Foto: Carla da Paz, en Praia de Requenguela, Icapuí, Ceará, en motivo de la Jornada de Turismo Comunitario para cuidar del "manguezal", cuna de la vida marina, donde se unen las aguas de río con las de mar.
Cuando salgo a la Luz de la Luna, estar aquí o allí es lo que menos importa. És la conexión con la Totalidad que toma significado para ir tejiendo sonidos que se articulan como palabras, que van más allá de la distancia conocida como separación – proximidad. Esas sensaciones son efectos sensitivos del vivir y el convivir. Me pregunto si la clave es el placer que provoca la conexión más allá de las palabras, de las lenguas, las frases, los idiomas, los órganos sensitivos que se excitan y danzan y se entrelazan en un juego, una brincadeira hermosa donde el Ahora siempre está presente, de una forma u otra, con sus matices singulares del lugar.
Agora é tempo da vivir com uma clareza que as campanas sonan en tudo lugar, em toda nación, país, raza, color, … singularidad alguna, manifestación cualquiera da Grandeza que é Viver.
Hoy, la Internet nos permite vivenciar la red, net, xarxa. El uso que hagamos, es nuestra responsabilidad como personas que componemos la Humanidad. – El otro día, oí como un chamán peruano le decía a un buscador que, antes que ser Humanidad hay que Ser Humano.
Ser Humano es más que ser blanco, negro, amarillo, oriental, paquistaní, indiano, portugués, español, catalán y brasileño; eso son singularidades hermosas de la manifestación Ser Humano. También podríamos Ser Luz, Luxe, Lux, Lujo; Vivir en la/de Luxe; Ser Luz del Amanecer, justo ese momento en que la respiración se hace más lenta, más consciente de la Grandeza del Astro Rei. Ser La Luz de la Divinidad que se asemeja a un éxtasis de cosmogonia cosmológica, mística, artística, científica, filosófica, pragmática, política, donde razas, colores, formas, y demás, danzan al encuentro del otro, de la otra, entre Elementos: Agua, Tierra, Fogo, Aire, Metal.
Los Elementos despiertan lo que podemos llamar Instintos, en el sentido que lo hace Rolando Toro, creador del Sistema Biodanza. Los Instintos sólo pueden desarrollarse en una comunidad anímica-espíritual que acceda a vivir la Integración Humana como una parte más del Vivir y el Con-Vivir.
Hoy es Luna Llena Aquí y Allí. ¿Dónde está la importancia en una u otra perspectiva de la misma visión o visión colectiva? ¿Será que Aquí es más importante que Allí o al revés?. Acredito que no. La Educación Biocéntrica proporciona lo que podemos llamar de Visión Circular como metáfora del Vivir y el vivenciar.
Visión Circular es una visión en círculo, que es una de las formas bellas de experiencia y la que configura la vida en la Tierra (ver Proporción Áurea). En círculo ocurren muchas cosas simultáneamente:
- todas las personas pueden mirarse sin que nadie quede oculto, de aquí la importancia que el círculo esté bien hecho.
- la vivencia del círculo potencia valores de igualdad, equilibrio, unidad, pertenencia y estimula acciones pro-vida
- biológicamente el organismo reconoce el círculo y estimula el sistema endocrino proporcionando la sensación de sentir-se viva, de Ser Humana Viva.
- el círculo es la representación sacra del inicio de la Vida y se representa como 0 en el sistema binario.
- es fuente de conocimiento ya que se une lo sagrado con lo profano, el ladrón con el usurero, el rufián y la dama, la sirvienta con el amo, y así de más, en una única ronda de sentires, donde cada cual expresa su humanidad como más le place, acompañado de una musicalidad pedagógica biocéntrica facilitada por una facilitadora-educadora, maestra vocacional, activista, artesana, diplomática, madre, hija, abuela, abuelo que dice, se expresa, comparte, siente en comunidad.
- el círculo es un espacio de co-creación.
La vivencia comunitaria en círculo propicia el diálogo, las controversias, las diferencias de opiniones, diferentes formas de expresar,… todas ellas hablando y contando su historia, su viaje, su relato existencial de vida, en círculo, alrededor de un Fuego, de una hoguera, de una vela, un altar; en el mar, la montaña, a floresta, mata, duna, campiña y lugar. En cada comunidad humana, el círculo es sagrado. Nunca se puede olvidar esto. La comunidad es sagrada; lo dice la misma palabra (com-unidad- vinculados biológica y sensorialmente por el sacro o hueso de connexión). La sacralidad es la vivencia de lo Sagrado, Sacro, Chakra, y si percibimos la Vida también como algo sagrado, estamos vinculando inconsciente y consciente, de nuevo desde una percepción circular.
La Visión Circular de la Vida siempre tiene un retorno para completar el círculo y seguir expandiéndose exponencialmente. Esa pulsación cósmica, esa batir las alas, el pulsar, es belleza también.
Belleza es una palabra que tiene su propia historia, su particular recorrido. Si ese recorrido transciende la linealidad hasta conseguir la visión circular, y a ésta le añadimos la visión fractal, Ver se multiplica en infinidad de posibilidades de acción con consciencia bio-orgánica, cosmogónica, crítica, constructiva y dialéctica.
Cuando usamos la forma verbal Ver, estamos hablando de una acción. El infinitivo de los verbos evoca acciones, y como las acciones son duales, sabemos que potencian la vida y la muerte. Nuevamente aquí, la Educación Biocéntrica, se centra en la Vida, principio biocéntrico de Rolando Toro, pero va más allá y se nutre del pensamiento complejo de Edgar Morin y del hacer pedagógico de Paulo Freire, para promover acciones pro-vida que reviertan en la Vida.
Acción en sí misma es Vida, No-Acción es Muerte. Como Humanidad ya hemos vivido la Muerte, ahora toca vivir la Vida, acostumbrarnos al Buen Bivir, y tomar consciencia de ello, valorarlo en su justa medida, compartirlo y construir juntas el Conocer, Knosos, Know. Es Tiempo de Conocer la Vida. La manera que tenemos los humanos de conocer, es vivenciar.
Como seres intelectuales y cultivadores de intelecto , nosotros cultivamos también la Acción Mayor. La vivencia de la dualidad, en Educación Biocéntrica es abordada con vivencias pedagógicas diseñadas a partir de experiencias de fusión con los pensamientos de Paulo Freire, Rolando Toro y Edgar Morin, junto con las experiencias de Ruth Cavalcante y Cézar Wagner en su saber pedagógico, que dieron el fruto de la Educación Biocéntrica, para estimular la Acción Transformadora. Una expresión cosmográfica de Acción Transformadora podría ser el símbolo del Tao.