Educación Biocéntrica

La otra: mirada, espejo, maestra

Introducción

Martin Heidegger cuando analizó la esencia del existir, creó la palabra en alemán dasein para definir lo que se ha traducido como «ser en el mundo». Para Heidegger, según escribe en su «Carta sobre Humanismo», la palabra «mundo no significa en ningún caso un ente ni un ámbito del ente, sino la apertura del Ser». Para el filósofo alemán, mundo es un fenómeno unitario que representa ontológicamente un carácter del existir mismo y, por tanto, “ser en el mundo” solo puede hacerse (según Heidegger) de forma plena y comprensiva desde un punto de vista fenomenológico del concepto del mundo.

Cuando hablamos de la esencia del existir, podemos abordar el tema desde múltiples ángulos de visión. Muchos autores han escrito sobre éste tema. Yo escojo el abordaje de Martin Heidegger por ser parte de la teoría de Biodanza y uno de sus fundamentos epistemológicos.

Qué és la otra?

Ser en el mundo implica pertenencia, un poder observarse involucrada en los acontecimientos cotidianos de la vida como una parte implícita del todo, des de las estrellas escondidas por la reluciente luminosidad del astro Rey, las mareas que balancean las aguas de vida, las aves que nidan su permanencia contribuyendo al equilibrio homeostático planetario, el autobus que diariamente pasa a la misma hora para transportarme a mi lugar de trabajo, el perro que ladra cuando percibe el gato callejero,…  Todo está inmerso en el mundo como manifestación de la diversidad y de la unidad.

Tambien ocurre con la identidad que está sujeta a transformaciones constantes sin dejar de ser la misma. Si consideramos la etimología del concepto identidad, proviene del latín identitas, identitatis, derivado de ídem (adjetivo,pronombre demostrativo), que significa «lo mismo», formado según el modelo de ens «ser». Encontramos algunas acepciones que remiten a la cualidad de «Idéntico», y otra que alude a la «relación entre cosas idénticas».

Así, mi identidad se conforma del ser mismo, íntegro en mi e idéntico al otro. Podemos decir que somos en apariencia respecto al otro, cuerpos humanos de la misma especie, constituidos por los mismos elementos aunque en diferentes proporciones. Estas proporciones aluden a nuestras diferencias dentro de mismicidad. El caso es que la otra, es la misma persona que yo, con proporciones distintas que diseñan las diferencias dentro de la complejidad de las forma de vida. Estas diferencias hacen de cada una de nosotras espejos de la otra, completando la diversidad y haciendo patente la identidad a través de la otra. Lo que yo veo, percibo en la otra, está en mi en alguna proporción, de lo contrario no podría identificarlo.

Paramahansa Yogananda, en «Autobiografía de un yogui» dice: «Los rishis enseñaron que cada ser fue creador por Dios como un alma: un alma destinada a expresar en forma única algún atributo especial del Infinito, antes de reasumir su Identidad Absoluta». 

Entonces, ¿qué es la otra? ¿Qué papel desempeña en mi ser en el mundo, en mi percepción de la vida?  ¿Podemos disociar el «yo» del «nosotros»?. El yo sin el nosotros no existiría. ¿En qué medida está implícita la otra en mi proyecto existencial?

De repente, la otra pasa a tener un papel tan protagonista como yo misma: espejo, mirada, maestra. Es la oportunidad de reconocer la belleza, magnificencia e inteligencia divina de la biodiversidad, la complementariedad de ser en el mundo, en la vida, de compartir nave. La competitividad pasa a ser una fase de la evolución humana por la que asienta la identidad y no una manera de vivir.

Quizás el problema radica en la identificación, o más fin en el foco de la identificación que también va construyendo nuestro ser en el mundo. Educados en identificarnos en las formas y satisfacer patrones impuestos al servicio del lucro y el poder esclavizante, relegamos al olvido y al menosprecio los instintos, las intuiciones, las percepciones sensoriales, el lenguaje del silencio y el «yo biológico» que siente, percibe y es. Ahí radica una maravillosa fuente de sabiduría donde aprender a integrar lo que soy y lo pienso con lo que expreso y muestro; tomar conciencia de que cada acto realizado, palabra manifestada y pensamiento sentido, repercuten en la estructura de la realidad que percibimos y vivenciamos porque somos identidades únicas con la única misión de ser en el mundo, yo, tu y nosotras.

Vivenciar  la otra

En Educación Biocéntrica las palabras tienen la importancia de la construcción del conocimiento y el compartir saberes. Hablar de identidad, de «yo» tiene sentido cuando involucramos la vivencia en el juego de la construcción, porque la vivencia resignifica conceptos abstractos que forman parte de un mundo teórico/retórico que ensaya entender la vida y explicarla. Es en el diálogo donde creamos el verdadero conocimiento porque dialogar es construir comunitariamente a partir de compartir experiencias de vida que tejen la identidad planetaria, la pertenencia, la unicidad, la alteridad, la comunidad, y posibilita cambios existenciales que favorecen la vida y su evolución.

Cuando la palabra ha emitido su vibración sonora, ha compartido su saber, ha dejado espacios de silencio, de escucha, de íntasis y éxtasis, el cuerpo aparece como receptor/emisor de todo lo registrado y es momento de danzar, no como movimiento estético, pensado y elaborado, si no como transmisor del sentir. Puede parecer difícil. Acostumbran a  entretejerse patrones de «no se danzar»,»no tengo ritmo», «no me sale bien», pero ese ruido se aquieta cuando la música aparece calma, integrando el espacio, los cuerpos, la atmósfera. La mirada desconcha su miedo y su vergüenza para encontrase progresivamente con la otra y surge la sorpresa ineludible de la presencia que pulsa al son de ser en el mundo, sonriendo, fiel a su propósito existencial.

Educación Biocéntrica utiliza como mediadora la Biodanza y como eje impulsor el Principio Biocéntrico que coloca la vida en el lugar sagrado que le corresponde, el centro, la mónada, el punto de partida de toda creación.

Vivenciar qué es la otra, cómo repercute en mi, como influye en mis relaciones, mis reacciones y mi «ser en el mundo», cuánto me entrego/doy en la relación con la otra,….. Todo una vivencia. Ven a sentirla.

Co-habitar. 2º Taller de Educación Biocéntrica de la trilogia «Habitar». Domingo 7 de abril a Espai Berkana – BCN.

mans donades

Educación Biocéntrica

Vivir con. Convivir.

Convivir.  Esta palabra me causa vacío, ausencia de presencia, mentiras escondidas en rincones inusuales para hacerse presentes de repente, descaradas y opulentas, jactándose de mirada inocente. ¡Cuánto puede sentir una sola palabra!!!

Nuestro universo humano repleto de palabras, sonidos expresados con voz que llena espacios sin saber bien qué ocurre con ellos. Y hablamos y decimos sin conciencia sonora, sin tomar cuenta que todo cuanto existe vibra y por tanto, es movimiento, se acerca, nos rodea, cohabita con nosotras, influyendo relaciones y respuestas.

Nuestra mentes, educadas en la apariencia, acallan instintos que pulsan por verdadero y, en lugar de escuchar viento, cosas, cielo, universo entero e interno, hablamos y convertimos palabras en palabrería, desconectadas del sentir, de piel, mirada y placer.

Convivir. ¿cuántas veces he deseado que “vivir con” fuera distinto, divertido, alegre, erotizante, placentero, cálido, suave, fresco, nutritivo, aireado, predominantemente acuoso? Permanecía ignorante e ignorada hasta que un buen día, la palabra “habitar” me encontró. Estaba allí, presente, con sonrisa amplia, mirada sincera, corazón valiente. Miraba de frente, altanera como geranio y jazmín en patio andaluz.

El tiempo se paró un instante. Aire y tierra prestaron atención y agua se detuvo. Fuego estaba calmo, crepitando sus brasas cálidas. Yo, presente. Casi alegre. Y así, despacito, iniciamos juego de amor, donde habitar mostraba estar y después, de a poquito con el calor del hogar, fue quitándose ropa hasta “ser”. Habitar ahora es palabra amiga, sueño real de vida, juego y caricia.

Y sucedieron ciclos de transformación. Uno tras otro circularon ajenos al tiempo, mostrándome belleza del verbo ser. Conjugamos juntos variadas formas de habitar. La primera fue “yo habito”. ¡Qué descubrimiento! Habitar me, habitar en mi, experimentar mi hábitat, recorrer hasta reconocer mi “ser en la vida” y cantar al viento “yo soy”.

Andando entre praderas de ser, me topé con “tu habitas”. ¿Son distintos? ¿tu es la otra? ¿qué es “tu”?. “yo/tu” son lo mismo, sólo que en frente, pensé primero. Después fui descubriendo que “tu” cambiaba posición con mucha rapidez, tanta que a veces desconcertaba, pero si “yo” seguía en centro, mantenía unidad más allá de aparente ilusión o imaginario, como llaman algunos. Así, yo/tu (1) son parte del “ser” . Son diferenciados en la unidad y mantienen su identidad mientras conviven, reforzándose mutuamente.

I Encuentro de Biodanza para la Cooperación y el Intercambio
I Encuentro de Biodanza para la Cooperación y el Intercambio

“Vivir en la alegría de “ser con otro” significa “convivir”, adquirir la capacidad de vínculo afectivo”, dice Rolando Toro.

Ahora es tiempo de “nosotros habitamos” y es cuando la constante se perpetua y se expande fractalmente hacia el universo cada vez más conocido. Permanece la unidad, el uno. Más allá de fantasía y Lucifer se descubre la luz de la unidad que coexiste en toda creación. Y me expando con la otra, y continuo expandiéndome con las otras criaturas vivientes, sin fin. ¿Hasta donde? Hasta la eterna Unidad.

¡Cuánto hay en una palabra!!!! Cuánto vivido y por vivir, cuanto aprendido y por aprender, descubierto y por redescubrir. Todo escrito en cada piedra, arena y viento, sonando en la eterna canción de la Vida. Hay mucho por contarnos, por compartir, porque juntas formamos el conocimiento de la vida. Lo que yo vivo, tu vives, es lo que conforma la realidad cuando le ponemos nuestras palabras y éstas toman vida y sentido, tejiendo red extensa de conocimiento de ser.

Esta es una verdad que aprendí de maestras que me mostraron la importancia de la escucha y la construcción dialogante. Compartir saberes. Las palabras son creaciones de vida. Nosotras, criaturas humanas, tenemos el don de crear con la vibración de la palabra. Redescubrir esta gracia es reencontrar goces, alegrías y caminos por andar juntas, co-crear, recrear, multiplicar, crecer, expandir y conjugar verbos de arte y creación. Ven a compartir tus palabras conmigo, con nosotras, con otras. ¿Qué es cohabitar? ¿Qué te evoca? Cuéntame donde te transporta y amplifiquemos el conocimiento juntas.

Hombres, mujeres, transexuales, hobbits, elfos, duendes, hadas, enanos, ogros, y otras criaturas en sonidos de paz, estáis invitados a participar de “Cohabitar. Taller d’Educació Biocèntrica”, el domingo 7 de abril 2013, de 17 a 20h. Espai Berkana – carrer Vidriol, 7 Barcelona.

Amor y Servicio

1) Martin Buber, filósofo 1878-1965). «Yo y yu», editado en 1923.

Educación Biocéntrica

Identidad y cuatro elementos por Ruth Cavalcante

Este es mi relato de vivencia del taller impartido por Ruth Cavalcante en Zaragoza de “Identidad y los cuatro elementos” durante este fin de semana del 9-10 de marzo 2013.

He tenido el inmenso placer de participar en un nuevo ritual de celebración de la vida. Esta vez de las manos y los sentidos de Ruth. Cuando hace unos meses recibí la información, no dudé ni un instante. Me llamó y yo acudí a la llamada.

Los 4 elementos estaban presentes en el centro de la sala, rodeando la figura alegre, serena y tierna de la Diosa/Madre que acogía al bebé y sostenía sobre su hermosa cabeza, recipiente de agua donde emergía el fuego sagrado. Fuego, Aire, Tierra y Agua presentes, latiendo en cada una de nosotras y vibrando en el universo.

Transitando de un elemento a otro como camina el Sol dejando paso a la Luna, así fue la inmersión primigenia que me llevó a amplificar conciencia de plenitud, sentido de pertenencia y bendición de vivir.

Me siento bendecida por la vida, sacralizada, con los cuatro elementos pulsantes en mi ser danzando la espiral de la ascensión armónica, acompasada, ondulante en juegos cósmicos de infinitud.

En mi piel vibran las manos que sanan, los pechos que acogen, las caderas que cantan, y levanto la mirada para encuentrome espejos de mi esencia presentes en cada una de las formas multicolores que habitan las tierras de fuego. Ojos de mar y cielo, miradas de tierra y viento, de fuego, de brisa marina y playa en sosiego, de lagunas y prados floreados, vientres fertilizados por el paso del amor entregado.

Agua bendita bañando mi ser, cual ondina del lago halado, del mar floreado, donde mujeres danzan sus risas y hombres sus entregas.

La Madre/Diosa sonríe enternecida por tanta ofrenda, y a sus pies, de rodillas, inocentes compromisos de existencia pronunciados al viento vibrando en sonidos de dicha y placer, orgasmo y cuidado, poemas de silencios que entrelazan anhelos que el fuego, la tierra, el aire y agua harán realidad.

Gracias Ruth por tu ser Mujer Savia. Gracias Augusto por tu ser Amor y Servicio.

Educación Biocéntrica, Mediateca

Presentant l’Educació Biocèntrica

El passat 11 de maig varem presentar a la Llibreria Tècnica de Sabadell la xerrada titulada «Educació Biocèntrica. El nou paradigma de l’aprenentatge».

Aquí tens la presentació en format ppt  EB presentacio

També varem projectar un video amb alguns dels treballs que hem anat desenvolupant fins al moment. Aquest document gràfic pot donar una dimensió més ample del que és l’Educació Biocèntrica.

L’aplicació de la metodologia biocéntrica es múltiple i variada: a institucions, escoles, col·lectius, associacions, grups de treball, … i tota agrupació de persones que vulguin redimensionar les relacions humanes, laborals i potenciar la riquesa de cadascun/a dels membres de la comunitat, ja sigui en l’entorn laboral, social, familiar o amb tots ells.

El pasado 11 de mayo presentamos en la Libreria Técnica de sabadell la charla titulada «Educación Biocéntrica. El nuevo paradigma del aprendizaje».

Aquí tienes la presentación en formato ppt  EB presentacio

Tambien proyectamos un video con algunos de los trabajos desarrollados hasta el momento. Este documento gráfico puede dar una más amplia dimensión de lo que es la Educació Biocèntrica.

La aplicación de la metodología biocéntrica es múltiple y variada: en instituciones, escuelas, colectivos, asociaciones, grupos de trabajo,… i toda agrupación de persones que deseen redimensionar sus relaciones humanas, laborales, professionales y potenciar la riqueza de cada una de las personas de la comunidad que habita ya sea en su entorno laboral, social, familiar o en todas ellas.

Teresa Vázquez – 649 085 439

Educación Biocéntrica

Re-aprender

Continuando la senda del analfabetismo emocional, donde cito al lúcido Edgar Morin en “() aprender, desaprender y reaprender”, me paro delante de “reaprender” e intento poner palabras a mi último reaprendizaje. Es tan nuevo que puedo oler su perfume, su bálsamo de azafrán, algun que otro blanco limpio iluminado, fragmentos de texturas que se entrelazan en la visión,… y poco a poco surgen las palabras deseadas. No es un proceso mental; es un encuentro de emocionalidad que se manifiesta en el papel llenando las hojas hasta que finalmente averiguo mi reaprender. El de hoy, el de ahora. En este instante. Clara y transparente resuena: continente.
Casi de inmediato entrelazo la palabra amiga con el afecto y emerge “continente afectivo”, aquel que Rolando Toro[1] abraza con el cuerpo y resignifica con la mirada, el gesto armónico, el regazo, la escucha y el ser-estar. Aquel que inducido por la música escogida, transporta a qué se yo el lugar o el tiempo, viviendo la experiencia profunda de sentirte viva en el instante preciso donde vida y muerten danzan juntas sin miedo. Y de repente recuerdo el verbo de mi amiga Rosa, la que vive en Palacios de afectos y bosques de frondosos árboles, diciendome con una hermosa sonrisa en su rostro: “Felicidades!! (…) aprendiendo a contener. ¡Esto es la familia!”,. Y siento satisfacción de construir un hogar donde sí hay continente.
Continente afectivo que todos nos merecemos, continente de contención cuando la invasión aparece, continente de contenido cuando hay material para aprender, continente de conglomerado de tierra que libre de fronteras compone una unidad física, continente del latin continere que significa “mantener juntos”. Y finalmente pero no como fin si no como continuidad, Continente como forma especial del pronombre “ti” cuando va precedido de la preposición “con” y se convierte en un pronombre personal lindo, extenso, amplio, adrupto y maravilloso llamado contigo.
Reaprender sumando continentes que derivan en aguas de afectividad que tan a menudo olvidamos, a veces hasta perder nuestra condición de humanidad, para volver a una lucha que sólo existe en nuestra mente fruto de creencias obsoletas que todavía laten como un recuerdo de lo que fue para que aprendamos lo que es. Ahora y siempre.
Volver para aprender, desaprender y continuar la espiral de maestría que nos convierte en eternos aprendices del aprender.

[1] Rolanto Toro Araneda (1924-2010), creador del Sistema Biodanza basado en el Principio Biocéntrico.
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Analfabetismo emocional

“Los analfabetos del siglo XXI no serán los que no sepan leer ni escribir, sino los que no puedan aprender, desaprender y reaprender”. Edgar Morin [1].

Y ¿qué es desaprender? Busco en Google y encuentro varias referencias; dos de ellas me llaman la atención. Una define desaprender como  “Proceso por medio del cual se trata de olvidar o descartar conocimiento acumulado aprendido con anteriorirdad“. Añadiendo “Todos tenemos algo que desaprender, entre esas cosas podemos mencionar hábitos, dependencias y prejuicios[2]. Y ahi me quedo meditando sobre el signado que propone el autor y me surge una palabra: “borrar”. Podría parecerse a “olvidar o descartar” como indica el texto en questión pero a mi me sugiere la secuencia de limpiar, dejar la hoja en blanco preparada para una nueva edición donde reescribir de nuevo, con palabras nuevas, dibujos nuevos, otros colores, rasgos y trazos que surgen del olvido sin palabras, sin memoria. Como empezar desde el mismo principio eterno de “una vez más” pero habiendo descartado lo aprendido.
Más, sin la compañera continuidad, el siguiente paso (reaprender) no tiene sentido.
¿para qué una hoja en blanco sino es para escribirla, rallarla, dibujarla? Qué sentido tienen las experiencias si no es el de aprender a reaprender el sendero que nos lleva a insólitos paisajes que se presentan sin avisar, sin tiempo. Andar hasta terminar la historia jamás contada, la mia, la que escribo dia a dia, la que borro para iniciar el dia hoy sin anclarme en el ayer pero referenciándome en él para intentar no repetir la historia mil veces contada. … Y vuelvo a desaprender para seguir reaprendiendo una vez más. Esta vez con mayor sabiduria que la próxima por venir.
Otra referencia me llama la atención  y le sigo la pista. Dice así:: “Aprender a desaprender es tarea nuestra, en nuestros recónditos silencios. Enseñar a desaprender es la misión de quien oficia en el rito ancestral de copular con los muertos… Las voces antiguas hablan un lenguaje remotamente familiar. Los giros, las costumbre, desafían los esfuerzos reiterados por horadas la sima de las significaciones. Desde el susurro inmemorial aprender a calcar los sentimientos, las acciones[3]”. Y me quedo con ganas de leer más pero me paro a sentir el sonido de las palabras. Y llega el silencio de lo desaprendido danzando entre las cenizas de la muerte que transforma y renace blanca como la noche, azul como como la luna y surge el reaprender como bálsamo de una vida que no cesa de vivir.
Reaprender a trazar sonidos sin sentido, notas que entonan palabras lejanas que rememoran el canto de lejanas sirenas encantando la mar, atrayendo nuevos piratas despistados que confiados, se entregan a la danza del amor muriendo un poco más cada dia. ¿Para qué? Para volver a aprender de nuevo que la vida es una costante constelacion de saberes que repiten su historia una y otra vez entre redes de afectos.
Aprender, desaprender y reaprender para volver a aprender y seguir desaprendiendo para reaprender y aprender …en un círculo infinito donde todo se anexa y amplia para volver a un eterno retorno del partir. Quizás más sencillos, completos y conscientes de nuestra complejidad.

[1] Edgar Morin. La via: para el futuro de la humanidad. Editorial Paidós, Junio 2011
[2] Adrian Cottin. Desaprender Primero. Portal Educar.org/Diciembre 2004.
[3] Ubaldiana Díaz Romero. Rev Iberoamerica de Educación. Num 38/4 Abril 2006.
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Inteligencia emocional versus inteligencia afectiva

La génesis del amor

Muchos son los filósofos, científicos, místicos,… que contribuyen con su pensamiento y obra a la comprensión y realización del nuevo paradigma, que surge como un canto recuperado de la humanidad y sus viejas tradiciones ancestrales, que reinventan la conexión con lo primordial y resignifican los instintos para que nos guíen (ahora sí) junto con la conciencia despierta, hacia la construcción dialógica, solidaria, ecológica, social, y profundamente transcultural, transdisciplinaria e integrada, de la comprensión de la vida.

Al planteamiento cartesiano «Je pense, doncs je suis», traducido seria «Pienso, entonces soy», hoy podemos complementar diciendo: «Siento, entonces soy vida». La conexión con la vida converge hacia una comprensión que, según Edgar Morin «nos instruye a asumir la misión antropológica del mileno: 

  • trabajar para la humanización de la humanidad;
  • efectuar un doble pilotaje del planeta: obedecer a la vida, guiar la vida;
  • alcanzar la unidad planetaria en la diversidad;
  • respetar al otro, al mismo tiempo, la diferencia y la identidad cuanto a sí mismo;
  • desarrollar la ética de la solidaridad;
  • desarrollar la ética de la comprensión;
  • enseñar la ética el genero humano». (Morin 2000)

Pienso que una de las claves indispensables para la construcción comunitaria de este «nuevo paradigma» es redimensionar el papel de la Educación. Para mi, la maestría de Paulo Freire en su propuesta Pedagógica Evolucionaria Dialógica, marca la transición de la etapa experimental que sólo permitía ver una cara u otra de la realidad. Ahora sabemos que la realidad es un sistema complejo de actuaciones interconectadas entre sí que se organizan y estructuran de tal forma que siempre están en movimiento por la propia evolución del conjunto.

La Biología Molecular, la nueva Física, la Teoría General de Sistemas, la Informática, la Psicologia Transpersonal, la Ecología Profunda, en interacción todas ellas, han contribuido para la comprensión de la importancia de las relaciones micro-macrocósmica en la construcción del ser y su entorno. La realidad se redimensiona en un proceso complejo de creación y autocreación (autopoiesis) que integra  la conciencia como elemento organizador y estructural en un constante flujo de acción y evolución.

Ahora el reto para mí, se encuentra en la resignificación de la Educación. Los enfoques educativos que potencian la comprensión cognitiva y efectiva ligada a las emociones, tal y como propone Goleman, son tratados por Toro desde una perspectiva biocéntrica donde el aprendizaje se enraíza en los instintos y culmina en el vínculo como impulsor de las estructuras cognitivas. «La biología celular revela también la existencia de verdaderas comunidades celulares que integran acciones bioquímicas de cooperación celular. Cuando los organismos vivos lo requieren, las células son capaces de alterar su comportamiento bioquímico en beneficio de la comunidad celular. Principios de afinidad y rechazo se integran en beneficio de la unidad biológica» (Toro 2002, Afectividad).

La dimensión social en el proceso de organización y estructuración de la existencia del hombre propuesta por Henri Wallon, es complementada por el estudio de Antonio Damasio sobre la neurobiologia de la emoción y los sentimientos que apuntan hacia la percepción del ser humano como la integración de todas las formas de inteligencia, convergiendo en un punto de partida, que Toro llama Inteligencia Afectiva o principio psicogenésico de la afectividad.

Son muchos los pensadores que aportan sus hipótesis sobre la comprensión del desarrollo intelectual del ser humano afirmando que todo conocimiento es construido socialmente, teniendo como base las relaciones humanas. La propuesta del pensamiento biocéntrico es cultivar las energías organizadoras y conservadoras de la vida, y nuestra labor como educadores es reeducar afectivamente a través del vínculo.

Cesar Wagner afirma que la Educación Biocéntrica es una propuesta pedagógica donde el principal instrumento de aprendizaje es la persona, incorporando dimensiones éticas y dialógicas ya que considera al educando como un ser entero «que piensa, que habla, siente y reacciona en comunicación con los otros, no apenas en una relación interpersonal y sí en inter-conectividad, o sea, relaciones conectivas en una forma de regulación y autoregularización.» (Cavalcante, 2004).