanza es el puente a la acción transformadora de la vivencia

El Ayuntamiento de Santa Perpètua de la Mogoda, Barcelona, ha decido incluir la Biodanza en el programa de Inserción socio-laboral para mujeres en riesgo de exclusión. Esto ha sido posible gracias a Sandra, alumna del grupo regular de los viernes tarde de Castellar del Vallés, que viendo los efectos de la Biodanza en sí misma, decidió proponer a su concejala los beneficios de incluir la vivencia corporal integradora del Sistema Biodanza en el programa de mujeres del que ella es la técnica. El resultado ha sido una prueba piloto de tres sesiones de Biodanza, como propuesta integradora afectivo-motora en el programa de formación y apoyo que se ofrece a estas mujeres.

La convocatoria ha sido de 21 mujeres pero en la realidad son 16. Esto en sí mismo ya es un éxito debido a que todas ellas están buscando empleo y esto implica una dedicación de tiempo importante, a parte de ser madres, esposas, amigas, hermanas, atender sus casas, sus padres, sus hijos e hijas, comprar, acompañar al médico a sus seres queridos, preparar comidas, cenas, recoger y llevar los niños y niñas a la escuela, a los extraescolares, ir a las reuniones de padres de la escuela, … Si viviéramos en una sociedad donde los valores no fueran exclusivamente masculinos y regidos por el hemisferio izquierdo sin tener en cuenta el derecho (por decirlo de forma diplomàtica), estas mujeres que están en situación de riesgo de exclusión (por no encontrar trabajo con todo lo que ello implica a múltiples niveles), serían bendecidas y bienamadas por la sociedad entera por el bien que hacen a la comunidad humana, aunque ese bien no se base en el mercantilismo del vivir, sino en la con-vivencia del Vivir, de ser familia; aunque esta palabra, como tantas otras,  haya dejado de tener el significado que tenía hace tan solo una generación atrás. Todo cambia muy rápido pero la inclusión de la mirada femenina-feminista, está muy lejos de ocupar el lugar que lo corresponde.

Estas mujeres, a pesar de sus historias personales, no son víctimas de una sociedad enferma, nada más lejos que eso. Ellas son Guerreras en Pie de Paz para decir alto y claro, que ni Ellas ni ninguna mujer más, son mercancía desechable o defectuosa. Ellas son supervivientes de la maquinaria capitalista que sólo valora a la persona por su productividad al servicio del sistema androcèntrico que nos está llevando a la autodestrucción como especie y como planeta. Ellas sólo pueden estar al servicio de la Vida porque no es por ellas, es por nosotras y las generaciones venideras.

Ser mujer en este mundo endurecido y violento, sigue siendo hoy en día un acto heroico en mitad de tanta barbarie. ¿Cómo hacer que en tan sólo tres sesiones estas mujeres estigmatizadas sientan su Poder, el Yo Puedo en sus manos, sus vientres, su voz y su mirada? La mejor manera que se me ocurre es Vinculándolas a la Tierra,  a la Gran Madre; retornando al origen de nuestra esencia y escuchando la Voz de Gaia que nos habla claro y fuerte pidiéndonos coraje para Ser y ocupar nuestro lugar en el mundo. Somos las mujeres, dadoras y sostenedoras de Vida que tenemos ese papel. Eso no excluye al masculino ni mucho menos, pues cada uno hace su papel en la Danza de la Vida. Para restaurar el equilibrio planetario, de todos los seres que vivimos en el planeta, las mujeres necesitamos escuchar a Gaia y reconocer en nosotras la Voz de Tierra. Nosotras somos las guardianas de la Cultura de la Tierra, los hombres nos acompañan en su labor. Nadie es mejor que nadie. Todas las personas, todos los seres humanos, somos iguales a los ojos de Gaia, sin distinciones de ningún tipo. Este es el mensaje que deseo transmitirles a estas mujeres: debemos ocupar nuestro espacio en todos los lugares donde estemos, reclamando la Verdad y la Sabiduría de la Tierra que Ama a todos los seres por igual, los nutre igual y los cobija de igual forma en sus oceànicos brazos. Nuestra misión como mujeres empoderadas es abrazar nuestra singularidad y con ella alzarnos en Pie de Paz para que los valores de Gaia la Gran Madre, sean restaurados y prevalezca la equidad en lugar de la desigualdad,  que la ternura y el respeto sustituyan la violencia y la violación, que la libertad sea vivida y la esclavitud un mal recuerdo, que las mujeres y sus hijas e hijos podamos andar solas y confiadas por bosques y selvas sin miedo a ser violadas, esclavizadas, torturadas, que los hombres sólo empuñen espadas de Luz y Verdad y nunca más de muerte y guerra, … Estamos cansadas, hartas de tanto desamor.

Así, con la fuerza que me da la Madre Tierra, planteo estas tres sesiones de Biodanza, que sin dejar de ser sesiones para iniciantes, tradicionales en su método y puesta en práctica, puedo transmitirles el Amar, el Saber y el Poder de Yo Soy. ¿Cómo? Con la consigna (las músicas vienen después); es en la consigna donde puedo generar el puente a la vivencia transformadora que propone la Biodanza en sus ejercicios. Como facilitadoras, no necesitamos hacer nuevas propuestas de ejercicios, ni inventar a penas nada pues todo lo que ya está construido sigue siendo útil por sí mismo, pero sí podemos y debemos seguir investigando, adaptando las propuestas originarias a las situaciones concretas del grupo y el momento.

Biodanza despierta el alma, y lo hace a través del cuerpo. Esa es la excelencia de Biodanza que la hace tan distinta a cualquier otro sistema y método que se trabaja desde la perspectiva corporal. La apariencia de la forma puede confundirnos, pero sólo en Biodanza encontramos la clave antropológica que mueve todo el sistema: el Principio Biocéntrico y la Inteligencia Afectiva .

Espero acordarme de hacer una foto con las mujeres para documentar mi experiencia.

Saludos.

 

Educación Biocéntrica

Prostitución, salud y acompañamiento desde mi vivencia biocéntrica.

Conocer de cerca el mundo de la prostitución está siendo una bendición para mí. Han sido tres meses de dura adaptación donde he fluctuado entre sentimientos contradictorios que me hicieron dudar de mi verdadera vocación como educadora biocéntrica. Me sentí golpeada por una brutal crueldad que esconde mujeres sagradas que aman como nunca había visto antes.  Detrás de rostros maquillados con exuberancia,  cuerpos semidesnudos expuestos en alquiler, sonrisas amplias y generosas, hay una humanidad tierna, sensible, maternal, profundamente sagrada.

Cuando decidí trabajar con mujeres prostitutas, sabia que mi empeño no surgía por un afán de salvar a nadie, sino de acompañar y compartir el ser mujer en un mundo enloquecido por la posesión, el lucro y el consumismo. He leído mucho sobre prostitución, sus efectos, consecuencias, estadísticas que cifran datos recogidos en grupos de control, análisis, historia de su supuesto origen, relatos de vivencia, y ….  cuando hablo con ellas cara a cara, frente a frente, piel con piel, semana tras semana, agradezco ser mujer porque nosotras las mujeres, somos capaces de cualquier cosa por amor. Nuestro ser femenino interno, profundo, oculto, se manifiesta siempre que encuentra un espacio donde ser y hacer presente la grandeza de la Gran Madre que habita en cada una de nosotras.

Claro está que en cada mujer, la experiencia de la vida la vive de una forma u otra, más ausente, más presente, más furiosa, rebelde, calma, ….. Mi experiencia en estos meses es que las prostitutas son mujeres sabias que han aprendido a conocer al hombre en profundidad, llevándolas a una compasión renovada en cada cita de treinta minutos mínimo.

Compasión se traduce literalmente como «sufrir juntos, simpatizar con el sufrimiento ajeno, ir más allá de la empatía para comprender el estado emocional del otro».  Ellas hablan de los hombres, sus clientes, como si trataran con niños chicos perdidos en un mundo de apariencia y mentira. Las mujeres prostitutas son el continente donde los hombres que acuden a su encuentro, pueden mostrar sus miserias, adicciones, locuras, fantasías, perversidades, …. sin reparo ni miedo a ser juzgados. Ellas son la posibilidad de escapar del papel de hombre correctamente ajustado al patrón estándar que la sociedad les exige, y con ellas juegan a ser sin tener que ser.

Nos cuentan las mujeres, que muchos clientes vienen a hablar, a ser escuchados, a ser mimados y a liberar sus fantasías sexuales reprimidas por miedo a ser rechazados o mal interpretados por su esposas, compañeras y por ellos mismos.  Los hay que descargan tensión acumulada sin miramientos, pero la generalidad habla de nostalgia de amor. ¡Es tan amplio el amor y tan mal interpretado!!! Cuerpos fragmentados por la educación de las partes disociadas entre sí, ajenas unas de otras a la plenitud de amar en libertad.

Estos tres meses de integración, me ha dolido el alma. Ha crujido mi memoria ancestral femenina para romperse un velo imperceptible que nublaba inconscientemente mi ser en la vida. Ha sido a través de sus miradas de mujer, de sus secretos guardados, de su saber femenino que he podido sentir más profundo vinculo con  la sacralidad de la vida.

Las prostitutas que he conocido en el proyecto hasta el día de hoy (unas 40-45 mujeres y dos transexuales), en su mayoría son madres separadas o divorciadas, viudas y también casadas, con hijos e hijas por los que hacer lo que haga falta para que estudien y sean algo en la vida, «no como yo, una puta», dicen. Nadie sabe que la economía que sustenta sus hogares es fruto de la prostitución, ni sus parejas, maridos y amantes. Tienen un altísimo grado de responsabilidad con su familia, sea esta hijos y padres, ya que pueden prescindir con bastante facilidad de su pareja, pero no de sus padres e hijos, asumiendo ellas la sustentación econdómica familiar, con médicos de pago si es necesario, estudios hasta la universidad para sus hijos e hijas y todo lo que necesiten para darles cuanto sea necesario para vivir con dignidad y que no les falta de nada. «Si no lo hago yo, quien lo va ha hacer», dicen con digna aceptación. «Ellos me lo han dado todo», dicen en referencia a sus padres.

Aman a sus hijos e hijas con orgullosa y generosa locura. Cuando hablan de ellos, su cara se ilumina y todo sacrificio vale la pena sin rechistar lo más mínimo. Aguantan humillaciones solo si no han tenido suficientes ingresos para pagar los gastos previstos,  y exigen a sus clientes buen trato, usando el arte de la seducción y la complacencia.  Suelen tener mucha consciencia en relación a los contagios por enfermedades de transmisión sexual y evitan riesgos, no tanto por su vida sino por la de sus hijos.

También hay desesperación, esclavitud, consumo de drogas, mala alimentación, exceso de operaciones de estética para resaltar sus atributos sexuales, adicción a la televisión y al móvil, tendencia a no socializarse con el mundo exterior, desvalorización personal, estrés emocional,…

Mi trabajo como educadora biocéntrica  dentro del equipo multidisciplinar del proyecto, es aportar herramientas para valorizar sus vidas, impulsar la salud y el cuidado de sí mismas, informarlas de los riesgos de contagio de enfermedades de transmisión sexual, ofrecerles estrategias de negociación con el cliente, y sobre todo escuchar sus vidas, sus pensamientos, sus sueños.

En este tiempo con ellas, nunca he oído una queja a no ser por la falta de clientes. De entre las mujeres prostitutas que he conocido estos tres meses, sólo una amaba su trabajo, disfrutaba practicando el sexo con diferentes hombres y se sentía afortunada de hacer este servicio a la sociedad. Para casi todas las demás, la prostitución es la opción para que los suyos tengan una vida digna. Algunas es porque ganan más dinero que cuidando ancianos o fregando casas, y otras pocas porque están atrapadas en una red mafiosa de tráfico de mujeres con escasas posibilidades de liberarse.

Después de tres meses, empiezo a amar a esas mujeres que semana a semana me educan en la dimensión sagrada del amor. Quizás te pueda parecer demasiado poética mi vivencia, pero ¿qué es la vida si no un encuentro con lo poético?

Te sigo informando. Abrazos.

Biodanza

Parirme. Una vivencia unida a Biodanza

Al parir también le llaman «dar a luz». ¡Hay tantas formas y maneras de parir! Podemos hablar del parto en aguas cálidas de hogar, en frío paritorio de cualquier hospital, de cuclillas, sentadas, estiradas, entre quejidos o en orgasmo, con caricias, con «palas» de extracción hospitalaria, con epidural, cesárea, parto natural,… y seguir así continuando espiral de vivencias que resignifican «parir». Pero hoy quiero hablar de parirme, verbo reflexivo que transita por el nacer/morir/renacer, empujándome por canal de dolor/placer,  dejar/agarrar, salir/entrar, temer/avanzar, casi desesperar, para fusionarme en un inconsciente amor, salvaje amor, donde todo parece estar en armónico movimiento.

Tengo el ser desubicado, sin apenas referente. Cansancio desconocido o quizás olvidado. He dejado atrás una vida entera. He limpiado mi piel de todo resquicio de desamor y finalmente, renazco LIBRE, limpia, purificada por el gran tránsito del renacer.

En el Tarot de Biodanza, joya creada por Silvia Eick en homenaje al legado literario de Rolando Toro sobre la sensibilidad y grandiosidad del Ser Humano y su ser-en-el-mundo, hay una carta que simboliza perfectamente mi sentir. Se trata de un Arcano Mayor llamado «El Mundo».

XXI - El Mundo, Tarot de Biodanza by Silvia Eick
XXI – El Mundo, Tarot de Biodanza by Silvia Eick

La explicación dice así: «Delante de nuestra alma se abre un Mundo de posibilidades que se expande con optimismo y alegría hacia la libertad. Eliminadas las fronteras, podemos salir en busca de nuevos desafíos, nuevas amistades y nuevas conquistas yendo más allá de lo que inicialmente imaginábamos. La generosidad divina alimenta con la abundancia a los héroes y heroínas que sobreviven a las batallas«. Le acompaña un poema de Rolando que dice:

Nuestra casa tiene la vertiente

los abismos

el pétalo seco

y el rocío.

Tenemos la lluvia de los trópicos

y el fuego con formas de mujer.

Tenemos las vendimias,

los sátiros y el viento.

Nuestra casa es la inmensidad.

El mundo, con sus cuatro

Elementos, nos acoge y nos brinda

la autofecundación y la

síntesis mágica

de la existencia.

Así me siento: pariéndome, dándome a luz.  Miro de nuevo la carta del Mundo y en la cara del bebé veo al recién nacido y emerge a la memoria el Renacimiento del Proyecto Minotauro de Biodanza, creado por Rolando Toro. A pesar del tiempo transcurrido, recuerdo la belleza salvaje de todo cuanto viví en ese ritual de paso: el canal vivo por el que transitaba el que iba a nacer, la desnudez de artificios, la acogida amorosa, el olor, el calor, la comunidad presente, el gozo de recibir, el orgasmo pariendo, parirse con placer, parirnos en sacra celebración.  

La vivencia en Biodanza, tiene la capacidad de quedarse en la piel reeditando la información, sin importarle el tiempo porque habita en Kairós donde todo es circular. Actúa a lo largo de la vida y evoluciona con ella.

El Proyecto Minotauro utiliza el Mito del Laberinto, como propuesta donde simbolizar la existencia humana repleta de misterios, dilemas, enigmas, incertezas y sabiduría milenaria de vida que surge de nuestro interior para guiarnos. Rolando dice al respecto «la incerteza parece ser la característica del viaje por el laberinto existencial. La llave del laberinto está profundamente inscrita en cada uno de nosotros, como un don divino. Sólo cuando tenemos el coraje de ser fieles a ese don interior luminoso, podemos saber, en cada momento, donde poner la mirada y donde encaminar nuestros pasos». 

Ese don del que hablan muchos pensadores incluido Rolando, es difícil o casi imposible acceder a él con el intelecto ya que habita en la esencia del ser, en el inconsciente numinoso, y se muestra al mundo a través de nuestra identidad. No suele manifestarse en palabras que lo signifiquen porque existe antes que ellas. Es Logos, sonido eterno que nos identifica como seres únicos, irrepetibles, com-unitarios.

Biodanza aporta vivencias capaces de resignificar la existencia.

Cursos

Solsticio de Invierno 2013 en Can Do Major

Este sábado 21 de diciembre celebramos el Solsticio de invierno. Todas sois bienvenidas.

La palabra solsticio viene del latín solstitium, (sols del astro Sol, statum o sistere significa quieto, detenido, por lo que solsticio quiere decir «sol quieto». Éste fenómeno astronómico, viene dado por la inclinación del eje de la Tierra, que genera la noche más larga del año y el día más corto en el Hemisferio Norte.

En esta larga noche, la Virgen Negra, Kali y otros nombres que se da a la Gran Madre, nos ilumina y guía con su Luz Oscura, dejándonos ver todo aquello que a la Luz del Sol no puede ser visto. La Madre Negra nos protege con su manto verde hierba repleto de estrellas para que podemos depositar en Su Brillante Oscuridad todo aquello que no podemos ver en nosotros, que permanece oculto, escondido, oxidado, olvidado a la espera de que el santo Amor de la Gran Dadora, lo acoja en su pecho y lo transforme en luz interior para liberar nuestros dones y talentos.

La Gran Dama Oscura está preñada de su Hijo amado, el Salvador, el Sol que anuncia primavera. Ella acoge toda oscuridad latente y con su sonrisa nos devuelve la integración de Luz/Oscuridad, recordándonos que la Sombra no existe, es una ilusión más de la dualidad.

Esta noche de solsticio es para compartir dones y talentos, honrar-los y después de ofrendarlos a la Madre, festejar-los y celebrarlos, esperando al alba que anuncia el Niño recién nacido, Horus, Sol, Cristo. Por eso os invitamos a ritualizar nuestro espacio con diferentes propuestas: 

  • Meditació del Sol de RED DE LUZ AGARTAM. Aquí teneis el enlace al audio
  • Círculo de cultura. Cuentos, tradiciones orales, leyendas, mitos.
  • Consagración del Árbol. Rescatamos la antigua tradición celta de honrar la Luz (Horus, Señor del Roble,

    Arbol solsticio 2013
    Arbol solsticio 2013

    Lugh Cristo,…) que retorna a la Tierra con el nacimiento del Sol durante el solsticio de invierno. Para atraer la Luz Sagrada renacida, los celtas adornaban un árbol de hoja caduca (solía ser el roble), con ornamentos simbólicos hechos por ellos, para fortalecer la vida del Hermano Arbol, símbolo de conexión Tierra/Cielo, durante los meses de oscuridad hasta la eclosión de la primavera donde brotan frutos y el follaje.

  • Ritual de Santa Maria, planta sagrada. Círculo de meditación y unidad.
  • Juego sagrado de cartas. Tarot de Biodanza.
  • Cantos, danzas, comida, infusiones, bebida para compartir.

Cosas a traer

  • Materiales, objetos, hilos y todo aquello que puedas utilizar para adornar el árbol.
  • Comida y bebida para compartir. Preferiblemente fruta, zumos, frutos secos, infusiones, chocolate.
  • Todo lo que consideres que sea beneficioso para celebrar la Noche más larga, cobijadas por la Virgen Negra y su vientre preñado.
  • Nuestra querida Erika Falcón, Sacerdotisa de la Diosa, nos hace diferentes sugerencias para adornar el árbol. Visita su blog Mujeres del 5º mundo.

Convocatoria

  • Abrimos puertas a las 20h del sábado 21 de diciembre 2013. Cerramos puertas a las 20,20h para iniciar la celebración con puntualidad.
  • Lugar: Can Do Major – Passeig, 81 de Castellar del Vallés
  • Contacto: telf 649 085 439 , email tevazte@gmail.com

Necesario confirmar asistencia.

Feliz solsticio a todas y todos!

Notas de navegación

Océano primigenio, madre oceánica

«Tu y yo no nos conocemos, pero los ritmos internos de nuestros cuerpos escuchan las mismas mareas oceánicas que nos acunaron en un tiempo que está más allá de la memoria«.

Deepak Chopra , en La curación cuántica

Mujer verde bajo el agua. By Paloma Ilustrada
Mujer verde bajo el agua. By Paloma Ilustrada

Esta cita de Chopra, hoy me lleva al lugar donde se gestan comun-unión y hermandad. Allí donde Gran Madre Oceánica acuna en su vientre cantando en susurros las Gracias de la Vida, imprimiendo así en nuestras almas, el bienestar de la gratitud, la salud de agraciar, la sanación que produce dar y recibir las gracias, por ser nosotras y todas las almas, sus eternas portadoras.

Y me dejo mecer entre formas femeninas, vientres de vida y pechos de amor, cuando sin más, aparecen imágenes de mujeres maltratadas, prostituidas, esclavizadas, mujeres violadas, humilladas, sesgadas, desnutridas, apagadas; y no puedo evitar derramar aguas profundas de mi sentir al percibir el fango duro y opaco en el que hombres y mujeres se siguen vistiendo, repitiendo historias de desamor, círculos concéntricos de vidas en ensoñación, ancladas en historias de horror que se repiten de formas distintas, hasta que por saciedad y cansancio, tras mucho huir y desoír, caen de rodillas clamando agua bendita para saciar inmensa sed. Ella, la Madre Oceánica, acude siempre a la llamada, derramando sus aguas de eterno cobijo para toda alma que La solicite.

De nuevo, se hace la calma en mis aguas agitadas. Pachamama transforma dolor en revolución de Amor y Unión.

Mujeres, madres, hermanas, hijas, parientas, comadres, amigas, vecinas, … escuchad las aguas internas. Es momento de amar con furia salvaje, ritualizar encuentros, mantener belleza, forma y ritmo en nuestra danza de impulso ancestral que nos invita a revivir lo sagrado, a sacralizar la vida y restaurar la sonrisa femenina, nuestros bailes, cantos, la abundancia de nuestros vientres, dejarnos ver, sentir, hablar con intuición y seguir tejiendo redes infinitas de amor, libres de culpa y pasado, donde hombres y mujeres en presente y presencia, nutren y sacian sus quehaceres con océanos primigenios que mecen, acunan y cantan.

Es tiempo de amar, de recordar, de ser. Despierta ya, que el día va a empezar.

by Teresa Tendero
by Teresa Tendero

Notas de navegación

Construyendo comunidad

Hay una parte de mí en la que habita el caminante del cielo. Pertenece a la raza roja: el inicio. Con él aprendo el desafío sagrado de la Exploración y la Vigilancia.

Hace dos años, impulsada por Caminante del cielo, empecé los preparativos de un viaje que no sabía donde me llevaría, en qué puertos descansaría, cuántas ciudades recorrería, qué aldeas y paisajes observarían mis ojos, cómo se instalarían en mi piel y qué dejaría correr como el agua de río.

Los preparativos fueron intensos e inesperados, no tanto por lo que llevaría conmigo sino por lo mucho que había de dejar. Poco a poco fui escogiendo con cuidado y detalle cada elemento de mi equipaje, valorando su servicio, descartando lo superfluo. El resultado fue una bolsa de viaje ligera, cómoda, útil.

De los muchos imprevistos que surgieron en la preparación del viaje, el que más me sorprendió fue la aparición de Roca Blanca, el amigo fiel que me acompaña y guía. Yo no quería ninguna compañía pero él lo había resuelto antes. Roc es justo, valiente y libre. Decidió venir conmigo porque es fiel al corazón y no se somete a ninguna forma engañosa de poder a no ser que éste sea el poder del amor indiferenciado. Juntos aprendemos.

Roc con 14 mesos de edad

Cuando iniciamos el viaje, Roc tenia 6 meses. Era un cachorro grande y robusto, acostumbrado al entorno familiar, a la naturaleza, paseos prolongados por los bosques, descanso en la casa donde siempre suena música, ya sea por el reproductor o por los pájaros que habitan nuestro patio, por los maullidos seductores de gatos y gatas callejeros, o por los susurros de las dulces campanas que danzan al son del viento, aroma de pan recién hecho, incienso, noches de velas y alfombra, risas, gritos de niños que juegan a pelota y a mojarse con la manguera, caricias, besos…

Llegamos al primer asentamiento comunitario: una colonia post-industrial. Convivimos durante varios días, entre suciedad, pulgas, personas unidas por el deseo de habitar y rehabilitar un espacio donde ser, ruinas y un río contaminado por la avaricia productiva. Trabajamos duro y nos instruimos mucho. Roc aprendió que hay otras tribus humanas que viven y conviven de formas muy distintas y no hay qué temer. Se ejercitó en distinguir al humano del pseudo-humano, creando estrategias para defender su lugar entre perros y perras, humanos y humanas, experimentando con la autoridad y la obediencia en una tribu ajena a sus costumbres.

A mí me fascinó la capacidad humana de transformar el espacio. Somos capaces de modificar el entorno con gran velocidad, destreza y eficacia. Ésta característica nos permite adaptarnos a cualquier medio, desarrollando mecanismos, ingenios y estructuras que permiten el asentamiento deseado en condiciones óptimas, y así, volamos por los aires, buceamos por las aguas marinas, habitamos en las nieves perpetuas, en las selvas, las ciudades de asfalto, los bosques, los desiertos, las montañas y las llanuras.

Aprendí cuán difícil es la comunicación entre las personas y qué engañosa es la ilusión cuando vive en el imaginario. La in-comunicación no es una cuestión de lenguas sino de relaciones humanas. Existen muchos patrones, creencias y convicciones heredadas que condicionan la manera de relacionamos con el otro y la otra, conmigo y con el entorno. Somos inconscientes del peso heredado de una sociedad donde la sombra se oculta porque es “mala”. Cuando convivimos en comunidad, la presencia de la otra persona posibilita el encuentro con la propia luz y la propia sombra, pero nos cuesta identificar en nosotros y nosotras las distorsiones que ha creado el sistema en nuestro ser. Es más fácil culpabilizar al otro, al sistema, al de afuera. La división cuerpo/alma, mente/carne, ha generado profundos daños que requieren reparación inmediata. ¿Cómo? Reeducando la afectividad.

Hemos viajado por varias comunidades. A veces Roc no ha podido acompañarme pero aun así, al volver a casa, hemos seguido con el entrenamiento de fidelidad al co-razón.

El conjunto de comunidades que hemos conocido, convivido, habitado por un espacio de tiempo más o menos corto o largo, es afín al movimiento político, social, político y espiritual dedicado al cambio de paradigma existencial. Todas ellas tienen un eje central ideológico que las reúne en torno a centro personificado que impulsa el movimiento a una velocidad x. La huella que imprime el eje impulsor es asumida por ideal o convicción o ambas cosas a la vez  y en el transcurso de su dedicación para expandir el movimiento, genera la pulsación confianza-desconfianza que difícilmente podrá superar la continuidad si no es con la observancia del proceso afectivo, la inclusión de la escucha de sentimientos, la utilización de métodos de conectar con la vivencia espiritual y el espacio donde expresar la vivencia de ser miembro de la comunidad, con voz y presencia. No podemos seguir repitiendo patrones antropocéntricos. La liberación de la supremacía humana pasa por la vivencia biocéntrica.

No nos han enseñado a ser libres, y mucho menos a defender nuestra libertad sin luchas, ni agresiones, sin imponer ni exigir. Se hace necesaria la reeducación afectiva. Son muchos y muchas los que han salido a las calles para reivindicar la vida digna, justa y solidaria, al servicio del pueblo y en beneficio del pueblo. Las asambleas siguen en los barrios, en los centros ocupados, en las calles. El activismo une las masas que pierden sus viviendas, sus empleos y sus recursos, se genera hermandad pero se olvida algo muy importante, vital para la continuidad: sacralizar la vida.

Las comunidades que hemos visitado en el ámbito rural, tienen un vínculo afectivo más sólido. El contacto con la tierra y sus ciclos de vida facilita relaciones colaborativas más estéticas, resolutivas y empáticas. El desafío de estas comunidades rurales, en las que sus jóvenes defienden el derecho de la autogestión, el beneficio revertido en la comunidad, la igualdad de derechos y deberes, la corresponsabilidad comunitaria, la ecología profunda, la permacultura, la inclusión, la cultura de la paz, la ciudadanía,… se centra en cómo hacer trascender lo que Freire llama “la adherencia del oprimido al opresor” de campesinos y campesinas que trabajando sus tierras de por vida, se siguen sometiendo al poder de un amo que discrimina, explota y excluye, argumentando que así es como ha sido siempre.

Antecedentes históricos. Nuestras sociedades actuales descienden de comunidades tribales donde la tribu es símbolo de sobrevivencia. Tenemos impreso en nuestros registros acásicos la vivencia tribal que refuerza el sentimiento de pertenencia, de solidaridad, de comunión, fraternidad y hermandad. El ciclo de la evolución nos ha llevado al aprendizaje de entrar en el imaginario, ese mundo placentero disfrazado de múltiples posibilidades donde no hay que hacer más que dejar que las cosas sucedan. No requiere dedicación, constancia, perseverancia, disciplina,… todo surge por el deseo de que así sea. Sus normas se extraen de las leyes divinas o universales, pero hay un elemento infiltrado: el deseo de ganar y ahí el juego ya no es jugar, es sufrir, crujir de dientes le llaman algunos. El aprendizaje se realizará igual, lo que cambia es el camino que escogemos: el sendero del dolor o el del goce.

Se hace necesario el retorno a lo originario. El espacio-tiempo del viaje circular ha llegado a su término, el momento perfecto no se detiene y nos impulsa a la reeducación afectiva, a la vivencia biocéntrica donde la vida es la que organiza el universo y no el universo el que organiza la vida.

Las comunidades que surgen fundamentadas en el deseo de un mundo mejor y en un movimiento pro-vida, están necesitando herramientas metodológicas que potencien el recuerdo de qué somos, qué hemos venido a hacer aquí en la tierra, y hacerlo. Esto no pasa por un trabajo exclusivamente cognitivo, o espiritual, o corporal; necesitamos la integración cuerpo-alma, mente-carne. El registro de toda la información necesaria para vivir el cambio en plenitud de consciencia, se encuentra materializado en la piel, los órganos y las vísceras. Es nuestro cuerpo el que tiene la llave de la conexión que posibilita la reunión, la comprensión de la unicidad, el sentido de la solidaridad exponenciado a lo cósmico. Nuestro organismo está dotado de toda la información necesaria para progresar en un sentido autopoiésico, y es así encontramos que el principal atractor de la evolución a partir de los estados originarios de materia/energía es la vida, y el alimento que la impulsa el amor. Cada acto vinculado a la vida es un acto de amor que nuestro ser reconoce y vibra, haciendo resonar ondas que alteran el orden cósmico, creando universos donde microcosmos y macrocosmos permanecen unidos en una escala eterna de autogeneración y aprendizaje.

La síntesis universal es la continuidad. De ahí que la experiencia educativa del ser requiera diferentes campos de sabiduría: arte, filosofía, ciencia, mística, mitología y espiritualidad. Estos campos son la base de la educación biocéntrica.

La educación biocéntrica. Yo soy educadora biocéntrica. Mi trabajo consiste en crear espacios de integración humana, potenciando los potenciales humanos, propiciando su expresión, reflexión, integración y síntesis para crear y recrear la comprensión del conocimiento de la vida, la valorización del saber en común, como dice Kapra, y acciones que celebren la vida, la eleven a niveles de sacralidad, y impulsen su evolución.

Todos los talleres que ofrezco están basados en mi propia experiencia de vida, en el aprendizaje de vivenciarme como ser en construcción y en la aplicación de la metodología de la educación biocéntrica. Así, cuando me expresaron las dificultades de comunicación y relación humanas entre algunas de las diferentes comunidades que componen el movimiento social y político de Sabadell (Barcelona), les propuse CONSTRUYENDO COMUNIDAD como el espacio/tiempo donde reflexionar vivencialmente qué queremos construir, cómo vamos ha hacerlo, qué estoy dispuesta y dispuesto a aportar y cuál es su valor.

Un taller no es suficiente para generar las herramientas que acompañan el proceso de construcción, por eso este monográfico es el inicio de una trayectoria que podemos llamar Laboratorio de aprendizaje, donde ejercitaremos la maestría de cada una y uno hasta que las alas de la autogestión estén suficiente fortalecidas para emprender el vuelo ansiado.

Para más información clicka Laboratorio de aprendizaje.

Cursos

Ritmo de lo instintivo a lo sagrado

Este fin de semana, 21 y 22 de mayo 2011, se ha celebrado en Can Benet Vives, el Taller de Biodanza y Neuromusicologia titulado RITMO: DE LO INSTINTIVO A LO SAGRADO fundamentado en el trabajo de investigación neurocientífica que Carmen Helena Gessinger y Lilian Rose Marques, didactas de Biodanza, vienen desarrollando desde el año 2008.

Carmen y yo nos conocimos en Milán (Italia) durante la formación de Neurociencia impartida por el departamento de Metodología de la IBF. Durante el año que duró la formación, surgieron vínculos de amistad y sintonía que fueron dibujando la posibilidad de traer a España el excelente trabajo que están desarrollando en Brasil.
Tanto para Carmen como para mí, concretar éste taller ha sido un sueño hecho realidad. Desde octubre del 2010 empezamos a trabajar buscando el lugar adecuado, la publicidad, la forma de difusión, combinar los vuelos, las fechas,… y el fin de semana llegó.
Podemos decir que iniciamos el taller el viernes por la noche asistiendo a un concierto de flautas y tambores chamánicos en Barcelona. Fue también un regalo de la vida conocer a Utara, el artesano que hace las flautas y los tambores, dedicando su vida a divulgar la cultura de los indios nativos americanos con sus conciertos. Su hacer, su amor alegre, sencillo y sincero por la cultura indiana, nos estimuló a asistir al concierto. Fue una grata experiencia.
Dormimos poco pero el sábado despertó el día con un sol radiante que pronosticaba buenos augurios. Y así fue.
Tengo el placer de compartir mis sentires respecto al trabajo realizado en Can Benet. Pienso que acontecimientos como los de este fin de semana son mucho más que un taller experiencial donde aprender nuevas formas de relacionarnos con nosotros, el otro y el cosmos. Desde la vivencia, Carmen y Lilian nos han guiado magistralmente al retorno al origen y, desde allí hemos irradiado ondas armónicas de energía pulsante que viajan a través de la intención, colocándose  en lo profundo, consciente, sensitivo, humano y cósmico del ser, con claras repercusiones en la humanidad entera y nuestra Madre Tierra.
El respeto al orden cíclico de la vida, se ha instalado en las células de cada una de las personas que participamos en la celebración, y ya no hay yo sin nosotros, y nosotros sin la totalidad. Somos Uno. Uno con la savia del árbol ascendiendo de la tierra a los cielos, somos uno con el agua de la vida que fluye, uno con el aire que susurra el canto de la buenaventuranza, uno con la pulsación del cálido corazón de la humanidad,… porque los tiempos son llegados. La tierra nos reclama. Navegamos juntos hacia la conciencia del Ser. El inconsciente numinoso, propuesto por Rolando, se expande.
El fuego del impulso vital se ha encendido con la Presencia. No hay vacío, solo un profundo sentido de vivir integrado en Gaia.
Los tambores han sonado y despertado la conciencia de la sacralidad de la vida. El ritmo ha mecido aguas estancadas por el olvido y el temor, despertando el movimiento pulsante de las fuerzas vivas de la tierra. La sabiduría chamánica, la metafísica, la neurociencia, la alquimia, se han reunido para hacer sonar una única voz compuesta por centenares de alientos que elevan su sonido de la tierra a los cielos, comunicando que la vida está viva y que está en mi, en ti y en todos, porque todos formamos parte de ella, minerales, plantas, animales y humanos.
Combustiones de alegría y afecto, espacios de silencio, miradas, cantos armónicos, tambores sagrados acunándonos en el viaje al reencuentro con lo originario, la Luz.
Algo nuevo ha nacido en mí: la fuerza de la mujer chamán, el canto que cura, el sonido que armoniza, la mirada de la presencia, el abrazo del corazón fiel. Estaba en mí, pulsante, latente, aguardando la certeza, y este fin de semana se ha manifestado con mi plena complicidad. No hay conflicto, sólo ritmo, cadencia, armonía.
Nuevos caminos se muestran con claridad. Las nieblas han desaparecido. La temporalidad se amplifica y el arte se manifiesta con conciencia de la acción. Es tiempo de vida, tiempo de arte, tiempo de amar.
Amar a todos y a todo. Diluyendo estructuras creadas para sobrevivir, divulgando la verdad libre de sincretismos, liberándonos para ser todos Uno.
El universo pulsa e impulsa hacia la unicidad. Los tiempos están presentes. Los ancestros viven en la piel, en la sangre, en el sudor, en los bosques y los ríos,… Es momento de actuar. Gaia nos reclama. Ser y estar para hacer juntos la realidad de nuestro sueño común de prosperidad, alegría y presencia. Ya no más lucha, es tiempo de arte.
Unos seguirán impulsados por el ritmo imparable de la propia evolución natural; otros escogemos continuar con la presencia en la vida como un acto sagrado de servicio y creación. Para mí es expandir mi alegría y mi amor.
Para ti, ¿qué es?
Persigue tus sueños y sé.