Biodanza

Autocontrol evolutivo. Un camino de autodivinización del ser

Estamos en el punto 2 del capítulo I de la Teoría de Biodanza de ALAB, donde Rolando Toro explica a través de 21 puntos qué es la Danza de la Vida.

Este segundo punto se titula: Autocontrol evolutivo. Me llama la atención la palabra autocontrol porque relaciono Biodanza con soltar el control del movimiento, dejarlo que ocurra, así que veamos qué quiere decir Rolando Toro.

En el primer párrafo Rolando afirma que Biodanza no provoca modificaciones conductuales relacionadas con determinados valores culturales anti-vida y al servicio de un sistema de castración y sometimiento de la humanidad. Biodanza es un sistema de integración individual y colectiva que desarrolla las potencialidades innatas en la dirección de la autodivinización de la vida humana en el sentido prometeico.  

¿Quién es Prometeo?

Prometeo con el Fuego Astral

Para hablar de Prometeo necesitamos ir a los inicios de la Creación del Universo y la Vida en la Tierra según la mitología griega, que dice que al principio de la creación sólo existía el Caos de donde apareció Gea como Diosa Madre Tierra y Urano como Dios Cielo. De su unión nacieron los doce hijos: seis machos (Titanes) y seis hembras (Tatánides). Los titanes gobernaron la Tierra en la Edad de oro (anterior a los dioses olímpicos liderados por Zeus). Representaban conceptos esenciales de la Vida en el Universo antes que existiera el humano. De hecho, según la mitología griega, aquel que dio origen a la raza humana fue Protomeo, el hijo de Jápeto (uno de los Titanes de primera generación.

Urano tenía miedo de que sus hijos e hijas se revelaran contra su padre y le suplantaran el trono y el poder, con lo que confinó a todos sus hijos e hijas al Tártaro, las tierras más profundas del inframundo. Gea cansada de las excentricidades de Urano instigó a sus hijos e hijas a revelarse contra Urano y, sólo Crono (el hijo menor) fue el que derrocó y castró a Urano y liberó a sus hermanos y hermanas del Tártaro, proclamándose rey de los Titanes junto a su hermana y esposa Rea, instaurando así el orden cósmico de la llamada Edad de oro.

Después de ser liberados por Crono, los titanes y la titánides dieron origen a la segunda generación de titanes, donde nace Protomeo al que se le considera el padre de la raza humana y el benefactor de ellos. En esta segunda generación se encuentran Selene (diosa de la Luna), Helios (dios del sol), el centauro Quirón que tenía a su cargo la educación de dioses y semidioses, las ninfas y los oceánides, dioses y diosas de las aguas. Todos ellos eran inmortales, así que convivían.

En esta nueva etapa de la historia, los Titanes encomiendan a Protomeo y Epimeteo (otro titan) la tarea de distribuir las diversas cualidades entre los seres vivos creados con tierra y fuego en el interior de la tierra en proceso de emerger en el reino que se les tiene destinado a reinar, pero Epitemeo, al hacer la distribución, se equivoca y favorece a los animales en detrimento de los humanos, a lo que Prometeo, sensibilizado por la belleza singular humana, roba la Sabiduría del taller de Hefesto y Atenea junto con el Fuego astral para regalarla a los humanos, consiguiendo así infundir el aliento y la chispa divina en las almas de las nuevas criaturas. Así es como se manifiesta por primera vez la energía espiritual que anima a los hombres. Prometeo les enseñó el cómputo del tiempo, la ciencia de los números, el alfabeto, la domesticación y el uso del caballo y el buey para labrar la tierra y para transporte, les mostró el arte de la navegación, de la medicina y la industria de los metales. Los instruyó en la ciencia de los presagios y el desarrollo de la intuición.  Prometeo representa el desarrollo del ser humano, tanto tecnológico como en su libertad de conquistar su condición divina. El coraje indómito que mostró frente a la divinidad castradora, soportando sufrimientos, fue un ejemplo para los humanos para sublevarse contra la tiranía y la superstición, y elevar su condición de animalidad a la condición divina real.

La historia continúa repitiéndose en un Crono asustado como su padre, temiendo que sus descendientes le robarán el trono y cada vez que Rea daba a luz a un bebé, Crono terminaba devorándolo. Rea consiguió salvar a los dos últimos hijos Zeus y Poseidón engañando a Zeus y llevando a sus hijos a lugares inhóspitos donde fueran criados -Zeus fue criado en una cueva de la isla de Creta- Una maga de la corte, le dio una pócima a Zeus para que vomitara a todos los hijos e hijas y cuando estuvieron salvadas, Zeus los instigó a derrocar a su padre Crono.

A partir de ese momento se estableció una batalla entre titanes y titánides liderados por Crono y, los dioses liderados por Zeus que se ocultaban en el Monte Olimpo. Después de diez años, la batalla fue ganada por Zeus y los dioses del Olimpo y los titanes fueron expulsados al Tártaro o esclavizados. Prometeo fue castigado por su desobediencia persistente y también por amor a los hombres, lo cual hizo creer a Zeus que Prometeo les revelaría el gran secreto de los dioses: la PALABRA. Así que fue que lo encadenó en un acantilado donde cada día un águila le comía el hígado, que por la noche volvía a reproducirse para ser comido de nuevo, una y otra vez por el águila. A pesar del sufrimiento atroz de Prometeo, éste nunca desfalleció y no reveló el secreto siendo fiel a la rectitud y a la visión de futuro que le alertó del destino que le esperaba a Zeus. Pasados unos años, Hércules mató al águila liberándolo de su sufrimiento. Con la derrota de los titanes y la batalla ganada por Zeus, se inicia una nueva historia de la mitología griega en la que Zeus se erige Dios de los Cielos, Hades del Inframundo y Poseidón de los mares.

Regresando a Toro y la Biodanza, el autocontrol hace referencia a que nadie te dirija ni te controle, que sea tu Ser en el mundo como humano y divino, con sus potenciales y dones al servicio de la Vida, que te autocontrole porque ese control no caduca, es evolutivo como la Vida misma, como ejemplifica el coraje y la voluntad de Prometeo.

Más adelante, en unos párrafos posteriores del segundo punto del capítulo 1 de la Teoría de Biodanza, Rolando Toro sigue haciendo referencia a la integración y en esta ocasión nos habla de “integración interespecie” en el sentido del biólogo Von Uexkull.

Veamos pues quién es el biólogo citado por Rolando Toro.

Jacob Von Uescull, biólogo alemán, padre de la Etología

Jacob Von Uexcull (1864-1944) biólogo alemán precursor de la Etología. Para Uexküll la idea de que los organismos son simplemente máquinas altamente complejas y pueden explicarse en términos mecanicistas, queda totalmente rechazada ya que en su investigación llega a afirmar que cada ser vivo es un sujeto y un agente y que cada uno habita su propio mundo fenoménico único, “mundos de experiencia subjetiva”, que se produce a través de sus propios procesos corporales y sus acciones en su entorno. Este pensar, junto con otros autores, abrió un amplio campo en la investigación no sólo de los animales sino también del ser humano ya que según Uexküll el mundo que experimentamos y estudiamos no nos brinda un acceso privilegiado a una verdad objetiva sobre un mundo independiente de la mente; cada individuo humano experimenta un mundo fenoménico privado propio y nunca se puede acceder a la experiencia subjetiva de nadie más.

La percepción de que el mundo es perfecto en su extraordinaria diversidad parte de la certeza que hay un orden implicado en toda la creación, un orden que en su expresión singular no está en lucha ni en guerra con nada ni nadie, sino que es justamente esa singularidad la que produce la armonía entre individuos, especies, mundos, universo, cosmos.  

Para expresar el fruto de su investigación (mundos dentro de más mundos entre animales y humanos), se basó en una metáfora musical, desarrollando una visión de la naturaleza como un gran todo significativo que consiste en melodías, armonías y contrapuntos entre las morfologías y comportamientos de depredadores y presas, si podemos decirlo así. Te dejo un enlace donde podrás acceder al cuatro capítulos de unos de los libros más significativos de Jacob Von Uexcull, Andanzas por los mundos circundantes de los animales y los hombres.

Quizás estos pensamientos hoy pueden parecer caducados, más hemos de tener en cuenta que son la base de nuevas visiones que hoy son base de otras nuevas experiencias que amplían y apoyan el paradigma biocéntrico.

Rolando Toro se inspiró en muchos autores e investigadores que apoyaban científicamente la realización de su hermoso y utópico sueño. Él los va nombrando uno a uno en la medida que desarrolla el campo teórico y práctico de la Biodanza. Como facilitadoras y facilitadores de espacios biocéntricos, nos cabe reconocer el proceso de creación de las bases epistemológicas y ontológicas de la Biodanza, no sólo para saber sino para honrar el proceso de gestación y evolución.

Autocontrol evolutivo es para Rolando Toro, autodivinización de la vida humana, de la Vida como fenómeno único y cósmico.

Seguimos. Amor y Servicio.

Biodanza

Grupo-música-movimiento-vivencia: estructura unitaria e integradora de Biodanza

Una de las bases fundamentales de la propuesta de Biodanza para que se dé el proceso de integración humana, es la estructura unitaria que forman música-movimiento-vivencia. Rolando Toro, el creador del sistema Biodanza, dice al respecto: “la eficacia de un ejercicio de Biodanza radica en la profunda integración entre la música, el movimiento y la vivencia. (…) cada una de las partes es inseparable de la función de la totalidad”. ¿Cuál es la fuente inspiradora que lleva a Rolando a tal afirmación? ¿De dónde se nutre?

En los textos escritos por Rolando, que forman parte de la formación de docente de Biodanza, encontramos innumerables citas a diferentes autores que forman parte de la base epistemológica y ontológica de Biodanza. En Semántica Musical, Rolando cita varias veces a Kurt Lewin, un investigador nacido en Prusia en 1890, considerado el padre de la psicología social y la psicología de las organizaciones, así como también uno de los principales impulsores de lo que sería la Gestalt. Sus aportes en la comprensión del comportamiento humano dieron un giro radical al paradigma psicológico que imperaba en la época de los treinta, donde el conductismo había surgido como contraposición al psicoanálisis para proporcionar una base demostrable y medible a la psicología.

Kurt Lewin (!980-1947). Reconocido como el fundador de la Psicología Social.

El foco del conductismo era medir la conducta humana a partir de la observación, priorizando lo objetivo de lo subjetivo. En sus observaciones descubren lo que llaman el condicionamiento operante, o sea, defienden que el ser humano es un sujeto pasivo que se comporta principalmente condicionado por el ambiente que le rodea. Esta es la base del conductismo tradicional que después se desarrollaría en otras ramas.

Para Lewin, que venia de estar en contacto con el marxismo y el movimiento feminista, la psicología debería ser una ayuda para transformar la sociedad en una más igualitaria y justa. Sus investigaciones se enfocan en los fenómenos sociales con el interés de identificar y entender cuáles son los factores que influyen en el comportamiento humano.

En sus investigaciones, Lewin se inspira en las teorías de la física cuántica, especialmente en la teoría del campo, que dice: el campo es una zona del espacio en donde existen propiedades representadas por magnitudes físicas (temperatura, fuerza, etc.). Este campo unificado, donde todo ocurre y es de manera interrelacionada y nada existe por separado, todo está vinculado entre sí, Lewin lo lleva a la psicología y lo renombra como Espacio Vital.  Sus observaciones las centra en los grupos humanos y de ahí formula que la conducta humana se da por la interacción en un campo unificado dinámico o espacio vital en el que sólo existe el presente, y donde las dinámicas que surgen en esa interacción hacen que el sujeto pueda percibirse a sí mismo.

El enfoque de la teoría de campo de Kurt Lewin hace que el estudio del comportamiento humano se aborde desde una perspectiva de totalidad, donde el sujeto y su entorno no están aislados. Lewin dice: “Si no hay cambios en el campo, no hay cambios en la conducta. Todas las partes están dinámicamente conectadas de tal modo que la modificación de una parte de ellas produce un cambio en todas las demás”.

La aportación de Lewis da pleno sentido a Rolando en su afán por encontrar la manera de rescatar al humano de sus “gestos despedazados” y redescubrirse como ser libre y pleno en sí mismo.  La música, el movimiento y la vivencia, como estructura unitaria, constituyen en sí mismo un conjunto organizado y organizador e inseparable de la función de totalidad.  Para Toro la influencia recíproca que existe en música-movimiento-vivencia, se evidencia cuando se realiza un mismo ejercicio con músicas diferentes, dando como resultado vivencias totalmente distintas.

Los ejercicios de Biodanza -dice Rolando Toro- tendrán en cada persona una resonancia y un grado de intensidad diferentes. No obstante, el patrón inductor apuntará siempre a una de las Cinco Líneas de Vivencia. De ese modo, una música, unida a una determinada propuesta de movimiento, producirá en cada miembro del grupo, vivencias afines, aunque de distinta intensidad y matiz, de acuerdo con los grados de represión y sensibilidad”. Cuando Rolando dice vivencias afines, está hablando de patrones inductores integrativos que se dan en la selección de las músicas, los ejercicios asociados a las músicas y la semántica de la consigna, que “es el producto de un cuidadoso y paciente trabajo de selección e investigación que ha demorado más de veinte años”, dice Toro en la década de los ochenta. Aún así la estructura sutil del grupo es única por lo que los patrones de vivencia deben tener una “extraordinaria carga intencional para conservar, a pesar de los posibles factores perturbadores, su eficacia esencial” afirma Rolando.

A mi entender, el grupo forma parte de la estructura unitaria integradora propuesta por Biodanza ya que sin grupo no existe la Biodanza; no hay Biodanza individual.


Es común observar en los facilitadores y facilitadoras noveles, el ansia de incorporar músicas afines al entorno del profesional mas está totalmente desaconsejado, al menos hasta que la persona que facilita se haya familiarizado totalmente con las músicas “oficiales” y haya adquirido experiencia y criterio suficientes para poder incorporar, con total certeza, músicas de su cosecha que sigan los principales criterios para la selección de música-movimiento-vivencia que son:

  • Potencial de integración afectivo-motora
  • Potencial armonizador de la totalidad.
  • Potencial deflagrador de la comunicación humana.
  • Potencial psicomotor arquetípico.
  • Potencial creativo
  • Potencial de desarrollar la sensibilidad frente a la Vida.

Con todas estas consideraciones presentes, el creador del sistema Biodanza, escribe: “comprendemos la delicada responsabilidad técnica que tiene el profesor de Biodanza y la sensibilidad y asertividad que requiere para lograr resultados efectivos”.


Grupo-música-movimiento-vivencia: la estructura unitaria e integradora del sistema Biodanza

Amor y Servicio.

Biodanza

Participando con principiantes

Gracias a la llamada que hizo mi amiga y facilitadora de Biodanza Elena Martín, a partir del viernes 9 de enero 2015, participo en el grupo regular de Biodanza para principiantes en Sant Cugat del Vallés, Barcelona. Es una hermosa manera de iniciar el año.

En la rueda de presentación, tras la invitación de Elena a presentarnos al grupo, no sabía qué decir respecto a porqué estaba allí. Tenía claro que mi papel en el grupo no es de facilitadora sino de participante y de alguna manera ese también era mi reto, ilusionado y consciente. ¿Cómo cuento desde modo «miembro de grupo regular de Biodanza para iniciantes» lo que siento después de sumergirme durante años en el papel de facilitadora? Desde hace tiempo que cuando participo en un grupo de Biodanza siempre es en grupo de profundización, radicalización de vivencia y con compañeras y compañeros facilitadores. Entiendo al principiante de Biodanza desde mi vivencia como facilitadora pero, ¿dónde está el recuerdo de mis inicios? Me sorprendió el olvido. Ya no soy la misma de entonces; no puedo recordar más que vagas sensaciones, así que me decido a compartir desde lo más simple de mi sentir y me sorprendo al decir que Biodanza es para mí el lugar donde yo soy sin más, sin palabras, con silencios que viven en la piel, en la mirada, en el adentro y están presentes porque no hay donde esconderlos. En Biodanza soy. No tengo que ser. Y agradecí en voz alta la presencia de hombres en la sesión porque la vida danza en energías complementarías y es así como entrelazamos saberes y maneras de hacer que conforman nuestra vivencia de comunidad. (…) Breve silencio en el que creo percibir en los tres hombres presentes una sutil relajación muscular que me agrada; cara y hombros descansan en el reconocimiento, y las mujeres respiran con ligera profundidad añadida. Mi piel sonríe por vibrar en la sintonía de la gratitud. Esa percepción es fruto de mi ser facilitadora de Biodanza.

La propuesta de la sesión era Potenciar la Luz interior de cada una. Todos los grupos del colectivo BiodanzaYa habían acordado que en las primera sesiones que se impartieran en el inicio del 2015, danzaran la misma invitación. Nuestro grupo se unió y fuimos conducidos por Elena hacia la vivencia compartida del «Bautismo de Luz», como ejercicio central de la sesión.

Dancé sin ocuparme de nada más que de estar presente, atenta al placer, la autoregulación, la progresividad en el encuentro. No había música que subir ni bajar de volúmen, ni consignas que formular, ni luces que apagar, ni muestras de ejercicios que ofrecer; estaba libre experimentando el gusto de participar en un grupo de principiantes.

Me sabe distinto danzar con iniciantes sin el rol de facilitadora. Ha sido como descubrir un nuevo matiz en el tallo de la flor que nace, o un tono más hermoso en los pétalos de la flor. Tenía tiempo para saborear la presencia del otro, disfrutarla y acercarme a la misma distancia del principiante. Cuando facilito Biodanza observo desde mi rol de facilitadora  detalles en miradas, gestos, corporeidad que me dan pistas para forjar la siguiente sesión, siguiendo hilos conductores que provienen de las tensiones, rigidez y dificultad de expresarse de los participantes. Nada de eso estaba presente. Yo danzaba sólo y aún percibiendo la tensión muscular del compañero o compañera que danzaba conmigo, sólo me ocupaba de sincronizarnos armónicamente y disfrutar sin más.

Aprecié torpeza de gestos, rigidez muscular, miradas vergonzosas, risas controladas, y la progresiva relajación de cara y hombros, manos y pecho que provoca la cadencia de la curva de Biodanza a lo largo de toda la sesión. Noté temblor en las manos y sudación en las palmas, miradas fugaces que se fueron sosegando ejercicio a ejercicio, y yo, me sentía libre de sentir.

¡Cuánto bien que me ha hecho la Biodanza en mi vida!!!! Seguramente yo también andaba con múltiples corazas en mis inicios. Ya no me acuerdo de eso; tengo tanto amor en la piel, tantas miradas, caricias, risas, llantos, tanta presencia, juego y diversión vividos en Biodanza, que no hay rastro ya de miedo a vivir. Me siento merecedora, digna, apropiada, vista y mirada tal y como soy. Ya no quedan indicios de vergüenza de sentir lo que siento, de esperar la aprobación del otro u otra para sentirme adecuada. Biodanza ha calado en mi ser a través de las células de mi organismo y ha absorbido las capas de desamor que arrastraba mi ser. Mi piel transpira libre, tranquila, sin expectativas, ausente de miedo, repleta de afecto, gracias a todas y cada una de las personas que componen mi canción.

Hoy puedo cantar sin miedo a desafinar, reír a carcajadas con la boca abierta y el corazón de par en par. Siento, me siento, alrededor y dentro, acunada por el latido de los corazones que componen el círculo de Biodanza.

Gracias Rolando Toro. Gracias, gracias, gracias.

Flor de loto
Flor de loto

 

Biodanza

«Sentirse viva» en Biodanza

Teoría de Biodanza, pg 272. Rolando Toro

La vivencia del propio valor y de la auto aceptación es compleja. Proviene de la intensa sensación de estar vivo, de sentirse a sí mismo, de sentir el cuerpo como fuente de placer y de saber lo que se quiere, y por otro lado, de saberse único y singular, asumir su auto-imagen. El sentirse vivo con y para otro y, al mismo tiempo, exaltando sus propias características, refuerza todos los circuitos de la identidad saludable y de la vitalidad.

Vivenciarnos, habitarnos en conciencia, resulta complejo en el mundo actual que educa a los seres humanos para vivir proyectados hacia fuera, sirviendo a una sociedad cuya norma es altamente patógena, tóxica y caduca. Analizar la intención de esta sociedad, su locura, no es el objetivo de Biodanza ni de este post.

En Biodanza danzamos para regresar a la sensación de estar viva, singular, integrada en la diversidad y en profunda vivencia de pertenencia a la vida, sus habitantes y su hábitat. Por eso en las aulas de Biodanza nunca corregimos gestos, movimientos ni expresiones de la persona, porque no existe el movimiento adecuado ni inadecuado, la expresión incorrecta ni correcta, el hacer bien ni mal; cada gesto es expresión única e irrepetible del ser en el momento presente, aquí y ahora donde todo ocurre y se transforma a la vez, permitiendo la vivencia personal y comunitaria, de ser fragmento de sí mismo y fractal de la totalidad, espejo donde mirarse y reconocerse en la presencia del otro, rescatando nuestra profunda naturaleza afectiva.

Rolando nos habla de «sentir el cuerpo como fuente de placer» y esta expresión puede confundir ya que solemos vincular el placer corporal con genitales y sexo, limitando así su multidimensionalidad. En Biodanza, el placer es la forma natural del «ser humano»; es el motor de la existencia, el impulso de vivir, de buscar para encontrar, de seguir andando, de insistir en satisfacernos, y todo ello pasa por el cuerpo, el gran desconocido.

placerNuestra corporeidad está diseñada para reconocer lo que nos beneficia e impulsa vida. A través del placer y la satisfacción distinguimos lo que queremos y lo que no, tal y como hacen los bebes al nacer: lloramos cuando algo no va bien, reímos y dormimos cuando todo es plácido y agradable. Cada lloro, risa, sueño es expresión de la singularidad del ser, del «ser único» que dice Rolando en sus apuntes de teoría. Cuando reconocemos ese ser único y lo honramos con nuestros actos y acciones en coherencia con la vida, estamos en disposición de «sentirnos vivos con y para otro y, al mismo tiempo, exaltando sus propias características». ¿Para que perder tiempo en competitividad si podemos vivir en paz y armonía si reconocemos las característica del otro como complementariedad?

La ausencia de competitividad provoca solidaridad y presencia.Todos somos iguales como el círculo simboliza. Cada una es única e irrepetible. No te limites en tu hacer cotidiano; emerge cual ave Fénix y place de vivir.

Biodanza

Integrando la identidad: vivencia biocéntrica

Desnuda de silencios que ocultan sentires profundos donde la vida habita callando, me empodero de la verdad que siento en mí para decir que de amor, nadie sabe más que una misma, y de Amor Incondicional solo podemos hablar cuando el desapego a lo más amado se sacraliza hasta el punto de encontrar el amor sin mácula, inmaculado -como de Gran Madre-, que sobrevive a todo cuanto hayamos conocido con anterioridad.

Vivir en Kairós es una gran bendición. El eterno movimiento circular de la temporalidad posibilita experimentar confianza y sensación de que nada es en vano ya que todo regresa al punto de inflexión donde se gesta la integración de lo vivido. Podría parecer que ese instante concreto es tiempo y espacio, pero eso sería achicar la multidimensionalidad de la existencia. Sí es un instante de vida, más es cúmulo también de toda una vida, de cada instante, cada decisión tomada, cada incerteza silenciada y expresada. En Biodanza, a todo esto lo llamamos integración de la identidad, y se fundamenta en el modelo teórico que sustenta el sistema Biodanza creado por Rolando Toro.

Modelo Teórico de Biodanza
Modelo Teórico de Biodanza

Un modelo teórico es una representación de cómo entendemos lo que es, en este caso se trata de la complejidad de «ser en el mundo». En el eje principal del Modelo Teórico de Biodanza encontramos la pulsión «Conciencia intensificada de sí-mismo/Identidad» y «Conciencia disminuida de sí-mismo/Regresión». En esta pulsación danzan los potenciales genéticos manifestados a través de cinco Líneas de Vivencia que completan la expresión de «ser en el mundo» (en otros sistemas, la expresión de los potenciales del ser se representan como los siete chacras principales). Esta danza fluye entre vivencias que enriquecen y empobrecen nuestra percepción de la realidad y de nosotros mismos. Así pues, vivimos reflejando lo que hemos creído como verdad, lo que hemos asimilado, normalizado y automatizado como respuesta ante la vida, y el resultado suele ser una profunda nostalgia de amor. Ser vistas y miradas, valoradas en nuestra expresión existencial, sostenidas e impulsadas nuestras múltiples capacidades creativas, honradas por ser seres únicos e irrepetibles, amados por nuestra singularidad,… son terribles ausencias que normalizamos en nuestras vidas, transmitiendo así de una forma u otra, con mayor incidencia o menor, el mismo mensaje castrante y destructivo en todas nuestras relaciones, hasta que el desamor duele tanto que nos arroja al «desconocido» interior y nos enfrenta a preguntas existenciales que devuelven silencio desconcertante. Allí,  en ese des-concierto, empezamos a tomar consciencia de la inmovilidad forzada a la que nos hemos sometido y, casi perdidos, empezamos a danzar con los sentidos.

Aire de inicio podría ser, fuego quizás, agua bendita a lo mejor, tierra fértil, éter… Cada una de nosotras, vibra en un elemento que impulsa movimiento de vida y con él la conciencia de estar vivas. Con el tiempo y dedicación, constancia y tesón, vamos encontrando palabras, sonidos, músicas que redimensionan la vivencia del amor, hacía mi misma, la otra, la vida. El proceso requiere de toma de decisiones, asumir las elecciones que hacemos constantemente (conscientes o no), darles conciencia y agradecimiento, sabiduría y equidad  para seguir decidiendo siempre cómo queremos nuestra vidas, con quién queremos relacionarnos, de qué forma queremos nutrirnos, para qué creamos y a quién servimos. Vaciar lo que no nos sirve, para llenar de nuevas vivencias. Despedir para encontrar. Soltar para encontrar. Dejar para recibir.

Vida y muerte son complementos de nuestra dualidad, opuestos complementarios de la vivencia de vivirnos. Existe algo superior que nos sustenta; es nombrado de múltiples maneras por el ser humano, aunque todas ellas reflejan al Si-mismo que habitamos.  En Biodanza, lo llamamos VIDA y queremos que Ésta sea la verdadera protagonista de toda nuestra Historia como humanidad. Nuestro hacer es BIOCENTRICO pero hay muchas personas que hacen de forma biocéntrica sin saber siquiera que existe esta palabra. Lo importante en verdad, es que hagamos siempre de nuestras vidas acciones y servicios que impulsen alegría, bienestar y dicha porque esta es nuestra autentica y única naturaleza primordial.

En Biodanza puedes encontrar herramientas que te lleven de regreso a lo primordial, pero no todo lo que dice ser Biodanza es verdad. Como reflejo de la vida que hemos creado, existen impostores que utilizan el Buen Nombre para lucrar sus impulsos primarios y egocéntricos, olvidando su propia naturaleza divina y la sacralización de la vida como acto genuino de nuestra naturaleza esencial. Biodanza no es mistificada pero sí recupera el sentido sagrado de la vida y lo pone al centro de todas las relaciones, preservando así la Vida en su plenitud y evolución.

Eres libre de vivir tu vida y responsable también. Asume tu poder creador y vive con ello. Sólo te pido que tus actos promuevan Vida, la que de verdad nos merecemos todos los seres de este planeta, de esta galaxia, del universo entero.

Gracias por leerme hasta aquí. 🙂