Faltan pocos días para la celebración oficial del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo. Ante la propuesta de celebración feminista, queremos aportar nuestra vivencia desde la perspectiva sistémica, el pensamiento complejo y la inteligencia afectiva, propuestas como base ideológica de Educación Biocéntrica.
Hay un saber ancestral femenino que se remonta a los círculos donde las mujeres se reunían para tejer, trenzar, cocinar, vigilar a los niños. Cualquier rincón era perfecto para organizarnos colectivamente. En esos círculos de saberes, las mujeres compartíamos conoceres, maneras de hacer, creábamos las prendas que nos vestían, nos instruíamos en las artes del juego erótico, practicábamos lenguas porque la escucha era la fuente de diálogo.
Esos tiempos, siguen vivos en muchas comunidades indígenas y colectivos de ciudadanía que escogen vivir de acuerdo con la naturaleza, en armonía con ella y ocupados en que el conocimiento ancestral de Gaia y sus Guardianas continue vivo a través de los tiempos. ¿Cómo? cantando juntas, encontrándonos para tejer hilos de afectos que unan el saber femenino y la memoria de nuestra historia para trascenderla y permitir que la Vida siga manifestándose en su máxima plenitud. A menudo, esa vivencia de plenitud y vaciado cíclica en la mujer, se asocia a los ciclos lunares que simbolizan las fases en las que nuestras aguas transitan cada mes. Pero esto no es una sentencia, es una manera de exploración para hacernos libres.
El activismo feminista suele relacionarse con las mujeres que murieron para que la Voz Femenina se oyera en una sociedad que no sólo nos enmudecía sino que nos hacía vivir en esclavitud, pero nosotras, igual que el apartheid, el movimiento LGBT y otros movimientos sociales activistas, hemos sobrevivido gracias a la vivencia comunitaria. Tenemos grandes escritoras que con su expresión, inspiraron a multitud de mujeres a defender sus derechos hasta que la Voz Femenina tuviera representación en los órganos de decisión política y social. Mucho ha llovido desde entonces y gracias a toda el agua, la sangre, el sudor, las acciones derramadas hasta nuestros días, hoy la mayoría de las mujeres podemos hermanarnos en la defensa de nuestros derechos.
Existen colectivos organizados para que el Feminismo entendido como movimiento por la igualdad y la paz, siga su curso y ocupe el lugar que le corresponde. Nosotras, como mujeres tenemos la opción biológica de vivenciar en nuestro útero y genitales la gestación y parto de las hijas e hijos que componen la familia humana. Es nuestra la tarea de reunirla para restablecer el significado de palabras que son por sí mismas generadoras de Vida, como lo es la palabra femenino.
Muchas luchadoras conocidas masivamente por su trayectoria a lo largo de la historia y, otras tantas activistas anónimas, amas de casa, empresarias, madres, abuelas, esposas, amigas, hijas, nietas, sobrinas, panaderas, maestras,… viven el feminismo en cada acto de sus vidas. Unas conscientes de su feminidad, otras ausentes de ellas, todas explorando qué es el femenino, y tanto empeño en que el Saber Femenino, los Saberes en Círculo no se perdieran que hoy, en la memoria celular de todas las mujeres, existe la clara impromta del amar nuestras hijas e hijos, de sentir la tierra y sembrarla de semillas que contengan toda la memoria ancestral de la Vida en la Tierra porque, es a través del alimento que nos proporciona, que nos mantenemos despiertas en la labor que venimos a desempeñar como mujeres, Guardianas del Circulo.
Cada Círculo de Mujeres tiene su gestación y parto comunitario. Son espacios autogestionados donde compartir saberes de forma transgeneracional, para que no sólo no se pierdan, sino que continúen resonando en nuestro interior como guía de acciones con futuro de unión y común-unidad. No obstante, existen unas bases sagradas que deben estar presentes de alguna forma representadas en todos los Círculos de Mujeres que se convoquen. Éstas son:
- Principio de Confidencialidad
- el Poder del Centro.
- la Bara de la Palabra
- Inicio y Cierre
- Autogestión organizativa
Desarrollaré los puntos anteriores para una mayor comprensión.
Principio de Confidencialidad
Para que podamos recuperar la memoria femenina, es indispensable explicar nuestro sentir. Esto solo puede ocurrir si el entorno nos incluye como una miembro más de la colectividad, con el mismo derecho de expresión y de poder de decisión que el resto del grupo. Así, la figura del líder deja de existir para pasar a compartir el liderazgo. La manera de que esto ocurra es autogestionada, vinculante y proactiva.
El Poder del Centro
Toda construcción circular tiene un centro donde convergen las fuerzas en equilibrio constante para sostener el sentido y la forma circular. Este centro debe ser cuidado para que permanezca incorrupto, así se origina la figura de la Guardiana del Centro consensuada por los acuerdos previos de temporalidad, función y salvaguarda. A veces esta figura puede complementare con la Guardiana de la Vara de la Palabra.
La Vara de la Palabra
Es un elemento plausible que hace la función de otorgar la palabra a quien la solicita. La palabra es considerada en su aspecto comunicativo de expresarse a sí misma, por tanto, los silencios son formas de expresión, así como la risa, el llanto, el canto, la poesía y toda expresión creativa de sí misma. No se puede hablar de otras personas si no están presentes y la posesión de la Vara no da derecho a aconsejar, opinar, analizar nada de lo dicho a no ser que sea a petición de la solicitante, siendo libre la aceptación de la demanda.
Cualquiera puede invocar el Poder del Centro, para reconducir el tema, desatascar situaciones o porque el momento lo requiera. La Guardia de la Vara de la Palabra también se decide por acuerdos de autogestión y autonomía.
Inicio y Cierre
Con la finalidad de respetar los ciclos vitales de toda expresión de vida, se acuerda la forma de iniciar y cerrar un círculo. Diferentes ejemplos pueden ser: el sonido de una campana o cuenco, un canto, silencio, encender una vela central,…
Existen muchos tipos de Círculos de Mujeres, la autogestión permite dar personalidad a nuestro círculo, recrearlo a las necesidades que satisfagan al colectivo, así encontramos Círculos de Mujeres con afinidades comunes que se reúnen para tejer, para cantar, para compartir saberes, para ayudarse mutuamente en la medida de las posibilidades que el grupo decida colectivamente.
Autogestión organizativa
La finalidad del Círculo de Mujeres es el empoderamiento femenino al servicio de la Vida, la implicación en el vivir donde la sostenibilidad, la ecología, la cultura sea popular, comunitaria, participativa, colectiva y afectiva-efectiva.
Gracias por leer hasta aquí.