Notas de navegación

De nostalgia de amor y alegría de vivir

Hace unos días, Raffaella Sanna de la maravillosa isla de la Cerdeña en Italia, me inspiró a escribir sobre estos dos temas que en Biodanza adquieren una dimensión reveladora: la nostalgia de amor y la alegría de vivir. Grazzie mille, mia cara Raffaella.

Recuerdo la primera vez que escuché en la formación de docentes de Biodanza, que se podía decir que Biodanza había surgido de una profunda meditación sobre la vida, donde Rolando percibió que el ser humano, en lo profundo de su ser, sufre de nostalgia de amor. Cuando escuché esta frase, no sólo sentí una reververancia energética que desde mi corazón se expandía por todo mi cuerpo, sino que percibí que con el tiempo iría entendiendo la magnitud del mensaje que la habitaba. Así ha sido.

Me ocurrió lo mismo cuando en la misma formación nos explicaron que Biodanza era reconectar con la alegría de vivir. Aquí la sensación interna fue distinta:. ¿Alegría de vivir? – me pregunté. – Creo que nunca he pensado en si la Vida me provoca esa sensación. – seguí pensando- Sí que reconozco que tengo momentos de verdadera alegría pero se desvanecen en el tiempo y aunque son como aire fresco para seguir adelante, no puedo decir que la Vida me provoque esa sensación de alegría por vivir, de alegría por estar viva.

Podía reconocerme en la nostalgia de vivir, en cambio, la alegría de vivir era una utopía para mí. ¿te resuena?

Desde entonces han pasado quince años, y con ellos mucha Biodanza, mucha auto-indagación, mucha meditación, silencio, llantos, disolución de corazas y personajes internos que se habían hecho protagonistas del drama, soledad, mucha soledad, angustia, decepción, encuentros y desencuentros, cansancio, levantarse una y otra vez… y un sentimiento profundo, suave y sensible de alegría por estar viva que se iba instalando en mi piel, en mis entrañas, hasta mis células, reeditando toda la información que me habitaba como una verdad, aunque sólo era mi particular manera de vivir todo lo vivido. Los traumas, las angustias, los desafíos que implican transcender acantilados de miedo y un sufrimiento sin-sentido, fueron substituyéndose por paz, sonrisas, lágrimas de gratitud y confianza en la Vida impregnadas de miradas sin juicio, de abrazos sinceros, de cuerpos cálidos sin intención alguna más que la de estar y ser. Todo ha sido tan hermoso que escribiendo estas líneas brotan de mis ojos las aguas bendecidas de la Vida que me habita.

He de decirte que el proceso no ha sido fácil. Cuando estamos inmersas en el sufrimiento que ni sabíamos que teníamos porque no habían palabras que lo definieran, ni silencios que lo escucharan, ni miradas que lo acogieran, ni abrazos que lo ampararan, nada resulta fácil, todo se vuelve un esfuerzo. Las memorias ocultadas tras la rigidez muscular, la tensión facial o la inapetencia sexual, entre otros escondites, emergen como volcanes de lava fría y sedienta de calidez y ternura, a veces quemando, otras arrasando lo que encuentran a su paso, otras veces, las que más, rindiéndose al Amor infinito y eterno, inconmensurable, ese que algún tiempo remoto sentimos y en el transcurso del vivir olvidamos.

Verdaderamente no es fácil transitar los miedos, pero lo que realmente difícil es transitar la ignorancia en la hemos vivido, porque el orgullo del ignorante es muy tenaz y puede ser inconscientemente perverso, pero la evolución no cede su paso y llega un momento en que es necesario decir alto y fuerte ¡Basta ya!. Recuerdo escenas, las más significativas fueron en Biodanza, de miradas, desafíos, pálpitos de mi corazón a punto de estallar, sonrisas, manos amigas, que nunca podrán borrarse de mi ser porque gracias a ellas y también a las ausencias de ellas, pude reconocer en mí que la Alegría de Vivir soy yo. No es algo que viene de fuera. Está en mí. Habita en mí. Me pertenece y cuando así es, deja de ser mío para ser de todas y cada una de las partes que conforman la Vida, poco a poco, con progresividad y autorregulación.

¡Cómo puedo dejar de ser profesora de Biodanza y educadora biocéntrica si yo soy eso!. Tengo un oficio o varios, sí, pero para mí, como dice la palabra, oficio (servicio, función, obra) es lo que yo soy, lo que yo aprendo del vivir para compartirlo y que otras personas puedan aprovecharlo, si es que les resuena. Sé que a quien le llegue el mensaje, le hará bien porque a mí me lo ha hecho, por lo tanto, no puede ser de otra manera y sobretodo, porque no es mi mensaje, es el mensaje eterno que todas reconocemos en nuestro interior. La cuestión es permanecer atenta a quién habla en mí, la Teresa pequeña y temporal, o la Voz que me habita, eterna y atemporal. Ambas somos imprescindibles para habitar en esta densidad, más una de ellas siempre debe estar al mando de la nave, pues como ser viviente, necesito de la mente despejada, concreta, racional para lidiar con las circunstancias materiales, pero es el alma la que reina en mi reino.

Biodanza hace mucho bien. No lo digo yo, lo dicen mis células, mi piel, la sonrisa que me habita y que se instala poquito a poquito y día a día en mi rostro de manera permanente, lo dicen mis gestos que no sólo danzan sino que son danza, lo dice mi estómago que me avisa de lo que debo y lo que no me sienta bien comer, lo dice mi corazón que late sincrónicamente como siempre pero yo ahora lo escucho y reconozco su lenguaje musical que me alerta de qué y qué no debo dejar entrar en mi campo. En fin… la alegría de vivir que propone Biodanza va mucho más allá de unas risas y una diversión, un buen rato o el buen rollo. Biodanza es un camino de transformación que no se agota en la sesión ni en los años de práctica, si así lo decides. Ella te sigue invitando a danzar cada día más allá de las apariencias para sumergirte en el mar profundo de la eternidad presente. No es la única propuesta que rescata al ser humano de su ignorancia, pero sí es la compañera perfecta para este viaje. No es la pasión quien habla, que también; es la coherencia existencial que se manifiesta en mí en la medida que dejo que así sea.

Te leo en los comentarios.

Amor y Servicio.

Cursos

La alquímia de Biodanza

Estoy preparando el curso 2015-2016 de Biodanza a Sabadell. Hoy me entrevisto con la persona responsable del centro donde tengo la intención de impartir las sesiones de Biodanza y, pensando en ello me he encontrado con la descripción que voy a utilizar en la publicidad para describir qué es de Biodanza.

Biodanza es un sistema de integración biológica. Funciona como la Alquimia: cuerpo/movimiento, música y grupo son los elementos que combinados según la metodología biocéntrica, generan un proceso evolutivo de transformación capaz de potenciar  la salud y el bienestar necesarios para sentirnos vivas y vivos.

¿Qué quiere decir sentirnos vivas y vivos? Impulsados por la vida, conectados a la alegría, la flexibilidad, la elasticidad, el cambio, la creatividad, la espontaneidad, la escucha y el vínculo afectivo con nosotras nosotros y con todo cuanto nos rodea.

Solemos vivir en modo automático, levantarnos de la cama para hacer cosas que se supone nos dan la felicidad, pero esa felicidad ¿nace de nuestro impulso interior o surge de patrones externos?. ¿Qué es lo que nos hace felices? La respuesta se encuentra dentro, en nuestra biología.

Nuestro cuerpo, el gran olvidado, demanda consciencia corporal. Es aquí donde se encuentra toda la información necesaria para desarrollar la plenitud a la que estamos destinados a vivir. Se puede conseguir por dos vías: el sufrimiento y la alegría. Biodanza opta por la segunda opción porque es más natural y mucho más orgánica.

Si quieres potenciar la flexibilidad, la elasticidad, la vitalidad y la escucha con el cuerpo, la música y en grupo, ven a probar conmigo la Biodanza a Sabadell. En breve tendremos horarios y precios.

Puedes escribirme a tevazte@gmail.com o contactar por medio de whatsApp al 649085439.

Saludos

Biodanza

Biología del amor

Rolando Toro dice que la sacralidad de la vida pasa por la vivencia corporal, rescatar el cuerpo de la vergüenza, el abuso, el pecado y resignificar corporeidad desde la perspectiva cosmogónica.  Matias de Stefano señala que el cambio social del despertar de la conciencia pasa de ser ideológico a biológico.

En nuestro cuerpo conviven patrones de conducta aprendidos desde generaciones atrás que condicionan nuestro presente, abusos en lo que ingerimos tanto por vía orgánica como emocional, maltrato espiritual proveniente de una historia religiosa sesgada por el interés personal, sexualidad enfocada al genitalismo, ensoñación fijada en objetivos pasajeros y efímeros, ausencia de rituales que nos hagan sentir parte de la vida y la Tierra, normalización de crímenes, guerras, violencia y guerra, fomento de la exclusión y la división por parte de las autoridades políticas, económicas y sociales,… y todo ello conviviendo en nuestro cuerpo, junto con pequeñas dosis de amor que absorbemos como agua de mayo en tierra fértil.  Y seguimos viviendo inconscientes de nuestro ser biológico, sosteniendo humano y humanidad.

Vivir en cuerpo, habitarlo,  aprender a sentir la corporeidad, se hace indispensable para recordar nuestra naturaleza sagrada, divina y trascendente. Escuchar el lenguaje corporal propio, la manera particular de expresar lo que necesita nuestro cuerpo para vivir en estado optimo, se vuelve imprescindible para conquistar la vida y disfrutarla, transcendiendo la pulsación de muerte impresa en nuestras células desde hace unos cuantos miles de años. ¿Cómo trascender nuestra cultura de muerte?

Quizás la clave no se encuentra tanto en el cómo sino en el qué es muerte, cual es el significado de esta palabra que se apodera de multitud de vidas impulsándolas a morir irremediablemente.

He estudiado durante muchos años la muerte. A mis cuatro años, mi abuela materna murió sin contarme qué era morir. Mi madre me repetía que ella se había ido a otro lugar muy hermoso a vivir y que no podía volver porque debía estar allí donde vivía ahora. En mi inocente mente, era absurdo comprender que mi iaia (abuela en catalán), prefiriera estar en otro lugar lejos de nosotros, aunque ese lugar fuera maravilloso como me contaba mi mamá. Recuerdo pasar mucha inquietud, incerteza, incomprensión, … hasta que con el tiempo me acostumbré a su ausencia. Ocho años más tarde, murió mi padre, dos años más mi abuelo materno. Para entonces ya sabía que la muerte era separación, abismo en el camino, seguir adelante con el recuerdo de lo que había sido, sin continuidad.

Me obsesioné con la muerte y estudié, estudié y estudié; me zambullí en sus aguas negras y a medida que la oscuridad me envolvía con su manto de terciopelo, más amor encontraba.  Amor y más amor, mucho amor, infinito amor, incondicional amor, siempre amor.

La muerte en nuestra sociedad, es la innombrable,  la que habita en la oscuridad porque se nutre de las sombras de cada una de nosotras. Ella existe porque nuestro mundo es dual y en la dualidad no hay blanco sin negro, día sin noche, vida sin muerte, luna sin sol, construcción sin destrucción,… opuestos que se complementan en una unidad indivisible para seguir la espiral constante de la creación.

La muerte es inevitable cuando nos ausentamos del Amor en mayúsculas, diferente del amor personificado. Amor en mayúsculas es ausencia de muerte, siendo ésta la incapacidad orgánica de mantener la homeostasis o equilibrio dinámico para mantener la vida. Entonces, ¿qué es lo que mantiene el equilibrio de la vida? La alimentación, el estilo de vida, los pensamientos que generamos al cabo del día, la espiritualidad vivenciada, son nuestros nutrientes elementales para permanecer vivos, y la calidad de ellos es nuestra libre elección.

Está demostrado que las causas de las mayorías de las enfermedades y dolencias son consecuencia de nuestro camino de aprendizaje, de las elecciones que hemos tomado y de las acciones que hemos hecho. Todo tiene su consecuencia ya que la Vida es equilibrio, compensación, evolución siempre en tendencia a la armonía. Morir, abandonar el cuerpo con plenitud de haber vivido, agradecido por todo lo vivenciado y en paz con la vida, no es morir sino transmutar de un estado de consciencia a otro. Transitar por el eterno Camino del Amor.

¿Qué hace Biodanza para contribuir a la Vida? Trabaja desde la biología del ser recordándole, a través de propuestas de movimientos sencillos y cotidianos, danzas de encuentros, posiciones generadoras de vida, nuestra naturaleza profundamente afectiva y comprometida con la Vida. ¿Cuál es la consecuencia inmediata? la alegría de sentirse viva. Todas las personas que practican Biodanza transforman su estilo de vida hacia una vivencia más orgánica, más ecológica, más sostenible porque esa es nuestra verdadera naturaleza cuando nos encontramos con la mirada del otro sin ninguna intención más que la de ser y estar. Todo lo demás es añadido.

Cuesta verdadero trabajo despojarse del fruto de la desconexión cuerpo/alma. Integrar la vivencia de la unidad es un camino de aprendizaje constante, vivo, transformador. Biodanza tiene las herramientas para recuperar la vivencia de la corporeidad sagrada: son la música, el grupo, el arte, la palabra sentida, el círculo y el movimiento con pleno sentido, el cuerpo, los cuerpos, la piel, la mirada, el cuerpo, los cuerpos. La magia de la transformación está asegurada, la artista invitada eres tú.

Biodanza: la danza de la vida.

by Aline Eick
by Aline Eick

Notas de navegación

Espais per ser i estar

Vivències d’un retrobament.

Des del divendres 8 d’octubre fins al dilluns 11, he estat a Salou (Tarragona) participant del V Encuentro de Biodanza España para la Colaboración y el Intercambio.

Si hagués de posar paraules al que he viscut aquests dies i el que ha representat per a mi, utilitzaria el verb «Retrobar»i les seves conjugacions diverses, per què persones amigues i conegudes, properes i llunyanes, desconegudes i noves per a mi, amb totes elles, he experimentat la sensació de retrobar-nos. I és que la Biodansa té aquesta meravellosa vivència: la mirada de l’altre em vincula a la meva pròpia presència, a la meva essència, i en aquell precís moment, jo sóc i estic allí, en l’instant únic, irrepetible i etern.

Rolando Toro un mes abans de morir

Recordo, sense cap ordre cronològic, un dels fets que més em va commoure. Va ser el vídeo que la Universitat Biocentrica de Fortaleza (Brasil) va dissenyar com a homenatge a l’obra de Rolando i en motiu del II Encuentro Nordestino de Educación Biocèntrica celebrat el passat mes de març (pocs dies després de la mort del mestre). Cesar Wagner amablement el va compartir amb  tots nosaltres. No va durar més de 10′ però van ser extraordinariament tendres al veure filmacions dels anys 80 quan Rolando va començar a desenvolupar el sistema a Brasil. Rolando i els seus col·laboradors (dels quals alguns hi eren amb nosaltres a Tarragona), es veien joves, impetuosos, ilusionats i vinculats a una causa comuna que ha arribat fins als nostres dies i que s’ha expandit per a tot el món. Es mostraven imatges de reunions sencilles, tocant la guitarra, parlant, dansant, rient, pensant,… i el més bonic de tot, Rolando dansant les diferentes categories de moviment, mostrant les vivències a les aules improvisades de formació, dansant com jo l’havia vist els darrers anys, amb el mateix impetu i entusiasme que en aquell video meravellós dels inicis de la comunitat biocèntrica.

Molts van ser els moments de tendresa, d’alegria, d’intercanvi d’abraçades, petons, contacte i caricies, en aquesta trobada nacional, però veure al mestre i als seus col·laboradors dansant, em va colpir el cor. Tornar al passat per enfortir els lligams del nostre propòsit de vida i resignificar-ho amb el record (passar pel cor) les imatges dels principis d’un moviment que avui és mundial i que genera tanta vida, va ser per a mi un privilegi. Gràcies Cèsar per la teva coherència en els teus actes i el teu discurs!.

L’altre moment que va ser profundament colpidor, va ser la gran roda que vam anar construint de mica en mica a la platja de La Pineda, just davant de l’hotel. El dia era nuvolat; la brisa marina ens acariciava recordant-nos la sensació de pertinença a la vida. El silenci, les mans entrellaçades en una rotllana que creixia amb la presència de cadascun de nosaltres, ens retornava a l’harmonia solidaria dels elements. L’aire, l’aigua, la sorra, el cel, la pell, … tots erem  un, i cadascun amb tot. La dansa va anar sorgint pausadament, la música del vent i el mar ens gronxaven i el moviment de la vida es va fer present en cada gest, cada mirada, a cada contacte. No importava si ens coneixíem o no, tots erem germans agermanats amb la vida.

Muntanyes d’afecte han recorregut els espais on es van desenvolupar totes les activitats organitzades, rius de somriures i complicitat han dansat indiscriminadament, Eros es va fer present per festejar amb nosaltres l’abundància de ser amb exuberants màscares i disfresses multicolors que van brillar a la nit de la gran festa, art i màgia, poesia i creació ens van commoure a la Nit del Talents,….

Tot va passant pel meu record i no puc més que,… respirar profundament… i agrair tanta generositat i bellesa.

Espero les fotos que Aline i altres van fer per complementar el meu sentir i compartir-lo amb vosaltres. Fins a les hores, us desitjo felicitat i joia en les vostres vides.
Fins aviat.

Biodanza

El cos: font inesgotable d’auto-aprenentatge

Retrobar-nos amb el cos per tal de descobrir-nos com a éssers creadors i creatius, capacitats per relacionar-nos amb un mateix, l’altre i l’entorn de forma més plaent i satisfactòria.

Descobrir-nos amb un cos viu que s’expressa amb un llenguatge molt més senzill que les paraules. És el llenguatge silenciós i ple de sentit que sorgeix amb la mirada, la trobada, el gest, el tacte càlid de la pell, el vincle que neix fugaç sense saber on ni quan.
Moltes han estat les tècniques, sistemes i eines que l’ésser humà ha fet servir per alleugerir les seves càrregues, portar-les amb dignitat, alliberar-se’n, … i tot per dignificar la nostra vida i donar-li un sentit més profund, més senzill, més satisfactori.

Dibuix de Beatriz Rodriguez Hornero

El Sistema Biodansa, creat per Rolando Toro complementa a altres tècniques, teràpies, mètodes que pretenen donar un nou sentit a la vida, i ho fa afegint un component indispensable per què la vida esdevingui el que és: vida. Aquest component és l’afectivitat.

El sentit profund de la Biodansa neix d’una meditació profunda al observar la vida i percebre la profunda i pesada petjada de la humanitat en el món actual, que és la «nostàlgia d’amor». Rolando recupera coses tant senzilles com el caminar, el passejar a dos, el tancar els ulls i fluir amb la imaginació d’un espai aquàtic, còsmic, uterí i deixar-se estar, junt, sols, però sempre acompanyats. Recupera el verdader sentir dels verb SER i ESTAR. Tant senzill i preciós com això!

Ser amb un mateix, integrant de la vida a la que pertanyem, un membre més de la gran xarxa comunicativa que es crea i recrea infinitament, sempre evolucionant cap a l’harmonia de tots els seus components.

Per poder abastir aquest univers biocèntric per excel·lència, es fa necessari una visió sistèmica on tots els elements són igualment importants per què és en el principi de la solidaritat més primària que es fonamenten. César Wagner diu «la solidaritat és la vivència de sentir i actuar amb l’altre com el teu germà».
Per a mi, aquesta frase com tantes altres de tants altres savis i mestres, sempre han format part de la meva riquesa més íntima, discretament íntima per què pensava que expressar-les al vent, obertament, fora una sensibleria «misticoide» fruit de la meva sensibilitat privada.

La Biodansa ha estat la guinda d’un viatge llarg que no s’acaba, que continua i seguirà perdurant, per què és superior al meu desig. És la vida, la pròpia trama de la vida, la seva dansa. La Biodansa m’ha donat el cos que li mancava al meu sentir i ara, sóc més plena, sento més plenitud. Si la Biodansa ha pogut fer això en mi, què no farà amb tu?

El cos és l’espai/temps on es manifesta vida. Tant se val que et sentis malalt, que pateixis discapacitats, que siguis depenent, dissociat, fibromiàlgica, cardiopàtic, hipertens, mastectomitzada,… la música es filtra en el ser per conductes molt i molt sensibles que poden modificar estructures fisiològiques estancades i anquilosades, dotant-les del seu moviment natural amb progressivitat, autorregulació i afectivitat. Llavors és quan en un moment donat apareix la vivència, aquell estat únic i present que succeeix, i la transformació s’instal·la reeducant-nos existencialment.

Aquest és el poder de la Biodansa, que s’aconsegueix gràcies a músiques primorosament escollides, propostes de vivències integradores, un grup que es vincula cada dia més des del ser i estar i un facilitador dedicat i atent. Tot això guarnit sempre amb el sentit profund de sacralitzar la vida tal i com es mereix: amb alegria sincera, solidaritat, germanor i un sentit crític que ens allunya de sensibleries.

Dibuix de Beatriz Rodriguez Hornero

Dansa la vida!!!!