Educación Biocéntrica

Ausencia de presencia

Hace dos años que colaboro con la entidad Creu Roja (Cruz Roja) de mi pueblo en un proyecto para la prevención de Autolesiones y la gestión de las emociones en jóvenes de 3ª y 4ª de ESO de todos los institutos de mi comunidad. De hecho, el primer año sólo fue para 3º pero la buena acogida del proyecto ha hecho que este año incluyeran también las clases de 4º. Esperamos que se vaya ampliando a 2º de ESO y también a bachillerato.

El proyecto surgió a partir de que en los institutos detectaron un incremento escandaloso en la práctica de autolesiones entre los jóvenes de 3º de ESO y un índice muy bajo de autoestima justo después de la pandemia y, sigue aumentando hasta el día hoy de forma verdaremante alarmante. ¿Cómo se detectó? La actitud en clase es uno de los síntomas de alarma, pero sobretodo porque se repartieron cuestionarios anónimos en los que se verificó que, en cada aula de instituto, donde lo normal es que haya entre 26-30 jóvenes, el año pasado se detectaron entre 1-2 jóvenes que se autolesionaban físicamente y este año, el número es de 3-4 jóvenes por aula, lo que quiere decir que emocionalmente están en un grado de autoestima cada vez peor.

Desgraciadamente el proyecto es sólo una vez al año, durante los meses de noviembre y diciembre, haciendo un taller por aula de una hora de duración. Es de risa la incidencia que podemos hacer en estos procesos, pero es lo que hay.

Mi colaboración con Cruz Roja es como educadora biocéntrica dentro de un equipo formado por dos técnicas de educación e integración social, y dos estudiantes de Integración social en prácticas. La visión biocéntrica que aporto al equipo, ha permitido que dejáramos aparcadas las diapositivas y la clásica charla, repitiendo el patrón unidireccional de emisor-receptor en el formato “las/los que saben” informan y dan las soluciones a los alumnos y alumnas (según la etimología de la palabra quiere decir discípulos, lo que me invita a preguntar ¿de quién o de qué?), y hacer una propuesta biocéntrica basada en la vivencia, interactiva, dinámica, reflexiva y pre-reflexiva, donde el sujeto individual y el colectivo son una entidad viva y por tanto está en constante transformación. Esto implica que reconocemos que cada aula es distinta, hay individuos distintos, singulares, con necesidades singulares, que requieren vivencias pedagógicas capaces de conectar con la complejidad del individuo y la del colectivo. Como dato quiero decirte que en todos los institutos las aulas de varias líneas, están distribuidas de forma que en unas están las personas más estudiosas y menos «conflictivas», o sea, que molestan menos; y las aulas donde reúnen a todos aquellos seres que presentan dificultades en el aprendizaje, en la atención y en el comportamiento considerado no adecuado. Esto es así y es muy preocupante porque indirectamente, si podemos decirlo así, etiqueta a los estudiantes, los encasilla, aunque después hagan la semana de la violencia de género y llenen los pasillos de las mujeres y hombres asesinados, o se empeñen en hablar con el género neutro para que todo el mundo se sienta incluido y cosas así que, en sí mismas, parecen pedagógicas, pero se quedan solo en una capa muy superficial confundiendo a los jóvenes que están aprendiendo a «ser en el mundo» con mensajes contradictorios, carentes de integración real y coherencia existencial.

Como te decía, volviendo al proyecto, a pesar de que las educadoras e integradoras sociales tituladas y las que están en prácticas tienen verdadero interés en desarrollar un trabajo integrador, continúan aplicando técnicas y herramientas que han aprendido en sus formaciones, que si bien funcionan, lo hacen hasta sólo un punto ya que siguen estando fundamentadas en el paradigma antropocéntrico, o sea, la sacralidad de la Vida brilla por su ausencia. Aun así, el equipo con el que estoy colaborando es totalmente permeable a todas las propuestas biocéntricas que hago. De hecho se sorprenden gratamente de la efectividad de la metodología biocéntrica integrativa (MIB), sobre todo porque cuando entramos a las aulas y nos encontramos con jóvenes sentados en sus pupitres individuales o de pie hablando, lo que realmente encontramos es un alto grado de complejidad humana que nos pide actuaciones diversas que se adapten a las necesidades reales del momento y del grupo y no sirven las propuestas donde el individuo y el colectivo se percibe como un estándar. Necesitamos acciones que verdaderamente muevan y transformen su «estar» para que ese estar se convierta en un Ser en el mundo, participando de la Vida y tomando parte de su evolución constante. La gran noticia es que el método biocéntrico integrativo funciona. Siempre. Con la educación biocéntrica conseguimos que, sea cual sea la situación con la que nos encontremos y te aseguro que a veces no es nada fácil, eso que llamamos Vida, ocurra, se manifieste, se exprese, sea.

En general y de una manera sistemática, en todos los institutos que visitamos, nos encontramos, a excepción de muy pocos (por cada aula uno o dos jóvenes quizás) a jóvenes tremendamente desmotivados, frustrados, enfadados, sin perspectiva de futuro, sin determinación, con cero motivación para participar en las propuestas. Son como hojas movidas por el viento que van o vienen según sople el aire y, como mucho deciden cerrarse en su mundo como protesta a todo lo que viven y no saben manejar. Pues bien, lo primero que hacemos es retirar las mesas y poner las sillas en círculo. Eso, en sí mismo, ya genera un movimiento que nos permite situarnos en una posición de acercamiento y de igualdad. Después, cuando empezamos a dialogar hablando desde el corazón, sin lecciones que dar sino compartiendo saberes, se van destacando algunos y algunas alumnas y van compartiendo poco a poco.

El ambiente de aprendizaje-desarrollo se va generando con las propuestas biocéntricas y cuando llegamos al movimiento-vivencia, entonces es cuando surgen las risas abiertas, la alegría ha dominado el espacio de encuentro y con ella, la energía ha cambiado en su totalidad. Es como si se hubiera hecho la Luz. Después volvemos a la reflexión ampliada, a revisar lo que ha ocurrido en ese tiempo-espacio. En ese momento suelen surgir muchos silencios de introspección, de reflexión ampliada, silencios que hablan de darse cuenta de que no siempre hay palabras para decir y sí hay la corporeidad viviente.

Al final, siempre, repito siempre, hemos conectado. Unos más receptivos que otros, pero hemos creado juntos la conexión y eso es lo que importa. Nos hemos escuchado mutuamente, hemos dialogado con la mirada, con el gesto, y hemos dejado una semilla en cada uno de ellos y ellas; depende de cada quien lo que haga con esa semilla. Eso ya no está en nuestras manos. Lo que si está en nuestras manos es haber hecho lo mejor que hemos sabido hacer y, en ese hacer, hemos aprendido todas, y aquí yo también me incluyo, porque es en el ejercicio de las vivencias pedagógicas, de la puesta en marcha, de la improvisación, cuando voy percibiendo aquello que preciso mejorar, aquello que ha servido, aquello que no conviene repetir y lo que sí. Esa es nuestra labor: aprender siempre. De momento solo es una vez al año y resulta tan poco, tan ínfimamente poco, que solo queda seguir adelante sin vacilar. Cada segundo cuenta en este momento de la historia de la humanidad y de la Tierra.

La hora que tenemos para cada aula, ha pasado volando. La alarma de la fábrica-escuela donde deberían aprender a Ser aquello que son y no lo que deben ser según los patrones establecidos por un sistema de esclavitud y desprecio a lo humano, ha sonado con estruendo indicándonos que ya se ha termino el tiempo de nuestro encuentro. Entramos en cada aula como unas desconocidas y nos despiden con sonrisas, algún abrazo improvisado, un ¡Volved pronto!.

¿Por qué te cuento todo esto? para que tú que lees esto, que de alguna manera has llegado hasta aquí por resonancia álmica, sigas insistiendo en tu labor de amor, en tu servicio a la vida, sea cual sea la manera en que hayas decidido ofrecer tu apoyo a la Gran Madre. No importa lo que te encuentras fuera, con lo que te encuentres más allá de ti, puede transformarse si persistes en tu centro vital, donde el alma nos habita y es ella la que habla y dice, no tu ego. Obvio que necesitamos nuestra singularidad, nuestra mente, nuestra corporeidad vivida y es esa vivencia de la corporeidad la que puede sembrar semillas de Luz que despierten las almas atrapadas en la ensoñación. Recuerda que si encarnamos en este momento y decidimos hacernos facilitadoras y educadoras biocéntricas, es porque asumimos nuestra misión aquí en la Tierra que habitamos. No podrás rescatar a nadie si no te rescatas a ti primero. No pretendas ayudar a otras si primero no te ayudas a ti misma. Enseña con el ejemplo de tu bienestar y de tu biendecir.

El cambio de Era nos pide un cambio interior que nos recuerde qué somos. Sólo con la transformación interna podemos llegar a una transformación colectiva real, sembrando paz donde hay discordia y armonía donde hay lucha. Cada quien es libre de escoger qué hacer con lo que recibe, así que ocúpate sólo de sembrar acciones provida con tus actos. Todos nos necesitamos unos a otros, y los jóvenes de la tribu humana nos necesitan más que nunca porque el futuro es lo que sembramos ahora y merecemos un mundo mejor. Por las generaciones venideras y por todos nosotros.

No estás sola, no estás solo. Somos muchos ya, cada vez más. Sigamos unidos en lo único que importa: la Vida.

Amor y Servicio

El vídeo de la semana en mi canal de YouTube Teresa Tendero
Notas de navegación

¿desde dónde?

La intención es energía focal con la que dirigimos acciones que construyen y descontruyen. Ambas fuerzas son imprescindibles para la evolución de la Vida.

A veces me pregunto qué sentido tiene escribir, decir, dialogar, cuando todo parte y regresa al mismo lugar; ese lugar que no es lugar, que es percibible y percibido, donde Nada es Todo y el Todo es Vacío Pleno. Me cuestiono la vida como una caminante sin rumbo más que el vivir, sabedora en el núcleo de la célula, que experienciar es lo que cuenta. Ese contar es autoreferenciado.

Autoreferenciado quiere decir que todo lo que percibo que es el vivir tiene como referencia mi propia visión, mi momento, el instante en el que estoy navegando, el tiempo de navegación, el aire que me lleva y que me aquieta, …Yo soy la referencia, más ¿qué es Yo Soy?.

En los sistemas de dominancia, sean encubiertos y descubiertos, sutiles y densos, frágiles y pesados, la referencia del ser naciente, siempre se halla fuera del sí mismo. Para las pedagogías modernas, basadas en estudios, investigaciones y análisis segmentarios, Ser en el mundo es personalizado por nuestra madre, padre, abuela, abuelo, maestras en la escuela, ídolos de las artes, gurús espirituales, avatares, y más recientemente influencers y otros… Siempre fuera de nosotras mismas, siempre alguien a quien poder parecerse, a quien seguir, a quien superar, a quien combatir. Si bien esto parece la mejor propuesta para enfocarnos hacia un destino que nos satisfaga, desde una mirada biocéntrica, esta perspectiva sigue alimentando la ilusión de la separación, donde para Ser hay que ir hacia algún lugar, una meta, un destino donde llegar.

Esta perspectiva de Ser, no ha sido ni es así en todas las partes del mundo. Los pueblos originarios de la Tierra, las culturas que guardan y mantienen la sabiduría de la Marona, la Mare, la Pacha, de la Gran Madre, se referencian en la Vida representada en todo lo viviente.

la Vida es Somos y Soy


Aunque cambiante en su forma, la Vida Es permanente; lo cambiante, lo que muda es la expresión dinámica de Ella que se destruye y construye al ritmo de la evolución: yo conmigo, con la otra, con el cosmos, tal como propone Rolando Toro.

Desde la mirada androcéntrica, referenciarse en la Vida carga etiquetas de: primitivo desde la omnipresente ciencia; animismo desde la immaculada iglesia católica apostólica romana y sus derivados religiosos; y de simple desde la compleja emocionalidad urbana (añadiría europea pero aunque sería apropiado, estaría olvidando todos los pueblos originarios de la misma Europa que forman parte de la Cultura de la Tierra, aunque silenciada).

Cuando la referencia es la Vida, no hay cómo no percibir la pertenencia pues es el estado natural de todo lo viviente. Al identificarnos en lo personal o la expresión dinámica, evolutiva y cambiante del ser, perdemos el centro y por mucho que en nuestro lenguajear hablemos de biocentrismo, sigue siendo mente. Moojibaba dice que lo personal es como las nubes en el cielo: solemos encantarnos en sus formas, sus colores, … pero las nubes son pasajeras, como todo lo personal. Aquello que permanece es el cielo. Mientras nos sigamos creyendo nubes siendo cielo, pasaremos de un estado de percibir a otro, según el viento que nos sople.

La dualidad del pensamiento reduccionista, ahora sí añado, de la vieja Europa, ha potenciado la separación hasta su propia muerte y consecuente transformación; porque en la Vida sólo perdura lo que permanece y lo que perdura tiene el nombre de Amor, como el estribillo de la canción de SIlvio Rodríguez Sólo el amor, que dice así:

(...)
Sólo el amor alumbra lo que perdura
Sólo el amor convierte en milagro el barro
(...)
Sólo el amor engendra la maravilla
Sólo el amor consigue encender lo muerto

Aquí te dejo el video de la canción entera por si te apetece escucharla.


La palabra Amor alberga un conocimiento eterno, fractal, universal y autoreferenciado. El uso y abuso indiscriminado que se ha hecho de ella, nos ha llevada a confundir la ilusión con certeza y ante tanta locura, ¿cómo discernir la Verdad?.

El tiempo presente, la nueva era de la evolución, nos pide regresar a lo que en geometría sería el punto que es círculo que es Cero para replantearnos creencias, costumbres, maneras de hacer, de percibir y de pensar. Prácticamente todo o casi todo lo aprendido está contaminado de egocentrismo y el ego al centro ha dado todo de sí. Ha llegado el momento del cambio, y aunque el cambio se dará sí o sí por la propia inercia de la evolución, requiere total atención, máxima atención. Para sembrar semillas sanas debemos estar desnudos de pasado, desnudos en presente.

«estar con» nos separa

«ser con» nos une

Vamos a conseguirlo juntas, no hay duda; no hay como no conseguirlo porque la evolución no se detiene pues es Vida. Ni tan sólo en la muerte se detiene pues es transformación. La clave para saber si vives o estás muriendo puede ser ¿desde dónde percibo lo que percibo? ¿qué hay en el último de los últimos desde dónde? Sólo Allí podremos construir lo construido y reiniciar unidas lo que fué desunido.

Amor y Servicio

PD. Aprovecho para comunicarte que durante el mes próximo voy a dedicarme de pleno a mi proyecto Cuentos biocéntricos: cuentos ilustrados para disfrutar contando y leyendo con grandes y pequeños, en comunidad de dos o más, para crear el conocer y el conoci-miento.

Nos vemos a la vuelta. Disfruta.

Educación Biocéntrica

Celebrando la cosecha

Síntesis final y celebración de Sueños, creencias y pactos de Amor

Este post es la continuación y el cierre del proceso de autoindagación generado a partir de un sueño revelador en la noche pasada. Como todo sueño revelador, anidaba un mensaje oculto a la espera de ser encontrado. Para hallarlo, utilicé la metodología de educación biocéntrica que aunque está diseñada para trabajar en grupo, la he usado para ayudarme a desgranar el tesoro escondido y ha sido tan eficaz que me complace compartirlo contigo. Siento que todo lo que me sirve en mi proceso de crecimiento personal, puede inspirarte también a tí en tu propio caminar, y también por qué sé que lo que nos ocurre a una como sujeto individual, repercute en el sujeto colectivo, y así vamos recordando, limpiando memorias antiguas, reeditando hechos del pasado que permanecen a la espera de ser mirados, amados, honrados y dejados ir para desvanecerse como nubes en el cielo, y continuar nuestro viaje más ligeras si cabe, más libres. Por nosotras y por las generaciones futuras.

Para que puedas entender todo el proceso desde el principio hasta el final, si lo consideras oportuno, te invito a que leas primero el post anterior (aquí te dejo el enlace De sueños, creencias y pactos de amor.) Esto te ayudará a seguir el hilo conductor de todo el relato y a entender la dimensión integradora de la metodología biocéntrica. Si ya lo leíste o no te apetece leer tanto, mi deseo es que te inspire, más que eso te diría que mi deseo es que te llegue como lluvia de primavera, mojando la tierra y reverdeciéndola con su más bello resplandor. Agradecida por haber llegado hasta aquí.

Creando la síntesis final

Había conseguido desgranar el mensaje oculto a través de las palabras generadoras: la creencia del abuso se ha disuelto al verla. Yo no soy la creencia, soy la que la percibo. Esto me permitió sentarme en un espacio interno de reconocimiento al camino andado y abrazar la oportunidad de soltar la creencia me mantenía con la silenciosa y no vista necesidad de protegerme. Ya no tiene sentido; el aprendizaje se ha dado y no preciso protegerme más. La Vida me protege. Yo Soy la Vida. Sonrío satisfecha por el camino recorrido hasta llegar aquí.

En educación biocéntrica, el proceso de aprendizaje-desarrollo no se termina en la creación del conocimiento, que en este caso corresponde al post anterior. Para que lo reconocido se integre y germine en la tierra fértil de nuestro interior creando acciones transformadoras reales, precisamos continuar acompañando el proceso hasta el cierre del mismo con la síntesis final y la celebración de la cosecha.

La síntesis final es una creación grupal, generalmente artística, de todo lo vivido en el proceso de conocer. Este momento es de vital importancia para que la integración se dé vivencialmente en el cuerpo generando un vórtice de energía implosiva que reedite la memoria celular y restaure al Ser a su condición originaria. Por eso motivo usamos la expresión artística, ya sea danza, interpretación teatral, amasar con arcilla, etc. Más tarde te explicaré el sentido de la celebración de la cosecha como práctica pedagógica de cierre del proceso. Por ahora, déjame continuar con el relato para que puedas acompañarme en todo el proceso.

Había llegado el momento de la síntesis final. ¿Cómo iba a crearla sin grupo?. Al cuestionarme este hecho, percibí que nunca estamos solas; me acompañaban presencias que no necesito identificar pues me basta con sentirlas presentes. La soledad no existe; -no hay separación- me dije, así que cogí mi cuaderno, la caja de colores, las acuarelas, el pincel y, lápiz en mano me dispuse a plasmar lo que surgiera. Cerré lo ojos para intensificar la conciencia del momento sagrado. Entonces, de imprevisto, empecé a llorar.

Las lágrimas aparecieron como un manantial de agua fresca, pura y abundante, libre de residuos y contaminantes. Lloré y lloré y seguí llorando hasta que la página de mi cuaderno, quedó inundada con las aguas de mi alma que ya no era mía, era el Alma de mi linaje familiar. Y de a poquito, como flotando, ella fue surgiendo, azul, sonriente, la que me habita, la dama de agua que juega, ríe y danza, canta, llora y se encanta, con pies de pez y piel de seda, entre delfines y ballenas, arrecifes de coral, algas y arena.

Allí estaba la sirena que me habita. Yo Soy- dije. Me reconocí en ella y desde entonces mis aguas no cesan de sonreír.

Yo Soy la que Danza en las Aguas de la Vida

Después, al contemplarla, surgió un poema que comparto contigo porque tampoco es mío ya; es nuestro, de todas.

Soy Yo, Yo Soy La que Danza en las aguas de la Madre
y con su danza mece el vientre que la parió.
Soy Yo, Yo Soy La que nutre con su risa y disipa la niebla de la prisa,
La que canta sin hablar y sueña contando.
Soy Yo, Yo Soy La que ve y escucha en la Noche oscura,
y cuando la Luna aparece,
aúlla tan alto y fuerte que se funde con la hermana Loba.
Soy Yo, Yo Soy la mujer, la madre, la hembra fecundada
de océano y mares vivos.
Sí, Soy Yo.
Yo Soy

Celebración de la cosecha

Había llegado el momento de cerrar lo vivido. En educación biocéntrica, el cierre del proceso de aprendiazaje-desarrollo se hace rememorando la tradición de los pueblos de la tierra que celebran la generosidad de la Gran Madre al término de sus labores comunitarias. Ruth Cavalcante, la creadora de la Educación Biocéntrica junto con César Wagner, se inspiraron en esta hermosa tradición y así crearon la Celebración de la cosecha, que es el momento de recordar lo vivido, honrarlo y celebrarlo.

Celebrando mi cosecha recuerdo las palabras generadoras que sembré en el primer relato (abuso, engaño, abundancia); ellas han dado hermosos y jugosos frutos que he recogido en forma de creación artística, y ahora, para reconocer y agradecer lo vivido, me pongo en pie, desnuda cual sirena y agradeciendo a todas mis ancestras y ancestros, suelto lo vivido pues el pacto se ha cumplido. Soy Libre.

Gracias, gracias, gracias.

Te dejo la música que me acompaña en este momento.

Amor y Servicio.

Te sugiero que cierres los ojos y te dejes llevar allí donde tu alma quiera llevarte. Confía.

Educación Biocéntrica

El arte de la facilitación desde la mirada biocéntrica

Facilitar significa «hacer más sencillo, más fácil, la posibilidad de algo o la obtención de una finalidad. Desde la mirada biocéntrica, ese algo o finalidad es la Vida, la Vida al centro que decimos. Esta frase tan simple, contiene en sí misma dos grandes «enigmas» que conviene profundizar para comprender la magnitud y el alcance de su significado. Uno de ellos es la Vida ¿qué es la Vida? ¿cómo la percibimos?, ¿qué sentido tiene?. ¿cuál es su objetivo?. El otro es el Centro. ¿qué es el centro? ¿A qué se refiere en términos de Vida? ¿Dónde se halla el centro? ¿Es un lugar, un estado, una referencia, una guía?. En los espacios biocéntricos, como facilitadoras, educadoras, profesoras, da igual el nombre que uses, estas dos palabras: Vida y Centro requieren una atenta mirada ya que son el fundamento de nuestra formación y desarrollo como facilitadoras de procesos de integración, que es el tema que nos ocupa.

Desde la perspectiva antropocéntrica, la facilitación de grupos es entendida como el rol que desempeña una persona para ayudar a un grupo a conseguir alguna finalidad concreta, mediante herramientas que faciliten el consenso y el consentimiento (aunque este último no suele nombrarse mucho según mi experiencia). Esta visión mantiene al facilitador y facilitadora en la distancia, como un observador y observadora que sabe qué y cómo hacer para que «todo salga bien» -¿te suena la frase?-. El facilitador-a gestiona el grupo desde la posición de la que asume que el sujeto individual y el sujeto colectivo es carente, carece de, le falta la capacidad de auto-gestionarse, de autonomía, de auto-organizarse y por tanto necesita la figura de la que sabe, de «aquella que posee el conocimiento, los estudios, la preparación» para guiarle en la resolución de lo que le o les ocupa.

Así es como nos educa el Imperio: por una lado hay los que saben y ocupan posiciones, cargos y lugares estratégicos, que dictan las normas para que otros, adiestrados debidamente, «enseñen, guíen, conduzcan» a otros a ser la mano de obra del sistema, los esclavos del imperio, con estrategias tan sutiles y refinadas que nos hacen creer que «todo es por nuestro bien».

Desde la mirada biocéntrica, el ser humano es libre y completo en sí mismo, con todos los potenciales genéticos inscritos en su ADN para desarrollarse como el Ser verdadero que es, para goce y disfrute de la Vida: Unidad indivisible y única realidad. Esta visión coloca al ser humano en el nuevo paradigma existencial donde el yo deja de ser egocéntrico, o sea personal, para expresarse y vivenciarse como el Yo aliento activo del Bien Común.

Delante de este nuevo paradigma existencial, el papel de la facilitadora deja de ser de salvadora (maternal o paternal muy común), para pasar a ser agente de creación de atmósferas donde el principio de autosostenibilidad de la Vida, también llamado principio biocéntrico, se manifieste no para el bien del grupo, sino con el grupo, desde dentro, participando de los círculos de cultura como parte integrada del propio proceso de transformación. Eso es clave en educación biocéntrica y altamente revolucionario, porque dejamos de ocupar un rol para ser parte viva de la construcción comunitaria, desde dentro hacia fuera y hacia dentro nuevamente, en movimiento continuo de espiral concéntrica que refleja el patrón toroidal de la Vida.

Este gesto casi podríamos decir que es heroico en sí mismo puesto que, como humanos, nos lanza al abismo del encuentro con el Minotauro: el espejo de lo que no me atrevo a mirar por miedo. Pero ese miedo es la llave del paraíso ya que en la imagen del monstruo cornudo se halla oculta la verdadera historia de amor de la Bella y la Bestia, de la fusión del Ser Uno, completo en sí mismo. En este viaje trascendente precisamos desnudarmos de creencias, juicios y valores aprendidos, para reconocer las artimañas de la mente menor, sus trucos, sus escondites y sus estrategias de entreten_i_miento que nos han mantenido atrapadas en lo personal muchas veces sin tener clara consciencia de ello.

Te sugiero que practiques la autoevaluacion como herramienta diaria indispensable. Practica la escucha del latido de tu corazón, los armónicos que resuenan en ti para distinguir el pleno sentido de lo que sólo es apariencia. Toma distancia de las palabras bonitas que esconden carencia, de los gestos amables aprendidos, de las sonrisas postizas. Pueden confundirte y entretenerte en tu camino.

Para las facilitadoras biocéntricas, profesoras de Biodanza, educadoras, terapeutas, maestras, madres, mujeres, amantes, humanos … el Centro es el Punto Cero, el Vacío. Está en cada célula de tí, de tu cuerpo, de tus cuerpos, de todos los seres vivientes. Continúa curiosa por el saber; lee a Edgar Morin, a Kepler, Maturana, a Zecharias Sichin, David Bohm, Robert Morning Sky, Dan Winter, y muchos otros autores que te puedan inspirar. Ábrete al conocimiento transdisciplinar y sumérgete en campos diversos, nuevos, más allá de tu zona de confort; deja lo personal y marínate en lo transpersonal. Investiga en la Geometría Sagrada, la visión fractal, el arte, la antropológica, … ; dibuja y colorea mandalas, practica la contemplación y el silencio, escribe, pinta, ríe, diviértete, juega, y sobretodo no te creas nunca Nada porque no hay nada que creer, todo está en tu interior. Vacíate de todo lo aprendido; han manipulado la historia de la humanidad y nos han engañado; todo lo que nos han contado es una ilusión creada para mantenernos subyugados, manipulables, domesticados. No te creas nada, cuestiónalo todo, porque la nueva era es Transparencia. Los opuestos no existen. Todo es un campo unificado.

Vida sí, Centro sí, pero no cualquier vida ni cualquier centro. Sólo la Vida y el Centro que se general en nuestro interior y se expande en espiral áurea hacia los confines de la creación. Mostrémonos como lo que somos: fractales vivientes de la única Ley Universal que rige todo, conocida como el Amor. Sigue instruyendote, investigando, profundizando sobre la Unidad, la dimensión del Amor, las Leyes naturales; todo revertirá en beneficio de tu vida personal, de tus relaciones, de los grupos y las personas que encuentres en tu camino. No te quedes sólo con lo conocido, sigue porque hay mucho que recordar. Esta es la excelencia de nuestra misión como facilitadoras.

Si te resuena, estoy feliz por haberte pasado el mensaje. Si no te dice nada, o incluso si te parece una tontería, sólo déjalo pasar y sigue tu camino. Gracias de todos modos.

Con Amor y servicio.

Educación Biocéntrica

Educación biocéntrica en las organizaciones: una valiosa herramienta para el nuevo paradigma

Hace más de treinta años que facilito grupos. Cuando empecé, no se hablaba de facilitación; el enfoque era dirigir grupos, así que los primeros años, podría decir que con la poca experiencia que tenía, sumado a la ilusión, más bien me sentía monitora de grupos que otra cosa. Con los años, la búsqueda incesante para encontrar formas y maneras más orgánicas que generaran espacios de autocrecimiento tanto individual como colectivo, me llevaron a la Biodanza.

Biodanza me aportó uno de los elementos indispensables para el aprendizaje: el cuerpo, a corporeidad, el contacto. La sinergia que generan los organismos biológicos entre sí, no puede separarse del proceso de aprendizaje, de la misma manera que no podemos separar la flor de su perfume, las nubes del cielo, el llanto de los ojos, la sangre de la vida. Esto puede parecer obvio pero llevamos muchos siglos viviendo desde la perspectiva antropocéntrica regida por la visión exclusiva del hemisferio izquierdo que, si bien nos ha proporcionado muchos adelantos tecnológicos: la comunicación en red, la circulación libre del conocimiento, la mecanización de procesos, la industria,… también nos ha dejado su parte oscura: acumulación, propiedad privada, consumismo, privatización de los bienes, segregación por género,… y tanto más que no necesito nombrarte porque sabes bien de qué estoy hablando.

Si bien la Biodanza me aportó corporeidad, vivencia y la perspectiva del hemisferio derecho que apenas usaba, fue la Educación Biocéntrica la que ha dado verdadera forma y sentido a mi vocación. Con el estudio y la práctica de la Educación Biocéntrica, la manera de facilitar los grupos en los que iba trabajando, ya sean de Biodanza y otros, ha ido transformándose hacia una vivencia cada vez más integradora en la que la persona que facilita no sólo es observadora del proceso manteniendo su rol en el grupo. La educadora biocéntrica es parte del propio proceso de construcción del conocimiento tanto individual como colectivo. La educadora biocéntrica está atenta a todo lo que sucede pero su mirada y su acción no son desde afuera; está inmersa en el proceso de desconstrucción y construcción del conocimiento, aportando el continente biocéntrico para enmarcar y contextualizar. Esto es fundamental en el proceso de aprendizaje-desarrollo ya que el sistema patriarcal, neoliberal y capitalista, ha dejado una profunda huella en nuestra manera de relacionarnos con la Vida, con el otro y con nosotras mismas, imprimiendo cómo hay que actuar, qué es lo correcto y lo que no, lo que está bien y lo que está mal, lo aceptable y lo que no, siempre desde la perspectiva antropocéntrica, así que la educadora biocéntrica precisa autoindagar en su propia visión para distinguir qué es biocéntrico de lo que parece serlo. Esto es muy sutil y requiere una mirada autocrítica sincera.

La preponderancia del hemisferio izquierdo (asociado semánticamente al masculino), ha generado la ilusión de separación del Ser como única realidad, descalificando todo lo que viene del hemisferio derecho, relegándolo a lo incorrecto, lo prescindible, un «mal vivir» por decirlo de alguna manera. En el imperio que ha generado el hemisferio izquierdo, la mente es la protagonista, mejor dicho, la única protagonista así que durante centurias se ha ido entrenando al pueblo a dirigirlo hacia actitudes y formas de hacer que nutran ese sistema en el que sólo reconoce lo que nutre esta forma de entender la vida. La mente ha generado maneras muy refinadas de despistarte de la Verdad, no porque sea mala; su función es la de empujarte al autodescubrimiento una y otra vez.

En la mayoría de grupos con los que trabajo, sobretodo en el ámbito de las organizaciones, ya sean cooperativas, organizaciones no-guvernamentales (ONG), asociaciones y otras, la gran dificultad con la que se encuentran las personas es reconocer su patrón «convencional» o «adiestrado» de comportamiento, sobre todo en las aquellas que son emprendedoras. Generalmente aún entienden el liderazgo como una manera de destacar, de ser valoradas, de ser miradas, repitiendo patrones antiguos del patriarcado sin ser conscientes de ello, con un discurso bien estructurado de «nueva generación», usando palabras autocuido, respeto, escucha, … sin haber pasado por el verdadero tamiz de la semántica.

Nosotras, como educadora biocéntricas, debemos practicar la autocrítica para familiarizarnos con las dificultades de trascender el antiguo paradigma y así, acompañar los procesos de transformación desde dentro, no desde fuera. No es lo que yo quiero, aunque tenga las mejores de las intenciones, es el punto de encuentro donde todos los saberes convergen creando algo inesperado muchas veces.

Necesitamos generar una fuerza gravitacional que ancle el nuevo paradigma existencial para que las generaciones futuras vivan en equilibrio, en Paz, en diálogo, construyendo y viviendo el Bien Común para todas y cada una de las formas de vida del planeta y del universo. Revisa tus acciones, tus intenciones, estate atenta al espejo del otro que te devuelve aquello que no puedes ver en ti. Ábrete a posibilidad de la Unidad desde el Ser Una. No hay nada fuera de ti. Ese es el reto, ese es el movimiento vital del toroide, el campo primordial donde la Vida se manifiesta. Todo pasa por el Punto Cero.

Hay mucho que hacer. Concéntrate en crecer por dentro. Deja la queja para otro momento. Ahora es el mañana. Sin esfuerzo, con dedicación.

Educación Biocéntrica

Cuándo perdemos el estado de inocencia que nos hace vivir confiantes

Llegado el momento, nos paramos a pensar y decimos: ¿Cuándo perdí la inocencia?, ese estado natural en el que la vida es un estar ahí, experimentado cómo es ese ser, esa forma presente, su textura, qué nos hace sentir.

Si nos ponemos «modo bebé»: que no camina todavía, que está echado panza arriba en algún lugar cómodo (sea toalla mullida, colchoneta, suelo de madera, hierba,…), explorando esas cosas que se mueven delante y cuando las atrapo en [mis] manos (llenas de babas porque he estado probando gustos y sabores), todo [mi] cuerpo se mueve, aunque no soy consciente de que eso es mi cuerpo. En esa etapa que dura algunos años, vivimos un estado de inocencia absoluta todavía: el exterior es una exploración, sea como sea.

Nacemos inocentes. Da igual que la religión católica, apostólica y romana se haya empeñado tantos lustros en inculcarnos la culpa del pecado original. Es mentira: la culpa No existe. Es un estado emocional que genera emociones como el miedo, la ira, la miseria, la carencia, la rabia, el no-merecimiento, la humillación, la tristeza, la aceptación de algo inaceptable por mandato divino, con «d» minúscula. La losa que depositó la Iglesia Romana como fuerza imperial en toda Europa y Latinoamérica, ha durado unas cuantas centurias, suficientes como para completar el ciclo de la transformación.

Nuestros pensamientos están, en alguna medida, entrelazados con esa información del inconsciente colectivo que intenta repetir patrones por inercia. Una de las claves para acomodar el organismo, a las nuevas acciones que vibran ahora con nuevos patrones vibracionales en nuestros centros de poder, también llamados chakras y otros nombres, es entender cómo funcionan los pensamientos: qué acciones ejercen en el universo vibracional, que frecuencia emiten, cómo inciden en la plasmación de hechos palpables al ojo y el tacto humano. ¿Cómo es lo que llamamos realidad?

Mi experiencia como exploradora de mundos es: lo único que existe es Yo Soy, YoSoy, YoSoY, una palabra palíndrome, igual que SOMOS, sobre todo en castellano. En otras lenguas e idiomas no tiene la misma fuerza (la enseñanza viene de las lenguas antiguas (sànscrito, arameo) donde se usaba el reflexivo para explicarlo todo). La referencia es siempre Yo Soy, todo pasa a través de Mí, entra y sale a través del pensamiento. El pensamiento es el generador de la acción que culmina en la voz que genera nuevas visiones, y así sucesivamente, creando un ciclo, una esfera de energía en movimiento.

Cuando el pensamiento es atrapado por otro pensamiento propio que observa, sin incidir, en lo que ocurre, [gráficamente sería la acción orgánica del hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho]. Cuando el observador interviene, lo hace formulando preguntas que incitan la curiosidad, el deseo de saber más, de investigar, de descubrir, de explorar, experimentar, entonces, podemos decir que estamos aprehendiendo, integrando, transmutando. Así es la vida, una constante transmutación, muy rápida por cierto. Sólo cabe observar el tiempo de gestación de una vida humana: nueve meses aproximadamente para pasar de ser una sola célula a un organismo complejo, sistémico, evolutivo, … que llamamos ser humano. Nueve meses para nacer. Nuestro mundo va muy deprisa y para vivir hemos de adaptarnos constantemente.

Como seres humanos nos nutrimos por los estímulos externos, que generan en nosotros modificaciones en nuestro organismo, ya sea en nuestro sistema nervioso, óseo, digestivo y endocrino, afectando a su vez nuestra salud física, emocional y sensitiva. Los eco-factores pueden ser positivos (+) y negativos (-). Estos últimos definen lo más denso y los (+) lo más sutil. Son energías, por tanto no tienen emociones, por tanto el bien y el mal no existe, son experiencias, aprendizaje.

La experiencia es un aprendizaje circular, nos educan para vivir sólo linealmente y eso no es posible ya que no corresponde a la vida. La vida es circular, es espirales concéntricas en redes complejas de comunicación.

Nuestro sistema educativo vive desconectado de su Fuente Primaria porque el ser humano se alejó tanto de Sí para experimentarse, que se olvidó de su origen. Recordar el origen es Presente Perfecto.

El Presente es Ahora, es reflexivo, círculo completo: va, se para, regresa. Es momento de reflexión (acción de reflejar) nuevamente. En una temporalidad abstracta, este círculo reflexivo es un Aliento, una respiración de un Ser gigante, llamado Universo [respiro: entro aire, aguanto el aire, suelto el aire], en esa respiración sonora, ha generado todo lo que conocemos.  Estamos en un momento planetario de reflexión: volver hacia dentro, a nuestro interior, el de la Tierra y, recordarnos que SOMOS, otra palabra palíndrome, que se puede leer igual de derecha a izquierda que de izquierda a derecha.

La educación es la clave del retorno, la acción de educar en las escuelas, las familias, los barrios, las vecinas y vecinos, las amistades, la comunidad. Es la comunidad la que nos educa y es en ella donde gestamos nuestra realidad como creemos que es.  Nos cabe llevar a la comunidad, de nuevo, espacios de encuentro afectivo donde dialogar y contarnos qué nos ocurre, escucharnos, atendernos y tejer en comunidad lo que sirve al pueblo, a sus habitante y a la Vida.

Eso es lo que haremos en el encuentro de educadoras y educadores biocéntricos de Iberia, este Julio 2016. Puedes participar si estás especialmente interesada interasado en la educación. + info

Educación Biocéntrica

Palabras generadoras de la Educación Biocéntrica

El último día de mi clase de inglés, la teacher nos mando como homework una biografía de un/una personaje inglés o de habla inglesa conocido. Buscando por Internet una inspiración, pregunté por “ganadores paralímpicos 2015” y me captó la atención una noticia de todo el surtido de posibilidades. La leí y me dije: “Le daré el enfoque que nos pidió la profesora de inglés para el trabajo”, y luego pensé que también la seguiría trabajando desde la perspectiva de Educación Biocéntrica para mostrar cómo trabajamos la participación, la estimulación al diálogo, la creatividad, diferentes maneras de llegar a una situación de consenso, pactos previos al juego,… que tienen los Círculos de Cultura con los que aplicamos de nuestra propuesta educativa.

Así que escogí la biografía de una de las ganadoras de los Paralímpicos 2015 y empecé a escribir su biografía prestando mucha atención a la conjugación en past simple y present perfect. Pronto la tendré corregida y la tendréis.

Mientras la acabo y mi teacher me la corrige gramaticalmente, tengo el gusto de difundir con mi ejemplo, mi experiencia, qué es la Educación Biocéntrica, donde se aplica, cómo, su visión transdisciplinar y su constante autoexperimentación que la hace viva, activa, expansiva.

Ahí voy!

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Éstas son algunas de la figuras ganadoras de los Paralimpicos 2015.

Desde una perspectiva sistémica, primero observamos las imágenes de the winners the Paralympics 2015) (puedes llevarlas en papel de colores, en blanco y negro, o incluso hacerte fichas plastificadas para que el material no se estropee. En una segunda ronda, escogemos alguna de las imágenes que nos llamen la atención y la cogemos nos nosotras.

A partir de este momento, se puede optar por varias opciones metodologógicas. Yo escogí éste Círculo de Cultura en grupos de cinco: cada participante explica al grupo (una vez cada una) porqué ha escogido esa lámina, qué le ha llamado la atención, si le ha evocado algún recuerdo, una situación, algún olor,…. Damos unos 10 minutos para su realización. La finalidad de este Círculo de Cultura es que los participantes se escuchen, se abran a otras posibilidades igual de válidas.

Nuestra siguiente propuesta es trabajar con una palabra escogida por la facilitadora o equipo facilitador. La palabra escogida ha de tener unos requisitos imprescindibles para que actúe como potenciador, impulsor, como ente de curiosidad que despierte el estímulo para compartir experiencias, vivencias, recuerdos.

¿Cómo escoger una palabra que genere diálogo? En Educación Biocéntrica nosotras llamamos palabras generadoras o paralabras vivas a las palabras que generan vida, a están vivas. Tienen la virtud de abarcar una visión sistémica de la génesis de su significado.

Así que,  entre recreación, superación, creencia, sueño, corporeidad, genética, … escogí tránsito. Tránsito en el sentido de transitar, transtásis, transformación, transeunte, transcendental, …porque recoge un abanico de posibilidades que pueden contribuir a reeditar creencias, juicios, costumbres, a recrear verdades que hemos creído como certezas, a soñar y jugar, a imprimir una visión sistémica que nos sitúa en vivencia comunitaria. Espacios donde ensayar nuestras creaciones y proyectarlas si así lo queremos.

El ser humano está diseñado como enclave de convergencias multidimensionales que recrean nuestro Ser Humanidad, con todos sus pros- y contras- que implica la dualidad. Nuestra capacidad de co-crear es tan intrínseca que para que germine en tierra fértil, hemos de abonar tierra y raíces, cuidarla y nutrirla hasta entenderla en su manera de comunicar. Ésto es lo que llamamos como retorno del femenino que  crea vínculos de tiempo-afecto, nos facilita la comprensión de presente-ahora, nos redimensiona el pasado con el presente para vivenciar la continuidad. Pero de este concepto temporal, hablaré otro día con la palabra generadora “feminismo”.

Mirar imágenes de campeonas Paralimpicas 2015, escuchar porque otras personas han escogida su imagen que les devuelven unos reflejos de si-misma que la dimensionan como ser vivo, movimiento, danza. De ahí, yo puedo explicar mi conexión con mi cuerpo y le siento vivo, entero. ¿Qué es entero? ¿Se puede estar entero sin una parte de tu cuerpo físico?. He escuchado experiencias de personas con miembros amputados, se que es una experiencia muy intensa que si escoges vivirla como una posibilidad de experimentación, puede ser igual de gozosa que cualquier otra opción escogida.

Para mí, TRANSITO, hoy, aquí y ahora, me lleva al recorrido de un camino por el que transito, que me hacen vivenciar constantes situaciones de aprehendizaje y que son parte de mi co-creación con el entorno. Así, Educación Biocéntrica se nutre de la Permacultura, Arte-Identidad, Ecología Profunda, y un abanico de disciplinas que van conformando la integración del saber creativo, constructivo, dialogante, danzante. Por eso en nuestras aulas y seminarios, la expresión artística siempre está presente con el agente vehicular de Biodanza.

Puede ser que al leer este post, te apetezca decir o pensar la palabra que tu escogerías como generadora. Quizás sólo te quedes pensativa, o sonrías, o te quedes indiferente. Ninguna de las opciones que escojas será excluyente. Todos conforman lo que llamamos «realidad». Gracias.

 

Notas de navegación

El movimiento bicéntrico es en aspiral ascendente

Hoy la vida me ha dado la llave de una puerta que andaba buscando, y he lanzado al Universo la petición que «Así Sea».  ¡Tengo tantas ganas de compartir mi experiencia en Centros de Mujeres, Centres de Dones, Women’s Center, que la sensación siento es de inmersión en un estado de bienestar olvidado por mi mente pero presente en mi cuerpo!!!

Son mi aguas contenidas por la piel, que me avisan de las inclemencias del exterior y yo, resulta que una de las maestrías que me ha proporción-hado vivenciar la Educación Biocéntrica, es la conciencia de corporeidad de la perspectiva sistémica. Con la vivencia de esta visión, puedo sentir el aire que respiro, el sonido del pájaro que canta su melodía allá en alguno de los árboles de este rincón de la ciudad, mis lumbares acomodarse en el asiento de piedra del parque donde estoy tomando el Sol antes de entrar a la Bioblioteca para seguir mis estudios y actividades internas en Univers Biocéntric.

Todo se mueve como una danza. Por eso amo ser facilitadora de Biodanza.

Como decía, hoy he lanzado al Universo, la petición de explicar qué son los Círculos de Mujeres, porque me parecen tan importantes para el desarrollo y acompañamiento de la humanidad, su función en la evolución del pensamiento y la acción constructiva del mundo.

Cuando le he explicado a mi alumna mi deseo, a ella le ha parecido muy interesante. Es una mujer joven de unos treinta años. Serenamente inquieta y implicada en la Vida con mucha soltura. Ella me ha dicho que se puede intentar y siempre son experiencias nuevas.

Ya os iré contanto, porque este año es para mí un año tiernamente hermoso y muy placentero. Un gusto de Ciclo de 13 Lunas.

Espero con alegría la noticia. Tardan unos 10 dias. Que sea lo haya de Ser.

Notas de navegación

Notas sobre educación biocéntrica

Tengo ganas de escribir sobre mi vivir la educación biocéntrica y hay tanto que contar que no acierto a empezar.

Estoy estudiando inglés. Éste es mi primer curso en serio después de haber hecho unos tres de nivel básico unas cuantas veces en mi juventud. Y digo juventud porque ahora tengo cincuenta y tres años y de esto de empezar a estudiar ingles dos o tres veces, hace ya unos veintisiete años aproximadamente.

Pues como os decía, el verano pasado hice un intensivo de verano con una profesora vocacional que todavía me motivó más a estudiar (aunque a mí no e faltaban estímulos), porque mi deseo es aprender inglés bien para poder viajar, conocer otras culturas y costumbres, otras personas e intervanviar conocimiento a cerca de aplicación pedagógicas dentro del pensamiento complejo de Edgar Morin. Por eso amo, la Educación Biocèntrica.

Y, cómo decía, este curso he empezado el nivel 2 de inglés y me voy defendiendo. Mi profesora en la escuela, es una mujer con buena intención pero demasiado engreida. Lo digo de otra manera, se ama demasiado a sí misma y no tiene la sencillez de escuchar a la otra tanto como a sí misma. A ella le gusta hablar y hablar; curiosamente dice muchas bla, bla, bla, a veces literalmente y otras de forma inteligible sólo por unos pocos que no se si sí o si a medias, pero dicen si. Do you understand-me?

El caso es que, en uno de sus intentos por dinamizar the classe, last classe she tryied estimularnos con una mini-presentation que debíamos hacer de 10′ about del tema que quisiéramos. Yo escogí «Biocentric Education or The true education».

He estado diferentes días trabajando en ella y si supierais el gusto que me da buscar las palabras que quiero transmitir. Me sorprendo inventándome sororidades conjugadas que acaban pareciéndose al idioma original, el inglés y que divierto mucho.

Pues, yo toda puesta con una presentación que pasó varios procesos creativos: make a browser, after make a diapos en power-point, escribir y reescribir varias veces, hasta que al  final me hice unas palabras generadoras que consideré que podían guiarme y solté mi labor.

¡Ay madre mía!!! La de silencios en blanco al encuentro de la palabra, Mmmmmm (unos dos o tres), un inventar sororidades y demás, terminé con un Thanks!!! Y en aquel momento creo que respiré profundamente porque notaba que a veces me faltaba la respiración. Ella anotó varias cosas y me gustará saber qué ha anotado porque sólo me dijo que hablaría en algún momento, más adelante conmigo. Y Claro, yo me tengo que reir porque sino me ahogaría con tanta postura y altivez británica.

Sí, me divierto porque yo soy educadora biocéntrica y la educación biocéntrica es un vivencia del vivir, una actitud escogida de cómo quiero vivir la vida, y diseñarla desde la singularidad al servicio de la comunidad. ¿No te parece maravilloso?

Yo me sonrío en class de anglés, cuando me aburro y me salen bostezos, aunque yo intento aguantar hasta el final y luego, cuando soy la última, me azuza para que apremie. ¡Vaya tela!!!

Si sigo sonriéndome cuando al final de mi mini-presentation, me pide que haga una demostración con toda la class y yo le digo que no, sólo con uno. Sale un alumno pero ella también quiere y yo le digo a mi compañero de clase, un buen compañero, que Por favor! mirándole a los ojos para contestarle que él mejor que la teacher. Hicimos una eutonía de dedo para hacer la demostración de lo que yo había intentado explicar y fue una vivencia para mí extremadamente hermosa. Se hizo el silencio en la clase mientras él y yo encontrábamos el nexo a través de la pulsación de nuestros dedos unidos, y yo le había ido consignas en inglés para que me entendiera.

Sí!!! Lo hicimos y supe que mi mensaje había llegado a más personas, porque la vivencia abarca la comunidad. Es del todo inclusiva, ya que cuando vivenciamos, estamos accediendo a un estatus de consciencia regido por el hemisferio cerebral derecho, que se rige por el arte, la creatividad, la visión danzante, la transformación musical, y todo lo que se relaciona con la curvatura.

El lenguaje intelectual está supravalorado en nuestras aulas, profesores/as, escuelas, estamentos político-sociales donde si que es verdad que el lenguaje es más amplio, pero la vivencia del mismo, está sujeta a una rigurosidad masculina que por desgracia, mantiene una postura contundente desde la exclusividad, la violencia de género y verbal, la falta de honorabilidad, el olvido del servicio al pueblo, y alguna otra que no hace falta nombrar ya que alude a un sistema que, a pesar de sus intentos verbalizados en un discurso estudiado en la forma pero no, en el sentido comunitario del servicio.

Existe un lenguaje intrínseco, multidimensional, transgeneracional, transversal y cósmico, que es el lenguaje de la Vida. Ésta se manifiesta en el movimiento, en la expresión de Ser Sí Mismo, por tanto, es biológicamente sistémica.  El pensamiento sistémico es una de las Teorías más poéticas que he encontrado para describir la Vida. Está basada en la simplicidad del lenguaje nativo, complejamente simple que tiene la naturaleza y algunos pueblos que todavía mantienen el vínculo con la Madrecita.

Tengo mi artículo enviado a mi teacher de English Esther, la del curso de verano, who I have english conversation once at weeck. Ella me la revisará para que la ponga en mi blog y siga difundiendo la Education Biocéntrica en inglés, que he visto muy poco escrito.

Gracias Esther y gracias lectoras, compañeras del vivir viviendo, Facilitadoras de Tiempo. Os amo.