Cursos

La alquímia de Biodanza

Estoy preparando el curso 2015-2016 de Biodanza a Sabadell. Hoy me entrevisto con la persona responsable del centro donde tengo la intención de impartir las sesiones de Biodanza y, pensando en ello me he encontrado con la descripción que voy a utilizar en la publicidad para describir qué es de Biodanza.

Biodanza es un sistema de integración biológica. Funciona como la Alquimia: cuerpo/movimiento, música y grupo son los elementos que combinados según la metodología biocéntrica, generan un proceso evolutivo de transformación capaz de potenciar  la salud y el bienestar necesarios para sentirnos vivas y vivos.

¿Qué quiere decir sentirnos vivas y vivos? Impulsados por la vida, conectados a la alegría, la flexibilidad, la elasticidad, el cambio, la creatividad, la espontaneidad, la escucha y el vínculo afectivo con nosotras nosotros y con todo cuanto nos rodea.

Solemos vivir en modo automático, levantarnos de la cama para hacer cosas que se supone nos dan la felicidad, pero esa felicidad ¿nace de nuestro impulso interior o surge de patrones externos?. ¿Qué es lo que nos hace felices? La respuesta se encuentra dentro, en nuestra biología.

Nuestro cuerpo, el gran olvidado, demanda consciencia corporal. Es aquí donde se encuentra toda la información necesaria para desarrollar la plenitud a la que estamos destinados a vivir. Se puede conseguir por dos vías: el sufrimiento y la alegría. Biodanza opta por la segunda opción porque es más natural y mucho más orgánica.

Si quieres potenciar la flexibilidad, la elasticidad, la vitalidad y la escucha con el cuerpo, la música y en grupo, ven a probar conmigo la Biodanza a Sabadell. En breve tendremos horarios y precios.

Puedes escribirme a tevazte@gmail.com o contactar por medio de whatsApp al 649085439.

Saludos

Notas de navegación

Vaciando la mente para sentir respirar la vida

Vaciar la mente para sentir y percibir la vida como pulsa a ritmo de presencia. Respirar con consciencia del momento para sentirme viva en el presente. Volver al estado de confianza alegre, despreocupada, atenta de curiosidad y dejar que la vida se manifieste, aprendiéndola, aprendiéndome.

El vacío daba miedo cuando decían que aprender era llenarse de conceptos, frases, teorías que empachaban la curiosidad de saber y conocer. Si no aprendes a llenar la mente, estás vacía, no eres nada, un libro en blanco. Pero ese vacío no existe, es pura ilusión. A pesar de la presión que implica la avalancha constante de información, nuestro cuerpo siempre tiende al equilibrio y desarrolla mecanismos de acción y reacción capaces de soportar cualquier situación por extrema que sea. Todo deja su huella, más la capacidad de regeneración de la vida que nos habita es tal, que podemos reeditar y crear nuevas respuestas impulsadas por la intención de que así sea.

La llave que abre la puerta de mi entendimiento genuino es el cuerpo. En él encuentro todo lo que necesito para sentir que la vida está en mi y no viene de fuera. En mi cuerpo habita la sabiduría de la tierra que infinidad de veces dejo de escuchar porque estoy saturada del ruido ajeno, del que proviene del enjambre. Más allá de ese alboroto ensordecedor, escucho sonidos silentes que me recuerdan que estoy viva y que la locura del morir es una etapa trascendida por el impulso del vivir y convivir.

Todo cambia. Nada permanece quieto a no ser que sea el morir mismo que vivimos sin percibir,  pero como el morir es cíclico del vivir, todo cambia. Y así es la vida, una espiral de sentires en movimiento imperceptible de quietud viviente. Océanos de vida nos habitan, mundos dentro de mundos conviven en nuestro interior en perfecta armonía con el exterior sin que nosotros lo percibamos. Se desencadenan relaciones internas entre los habitantes de mi singular reino corporal que yo ignoro y, actuando como si yo fuera una política más de un gobierno enajenado, me empeño en un vivir que no es del cuerpo pensando que así es el vivir. Mientras, mi cuerpo, el país que dirijo, la tierra que habito, va muriendo poco a poco del cansancio del olvido. Y así reproduzco en mi vivir, el vivir enajenado de la comunidad humana.

Es el vaciar la mente lo que me regresa al vivir verdadero que encuentro al escuchar mi cuerpo, la tierra, el cuerpo. Allí se desencadena la vida en un silencio sonoro que respira, y me siento viva de vivir, en un vivir que casi diría nuevo si la memoria de mis células no me recordara el eterno vivir, continuo, ondulante y sistémico vivir y convivir.

Regreso a lo esencial. Sólo respira.

Biodanza

Hablando de muerte en Biodanza

A raíz de mi Tesis en Biodanza titulada «Hablamos de Muerte«,  he recibido un mensaje entrañable de una mujer que pronto se titulará como facilitadora de Biodanza y ella como yo, sintoniza con la estructura dual de nuestro mundo que nos recuerda que vivir es un convivir con el morir, que cuando hablamos de vida hablamos también de muerte, lo que es una manifestación más de la Ley de la Polaridad.

Cuando presenté mi intención de escribir sobre la muerte en mi tesis de Biodanza, me encontré con la frase de mi director de tesis que dijo «en Biodanza hablamos de vida». Justo entonces entendí que mi reto personal como aspirante a facilitadora era cuestionar porqué no se habla de muerte en nuestras aulas biodanzantes. Quise aportar mi visión integradora de la vida en la que yo he aprendido a vivir muriendo para permitir que la vida continue manifestándose en su estado natural evolutivo de constante movimiento. Si el morir no se integra en el vivir, el ciclo autopoyético del vivir consciente se colapsa hasta un nuevo morir donde el vivir siga manifestándose en su infinito ciclo autoreferenciado.

Las palabras son portales del conocer que abren, cierran y desvían el devenir de la vida. Ellas nos conducen por el entramado de la vida acompañándonos en nuestra danza cósmico-terrenal, facilitando y dificultando el encuentro con nuestra esencia primal. En Biodanza, conscientes de la importancia de la palabra, se insta a tomar mucha atención en el cómo de las consignas que presentan las vivencias propuestas en la onda sinusoidal de la sesión.

Una palabra es un universo en sí donde conviven pedacitos de verdades ajenas que toman forma en nuestra complejidad viviente condicionando nuestro relacionar-me con la vida. En ese convivir fragmentado se gestan nuestras locuras y corduras que van definiendo el «ser en la vida» y, aunque vivamos más en el morir que en el vivir, la vida sigue siendo protagonista.

Habitar la palabra es un viaje diferenciado que honra la singularidad del Yo Soy. Para mí, Biodanza es la posibilidad de danzar mi habitar donde las palabras se mezclan, se entrelazan tejiendo un entendimiento de mi Ser que va más allá del significado cuando se vuelve vivencia y es justo allí cuando puedo resignificar la vida que habito, la vida que soy, el Yo Soy.

Vida-muerte-vida es el círculo evolutivo que se repite sin fin justamente por su circularidad dinámica. Resignificar la muerte en nuestro vivir se hace imprescindible para trascender las barreras del conocimiento del vivir de otros y tejer el conocimiento del vivir singular, capaz de seguir expandiendo la vida en su dual complejidad.

Educación Biocéntrica

Educación biocéntrica en el hogar

Desde la distancia, hace años que conozco a una mujer especial. Se llama Cristina, es la nieta de mis vecinos. Su abuela materna me ha ido contando sus pasos  y, aunque no hablaba mucho con ella, he sentido afinidad de almas desde el inicio.

La vida nos ha llevado a encontrarnos y compartir momentos muy especiales. Cristina esta preparándose para asumir votos de monja budista. Su reciente viaje a Tibet, le brindó la oportunidad de encontrar el camino que guía sus pasos en su pasaje por la tierra. Ríe a menudo y su rasurada cabeza le proporciona una belleza especial. Con ella hemos iniciado lo que podemos llamar «Viernes de meditación budista». Fue una propuesta que surgió del deseo de compartir un espacio de meditación con personas amigas.

La base del budismo es la compasión. Yo no soy budista pero la comprensión de la compasión, el significado de esta palabra que hace tiempo me atrae y no podía integrar, está llegando a través de las meditaciones budistas que Cristina nos ofrece todos los viernes en mi casa.

Una semana más, nos encontramos el viernes antes de las 17h ,que es la hora de inicio de la meditación. En está ocasión mi querida amiga Lola venía acompañada de su sobrino Alex de 10 años. Durante la hora que nos iba a ocupar la práctica, Alex prefirió deambular por la casa con nuestro perro Roc y distraerse a su manera.

En esta ocasión meditamos acompañadas de mantras tibetanos cantados por una mujer. Fue una meditación muy especial para mí: la compasión dejó de ser una palabra para convertirse en una vivencia.

Al término, Álex se acercó y se sentó con nosotras. Estábamos compartiendo los beneficios de la meditación, inquietudes, sensaciones que habíamos tenido. Alex escuchaba atento y, de forma natural se involucró en el diálogo contándonos sus pensamientos, y en el devenir de la danza mágica que se genera cuando las palabras son vivencia, surgió la pregunta ¿qué ocurre después de la muerte?. Se había dirigido a mí directamente, a lo que le contesté – ¿Tú que crees?.

Generamos un espacio biocéntrico donde la vida se manifestaba tal y como es, sin distinciones que nos separen. Cada ser es un mundo de sabiduría particular, individual, que se complementa con todo lo que existe a su alrededor.

La conversación se desarrollaba plácidamente, con silencios, miradas, escucha, experiencias, palabras que brotaban del sentir.  Al rato, Alex manifestó que, sobre todo en la escuela, se encontraba que quería preguntar cosas, decir su parecer, hablar de lo que él pensaba y que casi nunca podía.  Entonces hablamos de lo importante que era nutrirse de otras fuentes para conocer. Le expliqué que en la escuela se aprenden conocimientos que están enfocados a nutrir una parte de la vida, pero no toda y que por ese motivo era importante que leyera otros libros que en la escuela no encontraría. Y seguimos hablando de internet, la información que se puede encontrar por la red, cómo localizar el contenido apropiado, el acompañamiento, …. y así durante un tiempo poseído por Kairós donde todo fluye en corrientes de amor y respeto.

Más tarde me percaté de la falta de bibliografía para la infancia. Quise buscar algún libro de mi biblioteca para ofrecerle, y encontré algún cuento interesante pero nada sobre la muerte, la espiritualidad, la unidad del principio femenino y masculino, Gaia como Ser,… la visión cosmogónica de la vida, la perspectiva sistémica para la educación infantil. Fluyó en mí la visión de un libro con ilustraciones hermosas y me despertó el deseo de escribir para la nueva infancia que tanto tiene para ofrecernos.

Pensé en el mudismo al que la sociedad nos somete desde corta edad. Me estremezco al recordarme a mi misma con tantos pensamientos que no se expresaban porque no había espacios para ello, en la escuela, en casa; sólo en mis juegos. La razón infantil limpia, sin aditivos añadidos más que los de la propia vida. Ser.

Quizás encuentre el momento para contar desde mi experiencia, la sabiduría que se manifiesta en mi sentir, lo que he aprendido de otros seres pensantes que me han aportado luz al conocimiento y ayudado a crear mi propio comprensión de la vida, complementaria a la de otras, a la de todas las personas que vivimos y cohabitamos este planeta.

Amo la Vida. Amo el Presente. Me amo. Este es mi decreto hoy.

Rolando Toro http://www.scuolatoro.com
Rolando Toro
http://www.scuolatoro.com
Biodanza

Integrando la identidad: vivencia biocéntrica

Desnuda de silencios que ocultan sentires profundos donde la vida habita callando, me empodero de la verdad que siento en mí para decir que de amor, nadie sabe más que una misma, y de Amor Incondicional solo podemos hablar cuando el desapego a lo más amado se sacraliza hasta el punto de encontrar el amor sin mácula, inmaculado -como de Gran Madre-, que sobrevive a todo cuanto hayamos conocido con anterioridad.

Vivir en Kairós es una gran bendición. El eterno movimiento circular de la temporalidad posibilita experimentar confianza y sensación de que nada es en vano ya que todo regresa al punto de inflexión donde se gesta la integración de lo vivido. Podría parecer que ese instante concreto es tiempo y espacio, pero eso sería achicar la multidimensionalidad de la existencia. Sí es un instante de vida, más es cúmulo también de toda una vida, de cada instante, cada decisión tomada, cada incerteza silenciada y expresada. En Biodanza, a todo esto lo llamamos integración de la identidad, y se fundamenta en el modelo teórico que sustenta el sistema Biodanza creado por Rolando Toro.

Modelo Teórico de Biodanza
Modelo Teórico de Biodanza

Un modelo teórico es una representación de cómo entendemos lo que es, en este caso se trata de la complejidad de «ser en el mundo». En el eje principal del Modelo Teórico de Biodanza encontramos la pulsión «Conciencia intensificada de sí-mismo/Identidad» y «Conciencia disminuida de sí-mismo/Regresión». En esta pulsación danzan los potenciales genéticos manifestados a través de cinco Líneas de Vivencia que completan la expresión de «ser en el mundo» (en otros sistemas, la expresión de los potenciales del ser se representan como los siete chacras principales). Esta danza fluye entre vivencias que enriquecen y empobrecen nuestra percepción de la realidad y de nosotros mismos. Así pues, vivimos reflejando lo que hemos creído como verdad, lo que hemos asimilado, normalizado y automatizado como respuesta ante la vida, y el resultado suele ser una profunda nostalgia de amor. Ser vistas y miradas, valoradas en nuestra expresión existencial, sostenidas e impulsadas nuestras múltiples capacidades creativas, honradas por ser seres únicos e irrepetibles, amados por nuestra singularidad,… son terribles ausencias que normalizamos en nuestras vidas, transmitiendo así de una forma u otra, con mayor incidencia o menor, el mismo mensaje castrante y destructivo en todas nuestras relaciones, hasta que el desamor duele tanto que nos arroja al «desconocido» interior y nos enfrenta a preguntas existenciales que devuelven silencio desconcertante. Allí,  en ese des-concierto, empezamos a tomar consciencia de la inmovilidad forzada a la que nos hemos sometido y, casi perdidos, empezamos a danzar con los sentidos.

Aire de inicio podría ser, fuego quizás, agua bendita a lo mejor, tierra fértil, éter… Cada una de nosotras, vibra en un elemento que impulsa movimiento de vida y con él la conciencia de estar vivas. Con el tiempo y dedicación, constancia y tesón, vamos encontrando palabras, sonidos, músicas que redimensionan la vivencia del amor, hacía mi misma, la otra, la vida. El proceso requiere de toma de decisiones, asumir las elecciones que hacemos constantemente (conscientes o no), darles conciencia y agradecimiento, sabiduría y equidad  para seguir decidiendo siempre cómo queremos nuestra vidas, con quién queremos relacionarnos, de qué forma queremos nutrirnos, para qué creamos y a quién servimos. Vaciar lo que no nos sirve, para llenar de nuevas vivencias. Despedir para encontrar. Soltar para encontrar. Dejar para recibir.

Vida y muerte son complementos de nuestra dualidad, opuestos complementarios de la vivencia de vivirnos. Existe algo superior que nos sustenta; es nombrado de múltiples maneras por el ser humano, aunque todas ellas reflejan al Si-mismo que habitamos.  En Biodanza, lo llamamos VIDA y queremos que Ésta sea la verdadera protagonista de toda nuestra Historia como humanidad. Nuestro hacer es BIOCENTRICO pero hay muchas personas que hacen de forma biocéntrica sin saber siquiera que existe esta palabra. Lo importante en verdad, es que hagamos siempre de nuestras vidas acciones y servicios que impulsen alegría, bienestar y dicha porque esta es nuestra autentica y única naturaleza primordial.

En Biodanza puedes encontrar herramientas que te lleven de regreso a lo primordial, pero no todo lo que dice ser Biodanza es verdad. Como reflejo de la vida que hemos creado, existen impostores que utilizan el Buen Nombre para lucrar sus impulsos primarios y egocéntricos, olvidando su propia naturaleza divina y la sacralización de la vida como acto genuino de nuestra naturaleza esencial. Biodanza no es mistificada pero sí recupera el sentido sagrado de la vida y lo pone al centro de todas las relaciones, preservando así la Vida en su plenitud y evolución.

Eres libre de vivir tu vida y responsable también. Asume tu poder creador y vive con ello. Sólo te pido que tus actos promuevan Vida, la que de verdad nos merecemos todos los seres de este planeta, de esta galaxia, del universo entero.

Gracias por leerme hasta aquí. 🙂

Notas de navegación

El 1 de enero ¿brindamos con conciencia de libertad o de esclavitud?

Celebrar el inicio del año el 1 de enero, tiene su origen en una rebelión celta del año 155 a.C. en el que el asentamiento de Segeda, lo que hoy es el pueblo Mara perteneciente a la Comarca de Calatayud y a 86 km de Zaragoza, levantó una muralla en contra del tratado impuesto por el Imperio Romano. Roma decidió cambiar su calendario para favorecer el castigo a la rebelión. Alfred Lopez, en Cuadernos de Historia nos detalla lo ocurrido (post en Arboleda de Gaia).

Así pues el 1 de enero es una fecha creada para apoyar la esclavitud, la conquista de pueblos por la fuerza y la guerra. Lleva consigo la energía de empoderar la posesión, la adquisición de bienes, tierras y personas en contra de su voluntad. Aunque a nosotros nos llegue como el inicio de un nuevo ciclo cargado de buenas intenciones, la base en la que se sustenta, es de opresión y desdicha. El olvido de su origen no limpia la impronta de la memoria celular. Se hace necesario prestar atención al recuerdo de la historia y tomar consciencia de ella para que nuestros actos y deseos se ajusten a la verdad.

Muchas veces, somos inconscientes de todas las mentiras, manipulaciones, intereses creados detrás de fiestas y celebraciones que forman parte de nuestra cultura. Nos dejamos llevar por la multitud, la masa, el borreguismo, la manipulación, y depositamos nuestro poder personal en manos de desaprensivos agentes de la verdadera Miseria que se sirve del engaño para deslumbrar con sus luces artificiales, el cor-razón de la humanidad.

fin-de-año-champagne

Hoy con consciencia de todo ello, levanto mi copa al inicio del nuevo año para honrar el coraje y el espíritu de Libertad del asentamiento celta de Segeda, que provocó que el Imperio Romano adelantara el inicio del año hace más de 2150 años, para castigar la osadía de ser libres. Si un puñado de hombres y mujeres consiguieron hacer eso, ¡Qué no podemos hacer nosotros! Tomar consciencia de nuestra historia, recordarla y difundirla para resignificar nuestras acciones, celebraciones, festividades y tradiciones,  sabiendo a qué y quién estamos dando fuerza en verdad.

Conocer nos hace libres para escoger. Yo escojo que todos mis pensamientos y acciones generen y promuevan vida y no muerte.

Asi sea.

Notas de navegación

Iluminando la sombra

«La muerte consiste en una disolución mayor en la que el alma se percata de que el cuerpo es sólo una sombra, una imagen proyectada en la pantalla del teatro cósmico» Paramahansa Yogananda. La segunda venida de Cristo, vol. II discurso 52.

En mi trabajo monográfico de titulación como Facilitadora de Biodanza, presenté el tema que más ha ocupado mi vida con el título «Hablamos de muerte«. En Biodanza, los trabajos de titulación son intelectuales y vivenciales por lo que es imprescindible estudiar las bases teóricas en las que se fundamenta Biodanza (una extensa bibliografía), contrarrestar opiniones, cuestionar, dialogar, valorar las propias vivencias y las del grupo donde re-aprendemos a experimentarnos como seres individuales y comunitarios y a profundizar en la intensa vivencia de pertenecer a la vida.

Juntar todo ello en un trabajo monográfico es un reto y, ¡cómo no! un camino de evolución.

Orientada por los directores de la tesis, escribirla para mí fue saber que no tendría suficiente espacio/tiempo para compartir cuánto había aprendido  hasta ese momento.  ¡Hay tantos aspectos, tantos matices que componen la propia historia, viva y en movimiento constante….! Obviamente la terminé y la presenté en la ceremonia de titulación donde directores y directoras de escuelas de Biodanza, colegas titulados y sin titular, familia, amigas, hermanos de caminada, oyentes y otros presentes, acompañaron mi ofrenda y la honraron.

Al concluir, lancé un deseo: ¡Algún día completaré este trabajo y lo publicaré como un libro!. El momento todavía no ha llegado. Antes he de abrir espacios internos que estando presentes en mi vida y decisivos en mi expresión de «ser en el mundo», los he presentado a medias, de escondidas, esquivando palabras que definieran mi construcción del sentir. Y hoy me libero de esa sombra para honrar maestros de vida, ancestros que sembraron la simiente de mi compromiso espiritual, compañeros espiritistas de todo el mundo conocidos y por conocer, para honrarme a mí misma por el amor y la devoción con la que vivo la vida en este juego de voluntades, y sobre todo, para honrar a Dios sobre todas las cosas, como el Principio Inteligente y Causa Primera de toda Creación.

¿Por qué he mantenido oculta mi vida vinculada al Espiritismo? He tenido tanto miedo al juicio, la discriminación, el exilio que impone nuestra sociedad ante lo desconocido, que no encontraba coraje para enfrentarme a tanta mediocridad y sucumbí al engaño social aceptado en el mundo, conformándome en etiquetas de «rareza» para ocultar la verdad de mi caminar.

«El propósito del paso de cada alma por esta tierra es aprender a ver más allá de la evanescencia de los  fenómenos y contemplar la Realidad Eterna. Por tentadora o persuasiva que sea la fastuosidad con que se manifieste maya (la ilusión cósmica), no debemos permitir que desvíe nuestra atención del Señor Infinito, que es quien luce el cosmos sutil y vaporoso como un simple disfraz. (…) la Creación es Gozo y Belleza.» Paramahansa Yogananda. 

El Espiritismo ha sido en mi vida, la sustentación de mi alma inquieta e identificada con la conciencia espiritual. Me ha dado todo lo que he necesitado para ser la persona que soy: ha nutrido mis propósitos existenciales, me ha educado en la diversidad y la Unidad, ha impulsado mi ansia de conocimiento saciándome siempre con su sapiencia y bondad, me ha conducido por los caminos angostos de la compasión y el amor, y siempre, siempre, siempre, me ha sostenido en volandas cuando no encontraba más fuerzas para caminar.

Más allá de sincretismos religiosos, se encuentra la sencilla verdad de un mensaje eterno repitiéndose como eco en el firmamento.

El Espiritismo es la ciencia del alma que permite conocer la complejidad de la vida. Su pensamiento es sistémico desde 1857, fecha de la primera edición del Libro de los Espíritus donde se acuña la palabra Espiritismo por primera vez para definir la filosofía de los Espíritus y diferenciarla de Espiritualismo. En este tratado filosófico y científico, se encuentra la base del conocimiento de la Vida y afirma que no es definitivo ni concluyente,  ya que la vida es movimiento y evolución y por ello el Espiritismo como ciencia y filosofía, seguirá los avances científicos, modificando sus postulados si fuera necesario y evolucionando con el conocimiento de la vida. Hasta el momento, no ha habido ningún cambio en las respuestas dadas por  los Espíritus, y sí confirmaciones basadas en la Cuántica, Neurociencia, Astronomía, Etología y Ciencias de la Vida, posteriores al nacimiento del Espiritismo.

Mi destino es la búsqueda de la verdad. No puedo evitarlo, me nutro de la sabiduría que perdura en el tiempo, de la progresiva comprensión de las Leyes de la Vida, y me fascina la necesidad infinita del ser humano de penetrar en el conocimiento para explicar el qué de todo cuanto existe. Y así, navegando por la vida, me encontré con Biodanza, que le puso cuerpo a todo cuanto aprendí del Espiritismo. Nada era nuevo excepto la manera de transmitirlo, y así seguí estudiando, ampliando conocimientos y maravillándome de la riqueza del lenguaje humano capaz de decir las mismas cosas con palabras distintas. Se acentuó mi pasión por las palabras.

Ayer, mi amigo Alfredo me llamó por teléfono para comunicarme, lleno de entusiasmo y gratitud que, después del trabajo de Educación Biocéntrica presentado en CEADS el pasado sábado, una mujer participante a la que el día anterior le habían diagnosticado cáncer, salió del taller renovada, con una nueva perspectiva de vida, nuevos propósitos, ímpetu vital y alegría de vivir.

No tengo palabras para definir mi sentir.

Me emociona que la vida sea tan hermosa, capaz de transformar la sombra en luz cuando dejamos que los reflejos se nos presenten como nuestra propia belleza, sumando consciencia. Escucharnos a través de las vivencias, mirarnos con el espíritu de la hermandad, mostrar nuestro afecto honrando la presencia de cada una de nosotras, es vivir la Consciencia Crística que habita nuestro interior.

«Cuando la inmanencia de Dios se hace patente en el entendimiento del hombre, despierta en él la comprensión de que tiene el deber y el privilegio de adorar a Dios en el templo de su propio ser y en el templo de todos los seres y objetos del universo». Paramahansa Yogananda

 

Gratitud sincera.gracias

Biodanza

Conectando a la vida con Biodanza

Rolando Toro dice respecto al Sistema Biodanza: «Nuestra finalidad es llegar a ese estado de plenitud en que cada individuo dirige, con intensa y magnética fuerza selectiva, formas de acción que refuerzan su desenvolvimiento, que lo integran así mismo, a la especie y al cosmos».

Biodanza propone un proceso de integración y desenvolvimiento de cada individuo, postulando libertad y respeto por el individuo tal como el agricultor respeta la simiente. Esta concepción sólo puede sostenerse a partir del axioma de que la simiente humana es esencialmente buena, es decir, que hay un impulso divino dentro de ella. Una disciplina de desenvolvimiento sólo tiene que ayudar a cada individuo a reconocer dentro de sí ese impulso.

En el éxtasis de comunión con el/la hermano/a, el individuo no está en un proceso de exaltación del ego, sino de autodivinicación de la vida como fenómeno cósmico. Así la función de conexión a la vida es una de las más evolucionadas que puede alcanzar el ser humano. Siendo la función primordial que permite la existencia misma de la vida, debe llegar (mediante un largo proceso de maduración interior) a ser una actitud consciente desde donde se inicia renovadamente el contacto con lo primordial.

Tanto la planta como el animal, poseen la función de la conexión de la vida. La pulsación instintiva guiada por tropismos y afinidades les permiten una vinculación altamente precisa con todas las manifestaciones de vida que les rodean, como si una sabiduría milenaria fluyese en las raíces para orientarlas hasta las fuentes nutricionales de la tierra, y en el animal como si la brisa forjase las energías, los llamados, las señales de vida que permiten su continuidad.

El ser humano, no obstante, por un lento proceso de degradación instintiva, la función de la conexión a la vida se encuentra casi totalmente atrofiada. No hay «reflexiones de vida» en el ciudadano común de nuestras metrópolis. Se podría postular que la enfermedad es la incapacidad de establecer los bio»feed-backs» con todo aquello que está vivo en el ambiente. Nuestro intelecto desenvolvió una monstruosa capacidad de combinarse con las cosas muertas en un proceso de sofisticada necrofilia, estableciendo la vacía y muerte relación mecánica de que habla Jaspers.

En Biodanza, despertar a la arcaica función de la conexión de la vida es un objetivo que se teje en tres niveles:

a) Conexión consigo mismo. Entre todas las propuestas de movimiento en Biodanzan, existe una vivencia que pertenece a les posiciones generatrices (gestos eternos que generan vivencias por sí mismos) llamada «Intimidad». Consiste en el abrazo a si mismo, de protección a la llama interior, de dulce tremor de vida que se alienta en el pecho, íntimo reconocimiento de ser el continente de su propia identidad. La vivencia de ésta conexión puede ser tan intensa llegando a alcanzar el estado de íntasi (felicidad suprema durante la cual se intensifica la consciencia de estar vivo y de ser «único»).

El desarrollo de esta línea de la función de conexión está representado en todas las disciplinas solipsistas basadas en un monismo filosófico. Es la conexión a la vida en la unidad primordial.

b) Conexión con el semejante (la especie). Dos identidades diferentes transformándose en una identidad mayor. La función de conexión alcanza el estado de dualidad, el estado de complementación de los opuestos, la perfecta armonía del yin y yang, la unificación en la dualidad. Las miradas se conectan. La respiración se acompasa en la calma del encuentro. Las manos se acercan y la corriente emocional circula. Se establece el flujo y reflujo de energía vital; la proximidad de los cuerpos danza el ritmo autoregulado de la sintonía.Hay sincronización hasta identificarse en la otra, eutonía pulsante, fluidez y ritmo unificador.

 Las danzas de encuentro constituyen el reconocimiento de la presencia del otro y la comunión plena de sentido.

c) Conexión con el universo. Cuando las identidades separadas forman una identidad mayor, surge el tercer estado, la presencia de una energía nueva: la conexión a la vida en trinidad.

Esta tercera fase de la función de conexión a la vida, que en el cristianismo corresponde al misterio del Espíritu Santo, es un estado de tránsito, de fusión en la totalidad, el principio y fin de donde la vida se renueva y se retroalimenta.

Las rondas de manos unidas pertenecen a un nivel de conexión en trinidad: una vivencia de conexión con lo anónimo, fluir en una totalidad cósmica, en diversidad y singularidad, entregarse a la pulsación de la vida.

Aunque los extraordinarios hallazgos de la biología nos dan un punto de partida universal y referencial básico para la comprensión de la biosfera y del ser humano, debemos avanzar en una nueva franja de pensamiento más libre e intuitivo, sensible y rigurosamente insolente, para no caer en un falso objetivismo biologista ni en la pobreza dogmática de las religiones.

A nuestro modo de ver la vida tiene una cualidad sagrada y ha sido la patología de las civilizaciones la que ha separado los actos sagrados de los profanos. Esta disociación entre sagrado y profano, debe ser cuestionada. Si la vida en sí misma es sagrada por ser la más espléndida expresión de lo cósmico, es también la más amplia hierofanía pues es la manifestación de lo sagrado.

Esta patología de separar actos sagrados de profanos ha terminado por desacralizar la vida cotidiana y cargar de contenido transcendente los rituales obsesivos que surgieron para escapar del pavor cósmico.

En Biodanza, el principio biocéntrico reconoce  la vida como la más grande hierofanía, donde el ser humano vive en el aquí-ahora eterno, el tiempo mítico circular. El tiempo marcado por las horas del reloj es apenas un tiempo convencional, no vivido. Toda la realidad es sagrada para la persona de Biodanza y todo tiempo es litúrgico.

Penetrar en la percepción beatífica de la vida como esplendor pavoroso, como belleza insoportable, como armonía voluptuosa y experimentar en sí mismo el sentirse viva, es sin duda, una experiencia mística, único punto de partida posible de la investigación científica. Como expresaba Einstein «La experiencia cósmica es la más fuerte y noble fuente de investigación científica».

Lo sagrado no se da sólo en un espacio mandálico ritual. También se da en cualquier circunstancia en que la vida se hace presente. Toda vida es sagrada, de ahí que el fundamento de Biodanza sea el Principio Biocéntrico, que infiltra todos los ámbitos de la actividad humana: políticamente está al lado de quienes defienden la vida y luchan contra la explotación y la injusticia; pertenece a la Resistencia Ecológica porque se vincula cosmobiológicamente con piedras, árboles, pájaros,… y defiende el respeto por la fauna y la flora; es artista y artesana por valorar la creatividad intrínseca del ser, educadora, amante,…

La más subversiva de todas las disciplinas es aquella que se funda en el respecto por la vida, el goce de vivir, el derecho al amor y al contacto. El Principio Biocéntrico es insurgente porque no reconoce ninguna autoridad externa ya que somos uno con la vida.

Las que hacen Biodanza, siendo las mismas, son otras personas. Siendo individuos, son también la vida universal. Podríamos hablar de que los Principios de Vida surgen de una inteligencia divina que trasciende los valores egocéntricos. Nuestra meditación deriva en un sistema que consiste en estimular, crear y desarrollar vida en los demás, lo que genera vida en nosotros.

(Texto extraído de «Teoría de Biodanza. Vol. I. Editora ALAB)

Notas de navegación

Educant l’esperit

El procés d’aprenentatge és de doble direcció: aprenem de l’entorn i de nosaltres mateixos. Això és així per què el nostre cos és emisor i receptor d’informació, metabolitzant l’energia que detecta per canals d’interconnexió en constant moviment, profundament organitzats i estructurats, per tal de mantenir-nos sempre en el màxim nivell d’harmonía orgànica.

Aquesta complexa xarxa d’intercanvi i aprenentatge, és comandada pel cervell que detecta i processa la informació de tal forma que, a partir dels set anys de vida aproximadament, podem començar a interpretar el que creiem que és la realitat partint de les nostres experiències infantils i úniques.

Un dels espais en els que els nens i les nenes hi passen més temps en el seu dia a dia, és l’escola. El model educatiu que estem oferint en els nostres centres d’ensenyament, tant d’adults com en els cicles infantils, es fonamenta amb l’aprenentatge cognitiu. Això vol dir que ens eduquen com si fossim màquines de procesament d’informació ón el cervell actua de disc dur.

Els tests d’inteligència es fonamenten en el raonament, la velocitat de resposta i resolució, així com la quantitat de coneixements cognitius adquirits. L’afectivitat no es contempla en el procés d’aprenentatge i els nens i els joves, s’acostumen a veure el món sota els valors que fomenta la nostra societat capitalista, materialista i absent en el que toca a la trascendència. Se’ls educa sense la mirada i l’escolta interna, absens d’ells mateixos. Tot ve d’afora com si adintre fossim vuits per haver d’omplenar-nos.

Tinc un fill que farà aviat 12 anys. Es diu Eloi (a la foto del costat està amb 10 anys). L’any vinent anirà a l’institut i el que allí seguirà aprenent seran conceptes que anirant omplint el seu cap i poca cosa més. Em preocupa aixó. Ell com tants nens de l’anomenat tercer mil·leni, s’aburreix a l’escola, no sap estar-se quiet, contesta quan no està d’acord amb el que ell considera una injústicia, defensa el que considera just i acaba la feina quasi siempre el primer, parlar amb els altres i li costa reconeixer l’autoritat. Els mestres l’etiqueten com a bon nano, amb molt potecial, intel·ligent però «xerraire i revolucionari». Us sona algunes d’aquestes descripcions?

Es clar que tots hi hem passat per aquí i ens en hem sortint; jo mateixa era igual que ell però a mi m’havien ensenyat a callar-m’ho. Eren altres temps, però aquest no és el tema.  Per a mi com a molts altres pares i educadors, ens ocupa facilitar-los-hi la comprensió de la vida en un sentit totalitari i no dual, i incentivar els seus potencials naturals des d’una vivència comunitària, creativa, integrada en la vida i per la vida.

Així doncs, el model educatiu actual forzosament ha de canviar cap a una visió profundament holística i ecològica on poder sentir que som part de la vida mateixa, sóm la vida i que com a integrants d’aquesta gran creació, nosaltres podem crear-la i recrear-la. Ens calen dons altres eines educatives, altres recursos que permetin que les aules siguin el lloc a ón hi anem, perquè en gaudim aprenent i descobrint-nos vius.

El professor no pot ser més el totpoderos que ensenya què han de pensar els alumnes,  cóm ho han de fer i quina és la forma correcta de fer-ho. El procès d’aprenentatge ha d’incloure a l’educador como a element facilitador dels potencials de l’ésser humà, on educador i educant formen una xarxa d’intercanvi afectiu que genera preguntes i qüestionaments, vivències, emocions, creacions artístiques i vincles en la vida.

Es per això que necessitem una educació vivencial i transdisciplinar on les assignatures no es poden comtemplar aïlladament i sí com a complementació de tot un procès de comprensió i compenetració, d’interacció, integració i solidaritat amb l’altre. El professor Cesar Wagner de la Universitat Biocentrica de Fortaleza, Cearà (Brasil), diu «la solidaritat es l’expressió major de que l’altre és el meu germà i germana. Ella ens dona la real grandesa de la nostra capacitat d’estimar indiferenciadament a l’ésser humà». 

No podem entendre l’Educació sense el component afectiu-vivencial. El que aprenem des de l’afectivitat i el vincle, queda imprés en la memòria biològica i conforma el camí del nostre desenvolupament com a ésser humans.

Els educadors hem de tenir la capacitat de crear espais nodridors on poder desenvolupar els potencials de cada persona en totes les àrees d’expressió, experimentant-nos com a ésser complets, amb cos i ànima, on la paraula te un significat vivenciat, per què ens mirem, ens escoltem, ens acariciem, ens divertim, ens acompanyem en tota la complexitat biológica de les emocions. 

Reclamem doncs una educacio ,

  • que estimuli el diàleg i la creació comunitària, 
  • transcultural on recuperi els valors ancestrals de l’entorn per restablir la memòria de la comunitat,
  • vivencial que estigui en contacte amb els cicles naturals, els entorns i la riquesa de la terra, ón les arts siguin incloses com a font d’expressió primoridal per reconeixer-nos com a ésser creador i co-creadors,
  • que ens agermani com a éssers humans i ens mantingui en una vivència profundament ecològica i solidària,
  • on ens vinculem amb la vida desde la vida mateixa.

Jo l’he trobat sota el nom d’Educació Biocèntrica.

L’Educació Biocèntrica te com a fonament el Principi Biocèntric que situa la vida en el centre de tot. Ella està contribuint al desenvolupament de l’ésser afectiu, profundament ecològic, ètic i amb sentit crític. Un ser transcultural que utilitza la inteligencia al servei de l’evolució i l’harmonia del conjunt, amb perspectives que arriben des del micro-cosmos al macro-cosmos (Teoria de Gaia, James Lovelook), fomentant vincles afectius (Pensament Biocèntric, Rolando Toro) de solidaritat comunitària (Cesar Wagner, Ruth Cavalcante) integrada amb la totalitat (Allan Kardec, León Denis).

Molts han estat els teòrics que ha donat forma al nou canvi de consciència que requereix el moment actual. Ens queda a nosaltres restituir el valors que posen a la Vida al seu lloc.

Cadascú de nosaltres té l’oportunitat de fer realitat el seu somni si aquest inclou el benestar de la totalitat.

Jo ho estic aconseguint-ho, un pas rere l’altre. Tu també pots fer-ho.