Educación Biocéntrica

Educación biocéntrica en las organizaciones: una valiosa herramienta para el nuevo paradigma

Hace más de treinta años que facilito grupos. Cuando empecé, no se hablaba de facilitación; el enfoque era dirigir grupos, así que los primeros años, podría decir que con la poca experiencia que tenía, sumado a la ilusión, más bien me sentía monitora de grupos que otra cosa. Con los años, la búsqueda incesante para encontrar formas y maneras más orgánicas que generaran espacios de autocrecimiento tanto individual como colectivo, me llevaron a la Biodanza.

Biodanza me aportó uno de los elementos indispensables para el aprendizaje: el cuerpo, a corporeidad, el contacto. La sinergia que generan los organismos biológicos entre sí, no puede separarse del proceso de aprendizaje, de la misma manera que no podemos separar la flor de su perfume, las nubes del cielo, el llanto de los ojos, la sangre de la vida. Esto puede parecer obvio pero llevamos muchos siglos viviendo desde la perspectiva antropocéntrica regida por la visión exclusiva del hemisferio izquierdo que, si bien nos ha proporcionado muchos adelantos tecnológicos: la comunicación en red, la circulación libre del conocimiento, la mecanización de procesos, la industria,… también nos ha dejado su parte oscura: acumulación, propiedad privada, consumismo, privatización de los bienes, segregación por género,… y tanto más que no necesito nombrarte porque sabes bien de qué estoy hablando.

Si bien la Biodanza me aportó corporeidad, vivencia y la perspectiva del hemisferio derecho que apenas usaba, fue la Educación Biocéntrica la que ha dado verdadera forma y sentido a mi vocación. Con el estudio y la práctica de la Educación Biocéntrica, la manera de facilitar los grupos en los que iba trabajando, ya sean de Biodanza y otros, ha ido transformándose hacia una vivencia cada vez más integradora en la que la persona que facilita no sólo es observadora del proceso manteniendo su rol en el grupo. La educadora biocéntrica es parte del propio proceso de construcción del conocimiento tanto individual como colectivo. La educadora biocéntrica está atenta a todo lo que sucede pero su mirada y su acción no son desde afuera; está inmersa en el proceso de desconstrucción y construcción del conocimiento, aportando el continente biocéntrico para enmarcar y contextualizar. Esto es fundamental en el proceso de aprendizaje-desarrollo ya que el sistema patriarcal, neoliberal y capitalista, ha dejado una profunda huella en nuestra manera de relacionarnos con la Vida, con el otro y con nosotras mismas, imprimiendo cómo hay que actuar, qué es lo correcto y lo que no, lo que está bien y lo que está mal, lo aceptable y lo que no, siempre desde la perspectiva antropocéntrica, así que la educadora biocéntrica precisa autoindagar en su propia visión para distinguir qué es biocéntrico de lo que parece serlo. Esto es muy sutil y requiere una mirada autocrítica sincera.

La preponderancia del hemisferio izquierdo (asociado semánticamente al masculino), ha generado la ilusión de separación del Ser como única realidad, descalificando todo lo que viene del hemisferio derecho, relegándolo a lo incorrecto, lo prescindible, un «mal vivir» por decirlo de alguna manera. En el imperio que ha generado el hemisferio izquierdo, la mente es la protagonista, mejor dicho, la única protagonista así que durante centurias se ha ido entrenando al pueblo a dirigirlo hacia actitudes y formas de hacer que nutran ese sistema en el que sólo reconoce lo que nutre esta forma de entender la vida. La mente ha generado maneras muy refinadas de despistarte de la Verdad, no porque sea mala; su función es la de empujarte al autodescubrimiento una y otra vez.

En la mayoría de grupos con los que trabajo, sobretodo en el ámbito de las organizaciones, ya sean cooperativas, organizaciones no-guvernamentales (ONG), asociaciones y otras, la gran dificultad con la que se encuentran las personas es reconocer su patrón «convencional» o «adiestrado» de comportamiento, sobre todo en las aquellas que son emprendedoras. Generalmente aún entienden el liderazgo como una manera de destacar, de ser valoradas, de ser miradas, repitiendo patrones antiguos del patriarcado sin ser conscientes de ello, con un discurso bien estructurado de «nueva generación», usando palabras autocuido, respeto, escucha, … sin haber pasado por el verdadero tamiz de la semántica.

Nosotras, como educadora biocéntricas, debemos practicar la autocrítica para familiarizarnos con las dificultades de trascender el antiguo paradigma y así, acompañar los procesos de transformación desde dentro, no desde fuera. No es lo que yo quiero, aunque tenga las mejores de las intenciones, es el punto de encuentro donde todos los saberes convergen creando algo inesperado muchas veces.

Necesitamos generar una fuerza gravitacional que ancle el nuevo paradigma existencial para que las generaciones futuras vivan en equilibrio, en Paz, en diálogo, construyendo y viviendo el Bien Común para todas y cada una de las formas de vida del planeta y del universo. Revisa tus acciones, tus intenciones, estate atenta al espejo del otro que te devuelve aquello que no puedes ver en ti. Ábrete a posibilidad de la Unidad desde el Ser Una. No hay nada fuera de ti. Ese es el reto, ese es el movimiento vital del toroide, el campo primordial donde la Vida se manifiesta. Todo pasa por el Punto Cero.

Hay mucho que hacer. Concéntrate en crecer por dentro. Deja la queja para otro momento. Ahora es el mañana. Sin esfuerzo, con dedicación.

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Energía Libre: hacia el Punto Cero

Siempre he pensado que la energía debería ser libre e ilimitada. Hace unos años, me dediqué a investigar el tema y encontré los trabajos y las investigaciones de Nikola Tesla. Seguí investigando y supe que ya era realidad en el día de hoy, aunque con muchas dificultades. El Imperio es muy voraz y destruye todo lo que puede resquebrajarle. Ahora ya no hay marcha atrás. Seguimos avanzando en la caída del Imperio y el resurgimiento del Bien Común.

Por si desconoces el trabajo de Tesla y de otros investigadores, aquí te dejo un texto aclaratorio extraído del libro El antiguo secreto de la Flor de la Vida, volumen 1, de Drunvalo Melchizedek. Dice así:

Desde la época de Tesla, los gobiernos no han permitido que salga a la luz el conocimiento del Punto Cero. ¿Por qué? Tesla quería darle al mundo energía gratis e ilimitada, que sabía que provenía de la tecnología de punto cero. Pero J.P. Morgan, dueño de muchas de las minas de cobre, no quiso que la electricidad fuera gratuita. En su lugar, quería que la electricidad pasara a través de cables de cobre, para poder medirlo, cobrarla al público y hacer dinero. Consiguieron parar a Tesla y el mundo ha sido controlado desde entonces. Desde aquel momento, en los cuarenta, cualquier persona que investigara la tecnología del punto cero y que hablara al público sobre ello, era asesinada o desaparecía, hasta hace poco.

En 1997 una compañía de vídeo Lightworks (Trabajos de Luz) reunió secretamente a algunos de estos científicos y filmó sus trabajos. Contaron la historia de lo que ha sucedido desde los cuarenta y mostraron modelos claros de los inventos en funcionamiento. Mostraron máquinas que, una vez trabajando, brindaban más electricidad que la que requerían para funcionar. Mostraron baterías que nunca necesitan cargarse. Enseñaron cómo se puede convertir un motor ordinario de gasolina, para funcionar con agua corriente con más poder que la gasolina. Mostraron paneles que producen agua en continua ebullición , con la condición de que la temperatura exterior esté por encima de 1ºC. Mostraron muchos otros inventos científicos considerados imposibles para los estándares de hoy en día.

Aqui tienes el vídeo. Espero que te inspire. Está en inglés, subtitulado al castellano. El audio es de baja calidad.

(…) El 13 de febrero de 1998 Alemania patentó una máquina de energía libre basada en carbono, una hoja delgada de material que puede producir 400 watts de electricidad para siempre. Esto significa que todos los pequeños aparatos como las computadoras, los secadores de pelo, las batidoras, linternas, etc., no necesitan ser conectados a la red eléctrica. Es el fin de la vieja forma y el nacimiento de la energía libre ilimitada.

El camino está trazado, ahora cabe caminar por el y hacer realidad lo que ya es. Te dejo un enlace donde encontrarás más información al respecto, con videos y conferencias.

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Cuando el espejo soy yo

Una de las posibilidades que nos está ofreciendo esta pandemia es el uso de las tecnologías para comunicarnos. Para muchas personas mayores, quiero decir más allá de la adolescencia, supone un encuentro nuevo, inexplorado, un reto en muchos aspectos, no sólo el tecnológico. La experiencia de comunicarnos con el resto del mundo a través de una pantalla, nos posibilita mirar al otro, verlo y también verme a mí misma. «Verme a mí misma» puede ser un descubrimiento verdaderamente trascendente. Por supuesto no estoy hablando de los/las adolescentes que usan el móvil de forma habitual como una tercera mano y crean su imagen a partir del «postureo» que imita aquello con lo que se identifican. Hablo de las personas adultas que con el tiempo o quizás nunca, dejaron de mirarse al espejo, dejaron de verse, se olvidaron de encontrarse.

¿Qué es un espejo? La etimología de la palabra espejo apunta a «instrumento de mirar, de observar» diferenciado de ver, ya que observar implica la intención de la mirada, el acto de aprender, el interrogante, si podemos decirlo así. Cuando este instrumento de mirar nos refleja a nosotras mismas, ocurre una revolución interior, un reencuentro inesperado de quién soy yo, qué soy yo.

Ante cuestiones así sólo cabe el Amor y lo escribo en mayúscula para distinguirlo del pseudo-amor que nos han vendido como verdad, cuando sólo es una mentira disfrazada. El Amor en mayúscula es aquel que no juzga ni califica, el que acoge e incluye, el que une, vive y respira para el Bien Común. Digo Bien Común porque el Amor no distingue entre buenos y malos, ni blanco ni negro como nos han enseñado a nosotros. El Amor en mayúscula es Unidad, el Cero mismo. ¿Dónde hallo el Cero, la Unidad, el Amor? Las respuestas se encuentran en el interior, dentro de cada una de nosotras. La llave que abre este paisaje donde habitamos, es el silencio, la atención en el silencio, la contemplación del silencio que me permite escuchar el canto del pájaro, el susurro del viento, la danza de las flores, el tambor de mi corazón. Entonces es cuando el ruido del pensar se desvanece y puedo ser agua como la lluvia, aire como el viento, tierra como nutriente y fuego como cobijo.

Ahora, en este tiempo de pandemia, todo apunta al interior, no te dejes engañar, incluso la pantalla que usamos para comunicarnos con los que amamos, ahora se presenta como el vínculo de mirar mirándome.

¿Qué veo cuando me miro? Puedes ver muchas cosas. Yo te invito a que te mires desde el silencio, sin palabras, sin historia, sin pasado, sólo vacío porque es en el vacío donde creamos. Es en el vacío donde nacemos. Que no te confundan las palabras. Vacíate de los prejuicios, de las creencias, de las ilusiones, vacíate de todo hasta que encuentres el Sonido del Vacío.

El reflejo del Vacío, que se inició con el interrogante ¿qué soy yo?, te devuelve Yo Soy. Yo Soy.

Ahora, vive en Ello y deja que así sea. ¿Es mucho para tí?

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Reconocer la riqueza del Bien Común

Partiendo de la base que la Vida no se encuentra fuera de nosotras [personas], ya que nos habita, podemos decir que Somos Vida, Yo Soy Vida. En ese Ser Vida, hay implícita la Riqueza.

La riqueza es una palabra que proviene de la raíz indoeuropea «reg» relacionada con poder, destreza, y el sufijo latino itia que expresa cualidadde aquí podemos decir que riqueza es la característica que tiene todo ser humano de poder [Yo Puedo], de hacer [Yo hago].

La naturaleza de la humanidad es curiosa y creativa; un ejemplo de ello es la capacidad que hemos desarrollado de poblar el planeta en cualquier rincón de su superficie. Nos las ingeniamos para habitar la Tierra allí donde estemos; buscamos la manera de realizar aquello que deseamos. Ese es nuestro impulso creativo innato, imparable, y me atrevo a decir indomable, porque a pesar de todo el empeño que hemos puesto individual y colectivamente, en ahogar nuestros propios sueños abasteciendo así la distorsión enloquecida de la comprensión del Poder [Yo Puedo] y convertirla en la peor arma de destrucción, el Ser Humano sigue empeñado en vivir, en vivir Bien. No hay como frenar el impulso de la Vida que nos habita.

¿Cómo podemos vivir Bien en mitad de tanto desconcierto? Está claro que la creencia de la separación nos ha llevado al mundo que hoy sufrimos, porque la separación es otra de las palabras inventadas para intentar explicar la Vida, pero no es real, no existe, la separación es ilusoria, pertenece al imaginario. Todo lo que existe está conectado como una Red sináptica de caminos, senderos, confluencias, que nos componen como un Ser único Yo Soy. Entonces, la única vivencia Real es la comunitaria, la comunidad humana, la comunidad afectiva, aquella en la que todos sus miembros pueden verse en círculo y donde todos pueden escuchar a uno de ellos sin necesidad de micrófono, sólo a viva voz. Esa comunidad está cuantificada por Edwin John con treinta familias del mismo barrio y una experiencia de años en la que su propio modelo de desarrollo junto con la aplicación de la Sociocracia, se ha replicado hasta llegar a una reorganización ciudadana afectiva y efectiva que abarca a 30.000 personas en India.

Uno de los requisitos imprescindibles para reorganizarnos y encaminarnos hacia esa convivencia comunitaria capaz de encontrar soluciones a los problemas comunes, a las necesidades vecinales, a las carencias locales, es re-educarnos en el afecto, el saber y el poder. Llevamos mucho tiempo sumidos en la noche del No-Puedo; el precio que hemos pagado ha sido curvar nuestras espaldas de tal modo que sólo alcanzamos a mirar nuestro ombligo y, desde allí sólo cabe la posibilidad de quejarnos y poco más. La impotencia a la que nos sometemos, nos lleva al desamor y sobrevivir a todo ello es tarea de titanes.

A pesar del panorama existencial, hay una Verdad que no necesita descansar porque es autosostenible en Sí misma, y es que Nosotros Somos Seres Luminosos en una experiencia Humana y la Luz que nos habita no conoce limitación alguna más que la propia creencia, así que: ¿En qué crees tu?.  Yo creo en la capacidad de Ser Vida, SerVivo, de Ser y escojo acciones, encuentros, alternativas que, a pesar de los tropiezos, me hacen volver a levantar y encontrar la comunidad del Bien Común a la que aspiro y por la que velo y hago para que así sea.

¿Nos encontramos para construir juntas Comunidades del Bien Común en España?

 

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El Bien Común Sí se puede

Ayer participé en la presentación de Reorganización Ciudadana con Edwin John y el equipo de Comunidades del Bien Común en España. Al llegar al lugar del evento, quedé maravillada por la belleza y estructura simple del edificio que configura la Lleialtat Santsenca, una cooperativa obrera del barrio de Sants, Barcelona, que ha sido recuperada y es autogestionada por diferentes entidades del barrio. Si el lugar en sí ya emanaba Belleza (la que surge de la ilusión por la Vida), las personas con las que me iba encontrando conforme me adentraba al lugar del evento,  formaban parte de esta red humana maravillosa, enlazada por el Amor, la Sabiduría y el Poder (Yo Amo, Yo Sé, Yo Puedo) que pulsa en mi interior como faro que guía.

Había llegado pronto y aún estaban organizando el espacio, así que me quedé observando; entonces Edwin John se acercó sonriente, mirándome, con interés de saber de mí. No fue el único; los encuentros surgían de forma natural, tal y como somos los seres humanos, afectivos por naturaleza, aunque nuestra sociedad actual se empeñe en hacernos olvidar.

En ese clima de Amor, Ilusión, Cooperación, Deseo y el objetivo común de crear acciones conjuntas que contribuyan al Bien Común, empezaron las diferentes presentaciones. A lo largo de las dos horas y media del evento, todo fluía con perfecta naturalidad. Edwin nos contó el origen de su proyecto que surgió observando a un bebé intentando desplazarse sin saber andar todavía; lo conseguía agarrándose a un punto de anclaje. ¿Cuál es nuestro anclaje como seres humanos? Primero surge el deseo, después la acción. Los sueños son realidades cuando creemos que podemos hacerlos realidad y esa es la clave.

Desde pequeños somos educados en la productividad que alimenta un sistema basado en la desigualdad para abastecer a un reducido sector de la población cuyo valor es la posesión y la acumulación de bienes para su uso y disfrute. En este sistema educativo, las ideas que el ser humano genera por su característica innata de creador, son sistemáticamente abortadas haciéndonos creer que la imaginación sólo sirve para crear cuentos que nunca llegarán a ser realidades. Nos permiten imaginar porque la imaginación es libre, pero se encargan de hacernos sufrir la osadía de crear y recrear. Pero, como ya he dicho, la Imaginación no conoce fronteras y cuando osamos creer en lo que sabemos, osamos hacer lo que sabemos, y amamos los que sabemos, surge el Poder del Ser vivos, de Ser Vida, y las cosas ocurren.

Ayer, mientras escuchaba a Edwin, en mi interior sonaban tres palabras que se repetían danzarinas «Sí Se Puede».

El ser humano, con intención de explicar la Vida y la complejidad del vivir, generó símbolos y significados que definían conceptos e ideas que recreaban la Vida y el vivir. Con el paso del tiempo, esas palabras dejaron de ser usadas para ampliar la conciencia y se emplearon para manipular las conciencias. Así se generó la mentira, la mente en ira, la mente enloquecida que intenta engañar los sentidos para su juego iracundo; pero… la Fuerza de la Verdad es eterna; se alimenta del Amor y así se gesta la Vida. Sólo el Amor alumbra lo que perdura, así que llegado el momento, el de cada uno y el colectivo, creamos realidades que se replican exponencialmente sin parar.

Hoy quiero regalar mi sueño, el ser y estar del viajante donde el vocabulario verdadero existe sólo para explicar las cosas que la Vida contiene en sí misma, y no hay cabida para lo que no es Real, como la palabra imperfección. La imperfección no existe, es un invento  humano que lleva a la confusión, así que ¿para qué vamos a tener y usar palabras que nos confunden?. La imperfección no existe. Dejemos de usarla y creemos juntos y juntas el diccionario de la Vida donde nuestros hijos e hijas, y las hijas y los hijos de las próximas generaciones hablen en Verdad como Camino del Saber.

La rEvolución está en marcha, nadie puede pararla ya.